lemikox rebuznó:
No seas demagogo, hijoputa. Ahora bien, como exacerbación vale.
Ciertamente, era una hipérbole. O no. Ponte en situación, piensa que un día se te escapa la mano, no importa el motivo, da igual si ese mismo día te enteras de que eres un cornudo a sabiendas de todos, te deja por un macarra (uno más macarra que tú, que vaya pendientes me gastas) y para despedirse mata a tu gato. Cuando algún familiar vuelva de recogerte de la comisaría no confesará de dónde viene, no gritará airado "pues que han metido a lemikox en el calabozo por culpa de esa puta, ahí va la hostia (habláis así, ¿no?)", ¿verdad? Quienes comparten tu sangre quizás no te den la espalda, pero sabes tan bien como yo que cada vez que te miren sólo verán un capazo de oprobio sobre su nombre, ya no serás nunca más alguien porque HAS PEGADO A UNA MUJER. Ni un triste cardenal tiene, oye, ni una leve desorientación, pero su honor de puta feminazi ha sido ultrajado y mereces la silla eléctrica y la inyección anal. Tener armas de destrucción masiva o derribar edificios judíos con aeroplanos no es nada frente a eso.
CASSIOPEA rebuznó:
Mira, quizás , alomejor es que estoy enfocando esto mal, y mi error es que me pongo como ejemplo en las situaciones que mencionais y me indigno y me cabreo cuando leo ciertas cosas.
o quizas no me equivoque tanto y yo sea de lo mas normal (que lo creo ) y mi forma de pensar no este tan aquivocada como quieres hacerme creer.
Pero mira;
Yo no pierdo el norte
no soy una histerica
no necesito terapia de choque
no necesito que un hombre que quizas tenga menos sentido común que yo decida que necesito un guantazo para tener cierta perspectiva.
Por que el unico supuesto en el que yo me veo tirandole el menaje de la cocina a un hombre (y optaria por la sarten con el teflon mas grueso) seria despues de ese guantazo terapeutico al que te refieres!!
Y como yo... seguramente la mayoria (por que me considero muy normal)
En primer lugar, la gente normal como tú me la suda muchísimo, sois basura y por mí os podéis morir TODOS.
En segundo, y no menos importante, cuando una persona decide compartir su vida con alguien, no sólo lo hace para alegrarse la entrepierna con menor coste logístico, sino para sobrellevar juntos el peso del día a día y eso no siempre es fácil. La gente normal, como tú y el resto de zombis, tiene un límite, siempre hay una manera de llegar a él y el resultado suele ser desagradable. Se pueden perder los nervios de muchas formas y la mayoría de ellas no tienen que acabar en mamporros, pero a veces pasa. Es inevitable que ocurra y, lo que parece que no queréis entender, es que
nadie se ha muerto porque le crucen la cara de manera aislada.
Cuando "una persona normal" piensa en quién es la persona que más le quiere, son sus padres los que le vienen a la mente. Hoy en día también está mal visto, e incluso es delito, pero de toda la vida un progenitor ha podido zurrar a su hijo cuando éste lo merecía y, décadas después, se lo han
agradecido.
Pero ahora no, ahora si a un niño le pegan un coscorrón dice que va a ir a la policía. Si al tonto de turno en el bar le das cuatro puñetazos para que aprenda modales, encima te toca pagarle una indemnización. Y, por supuesto, si a una mujer le das una bofetada peliculera, merecida o no, eres un asesino, violador de niños y caníbal de fin de semana.
El problema no lo tengo yo, cuando a mí me ha caído alguna hostia, física o moral, he sabido pensar que quizás me la he merecido, bien por mis actos o por acercarme a quien no debía. De esas reflexiones aprendes dos cosas. En primer lugar, si no quieres recibir más, cambia tu forma de actuar o simplemente tu ubicación geográfica. En segundo, que no soy de piedra, pero tampoco de cristal, y por una hostia o un desengaño no se muere uno. Te levantas, sacudes tus ropajes, te curas las heridas y a por la siguiente batalla, que aún te quedan balas.
Ya sé que no te voy a convencer, porque lo tienes grabado a fuego, son muchos años de adoctrinamiento y para ti una agresión física es el súmmum del maltrato y no lo toleras bajo ningún concepto. Estarías dispuesta a ir a la cárcel por defender tan ridículo (ridículo por desproporcionado) ideal. Pues bien, esa es tu opinión. La mía es que la gente idiota sólo sirve como mano de obra y cimiento del capitalismo, pero constituyen un insulto a la evolución y una ofensa a mi condición de ser racional. Mi ridículo ideal es que quien carece de entendederas para comprender que toda acción implica una reacción, que las afrentas y la humillación cuando vienen de alguien a quien se quiere duelen más que las puñaladas, no es digno de vivir en mi planeta, cuyos recursos son limitados.
No sé si entiendes que en toda esta parrafada no estoy defendiendo a ningún hombre, pues todo lo dicho se aplica al que se desahoga por sistema con la imbécil que no se separa de su lado porque espera que vuelva a ser el príncipe azul de antaño. No obstante, aunque entendieras lo que quiero decir, ya es tarde, habría tenido que emplearme a fondo para hacer reconocer a UNA persona algo que debería ser de sentido común, producto de la lógica más simple, no de un estudio pormenorizado y basado en incontables hipótesis. Estamos perdidos igualmente.
Misógino Empedernido rebuznó:
¿La bofetada de Sólo ante el peligro?
Lo siento, pero yo en cine soy más ignorante todavía que en el resto de
cosas de esas de gente lista. Una pena, porque las referencias cinematográficas quedan de lujo. Si hay vídeo en youtube se agradecería.