El Loco de las Coles rebuznó:
Ese es uno de los dilemas más antiguos de la humanidad. El hombre verdaderamente libre está condenado a la soledad. El simple hecho de amar nos encadena a una pequeña porción de mundo.
A no ser, claro está, que lo que amemos sea el propio mundo.(...)Libertad Vs Bienestar.
O a sí mismo. Y la soledad no sería una condena, si no una elección, y entonces sería libre. De acuerdo en lo 2º.
Capitán Jack rebuznó:
Es mas, pensamos por instinto.
HIJO DE LA GRANDÍSIMA PUTA.
Tengo unos 5 folios defendiendo eso. Pero no, ¿cómo va a ser eso?. Puta.
Barry White rebuznó:
Hay entraría la Nanotecnología. El camino hacia la vida eterna.
Obviando la triste, triste primera palabra y contando con que más que probablemente tenga problemas para expresarse; creo que aquí el caballero se refiere a la nanotecnología para su aplicación como sustitutivo de las células humanas. La inmortalidad del receptáculo, supongo. Imposible contando con que no se pueda comprender a la perfección el cuerpo.
Barry White rebuznó:
No me refiero a guardar los datos de la mente, con la nanotecnología no haría falta.(...)
Mira, sí que sabe. :eek: De todas formas, creo que está mejor explicado arriba.
El Loco de las Coles rebuznó:
Hay dos vías de evolución posibles para el ser humano actual. La genética, acelerada mediante modificaciones voluntarias, y la mecánica, mediante mejoras del cuerpo mediante implantes. Ambas se dirigen inexorablemente hacia la inmortalidad.
Lo más divertido de todo es que no hay demasiada gente que quiera vivir para siempre. Pregunta, y casi todos te dirán que no, que verían morir a sus seres queridos o que se acabarían aburriendo (o las dos cosas). Vale, con el método mágico de vivir para siempre no se mueren tus seres queridos, pero te aburres. Los elfos de Tolkien son inmortales y mueren de aburrimiento o de pena (o a hostias).