Alex de Large
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Tengo un piso en un gueto de mierda y me está resultando imposible alquilarlo, aunque lo he puesto tirado de precio y está muy cercano al campus universitario de Cartuja. Cuando me gasté una auténtica pasta (2.000 eypos) en reformarlo, me frotaba el pene pensando en las estudiantas a las que se lo iba a alquilar; en cómo me colaría en sus habitaciones y olería sus bragas usadas y todas esas cosas. Pero la realidad está siendo muy distinta.
En un principio, y como podréis imaginar, sólo estaba interesado en captar mozuelas. Pero cuando iba a enseñarles el piso, fuese la hora que fuese, siempre me encontraba las calles del asqueroso barrio infectadas de la peor fauna y, claro, las niñas se asustaban y me decían "que ya te llamamos y eso". Joder, incluso he llegado a quedar con ellas a las 4 de la tarde de un pleno mes de agosto y aún así he visto las plazas llenas de magrebíes jugando a las cartas y hablando a gritos. Un horror. Luego he tenido que ceder (la pela es la pela) y ofrecérselo también a niñatos, en plan mixto o como coño se llame. Y tampoco. No hay huevos de alquilar el piso. Igual tampoco ayuda el hecho de que al abrir la puerta de la calle siempre nos viene un tufo a darro que tira de espaldas, pero esto creo que es una fruslería.
¿Qué hago, hermanos? Estoy sopesando muy seriamente dar un giro colosal a mis pretensiones empresariales y alquilárselo a unos hijos del Congo o a unos marroquíes, a ver por dónde sale la cosa. Espero vuesos siempre sabios consejos.
En un principio, y como podréis imaginar, sólo estaba interesado en captar mozuelas. Pero cuando iba a enseñarles el piso, fuese la hora que fuese, siempre me encontraba las calles del asqueroso barrio infectadas de la peor fauna y, claro, las niñas se asustaban y me decían "que ya te llamamos y eso". Joder, incluso he llegado a quedar con ellas a las 4 de la tarde de un pleno mes de agosto y aún así he visto las plazas llenas de magrebíes jugando a las cartas y hablando a gritos. Un horror. Luego he tenido que ceder (la pela es la pela) y ofrecérselo también a niñatos, en plan mixto o como coño se llame. Y tampoco. No hay huevos de alquilar el piso. Igual tampoco ayuda el hecho de que al abrir la puerta de la calle siempre nos viene un tufo a darro que tira de espaldas, pero esto creo que es una fruslería.
¿Qué hago, hermanos? Estoy sopesando muy seriamente dar un giro colosal a mis pretensiones empresariales y alquilárselo a unos hijos del Congo o a unos marroquíes, a ver por dónde sale la cosa. Espero vuesos siempre sabios consejos.