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cm48001
Guest
Os cuento una anécdota que ví el sábado por la noche en un pub, que intentaré resumir para que no me salteis al cuello:
Una tipa medio albardada estaba bailando con unos cuantos maromos revoloteándole alrededor. En una de éstas, ella le pega un manotazo a la copa de uno de ellos que cae de lleno sobre un tercero ajeno totalmente a la escena.
Éste y su gente se acercan a uno de los grupos de maromos revoloteadores, pero ellos se desentienden diciendo que esa tipa no va con ellos. Entonces, el dueño de la copa (de otro grupo de revoloteadores) y el tipo al que le cayó encima, comienzan a hablar, intuyo que explicándole que fue ella la que le tiró la copa. A juzgar por sus sonrisas, y porque los dos tipos eran más bien enclenques, no había demasiada tensión ni presagio de pelea en el ambiente, pero el caso es que después de unos momentos de conversación, el empapado se acerca a la tipa, que estaba bailando como si nada fuera con ella, y le tira su copa al suelo de un manotazo.
Ahora viene el meollo de la cuestión y de lo que me gustaría discutir.
Ella le estampa un sopapo. El tipo no reaccionó, imagino que dudando entre atizarle él también o porque fue como si una madre le da una torta a su niño revoltoso. El caso es que enseguida se metió por medio otro colega del tipo, que se puso a hablar con la maroma (os recuerdo que ella estaba medio tostada), y de repente éste último le pega un empujón que la tira contra las cuerdas.
He aquí la sorpresa: el que había recibido tanto el contenido de la copa como el sopapo por parte de esta individua, que podría ser quien más ganas tuviera de atizarle, le agarra al otro para que no le pegara a ella, diciendo: “tío, no pegues a una mujer…”
Pregunta: ¿se puede pegar a una mujer en circunstancias como las descritas?
Una tipa medio albardada estaba bailando con unos cuantos maromos revoloteándole alrededor. En una de éstas, ella le pega un manotazo a la copa de uno de ellos que cae de lleno sobre un tercero ajeno totalmente a la escena.
Éste y su gente se acercan a uno de los grupos de maromos revoloteadores, pero ellos se desentienden diciendo que esa tipa no va con ellos. Entonces, el dueño de la copa (de otro grupo de revoloteadores) y el tipo al que le cayó encima, comienzan a hablar, intuyo que explicándole que fue ella la que le tiró la copa. A juzgar por sus sonrisas, y porque los dos tipos eran más bien enclenques, no había demasiada tensión ni presagio de pelea en el ambiente, pero el caso es que después de unos momentos de conversación, el empapado se acerca a la tipa, que estaba bailando como si nada fuera con ella, y le tira su copa al suelo de un manotazo.
Ahora viene el meollo de la cuestión y de lo que me gustaría discutir.
Ella le estampa un sopapo. El tipo no reaccionó, imagino que dudando entre atizarle él también o porque fue como si una madre le da una torta a su niño revoltoso. El caso es que enseguida se metió por medio otro colega del tipo, que se puso a hablar con la maroma (os recuerdo que ella estaba medio tostada), y de repente éste último le pega un empujón que la tira contra las cuerdas.
He aquí la sorpresa: el que había recibido tanto el contenido de la copa como el sopapo por parte de esta individua, que podría ser quien más ganas tuviera de atizarle, le agarra al otro para que no le pegara a ella, diciendo: “tío, no pegues a una mujer…”
Pregunta: ¿se puede pegar a una mujer en circunstancias como las descritas?