Seguridad del siglo XXI. Hoy; supermercados y centros comerciales.

Slowhand

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17 Ene 2010
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Estoy indignado (y mas lo vais a estar vosotros cuando leais esta deyeccion).

Debido a varios errores cariotipicos que me han llevado a ser extremadamente vago, pavorosamente reacio a cualquier tipo de esfuerzo y un displicente para con las tareas cotidianas (tanto caseras como sociales) me he visto obligado a visitar uno de esos bastiones de la ecumene alimenticia, uno de esos emporios gastronomicos, el ultimo regusto de acibar que me quedaba por visitar. Si, he visitado el mercadona.

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Logotipo de Mercadona, empresa lider en defectos alimenticios.​


Cuando llegas a tal egregio paraje del consumo a precios irrisorios lo primero que sale de tu esplendoroso cerebro es la ineluctable verdad que todo el mundo nos ha contado alguna vez pero nadie cree hasta verla in situ; los niveles de seguridad oscilan entre la inmundicia y el valor de una vida para el jefe de una guerrilla congoleña. Esto es asi y no se negocia. Ojala fuese un anciano con exceso de senectud para olvidar con facilidad lo que he visto, y que paso a relataros a continuacion.

Los prolegomenos de media hora en la jungla.

En cuanto he traspasado esa terrorifica y merdosa puerta llena de polvo, suciedad, mugre y seguramente algun bicho deformado al ser sometido a radiaciones de falta de pulcritud dignas de Chernobyl o Guantanamo en los años sesenta, he recibido mi primer varapalo emocional. Me refiero a la vigilante de seguridad, un ¿hominido? barra pan troglodytes barra exabrupto producto de la ira de dios. Que fea era la hija de la gran puta. Que fea, y que chepa tenia, seguramente de llevar la almohada grapada a la espalda. Por hacer analogia entre ella y un personaje de ficcion, diriamos que es la version ¿femenina? de Rosario Parrales, histrionico y vejado personaje de la serie La que se avecina.

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El segundo, no por ello menos perentorio que el primero, ha sido vislumbrar la desproporcionada cantidad de personas que acuden a este tipo de establecimientos a horas tan poco graciles. Achacare este factor a la crisis economica y a Torbe. La verdad es que me he sentido como un agorafobico en el glorioso Santiago Bernabeu o como un claustrofobico en pleno metro de Pekin en hora punta. Notaba como las miradas de las personas que se iban cruzando conmigo se clavaban en lo mas hondo de mi alma, se postraban ante mi con una fiereza tal que me tuve que doblegar ante ellas, ante su peso, asi que opte por la medida mas Mourinhesca; agachar la cabeza y conservar la poca dignidad que me quedaba.

Puntualizados los dos primeros puntos, pasamos directamente y sin mas preambulos y zarandajas varias a comentar algunos elementos de seguridad que me han parecido escalofriantes.

1. El todopoderoso e indestructible mimbre.

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Si amigos, si, el clasico mimbre utilizado para labores tan arduas y copiosas como cerrar el envoltorio del pan bimbo, el pan de leche o la bolleria revestida de plastico. Esta patraña es la utilizada para permitir el acceso de mochilas y elementos cuya finalidad es la de guardar algo en ellos. El sofisticadisimo metodo que utilizan estos aviesos y arteros vigilantes de seguridad consiste en poner un mimbre por cada cremallera que tenga la mochila, rodeando con dicha cremallera la mochila hasta llegar a las asas, momento en el cual cierran un circulo perfecto e inexpugnable por donde resulta imposible meter un televosor, una lavadora o un chalet amueblado. Notese mi fina ironia :lol:

2. El carrito evolutionated 2.0 con sistema antivuelco.

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Imaginaos un carrito de la compra de toda la vida de nuestro señor lol, provisto de una cubierta de plastico como techo de carrito, en la cual se debe insertar una llave para poder abrirla. Esto debe de ser algun elemento pionero que estan utilizando de prueba puesto que no lo he visto en ningun otro lugar. Con un euro te proporcional la llave que te otorga el poder de abrir y cerrar la escafandra demoniaca con el objetivo de que no puedas huir (entiendo que se debe a esto) con el carrito sin tomarte la ligera molestia de llevartelo hasta tu casa. Segun me han informado los altos cargos del establecimiento, la CIA y el ministerio de seguridad de Lesotho ya cuentan con dicha infraestructura ultimo modelo. Me desorino y tal.

3. Taquillas de gimnasio para mi tio bonifasio.

taquilla5pek.jpg

Esto ha sido lo mas desternillante de mi periplo gastronomico-social. Han habilitado taquillas para que las mujeres (entiendo que este requisito solo lo cumplen feminas) depositen en ellas sus bolsos, con el objetivo de impedir el clasico choriceo choni style. EL ver tan esperpentico vodevil me ha provocado una neurastemia de la que por suerte aun no he salido. Desternillante ver la cara de retarded que se le iba quedando a cada mujer al depositar su bolso en su taquilla correspondiente.

Bueno, esto ha sido en resumidas cuentas y sin nada de gracia (ni intento de ello) mi excursion al supermercado del barrio. ¿Podeis relatar mas elementos de seguridad de este tipo de lugares?


En serio, estoy muy jodido despues de esto :cry::cry:
 
Slowhand rebuznó:
Debido a varios errores cariotipicos que me han llevado a ser extremadamente vago, pavorosamente reacio a cualquier tipo de esfuerzo y un displicente para con las tareas cotidianas (tanto caseras como sociales) me he visto obligado a visitar uno de esos bastiones de la ecumene alimenticia, uno de esos emporios gastronomicos, el ultimo regusto de acibar que me quedaba por visitar. Si, he visitado el mercadona.


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Puedes hacer la compra por internet y ahorrarte el suplicio de ver que todavía no tienen cámaras de infrarrojos y sensores de movimiento.

Su página web no tiene encriptación, a lo mejor también te disgusta eso.
 
Slowhand rebuznó:

1. El todopoderoso e indestructible mimbre.

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Si amigos, si, el clasico mimbre utilizado para labores tan arduas y copiosas como cerrar el envoltorio del pan bimbo, el pan de leche o la bolleria revestida de plastico.

Mimbre:
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Plastico:

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Este tío es de los que escribían con letra gorda en los exámenes para decir que le había ocupado 4 folios.

Y ahora pongo una foto de una polla que es lo que va tocando, no?

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¿Y tú te quejas, hijo de puta? Yo a veces tengo que hacer la compra en un DIA, en un puto DIA!!! Los supermercados de barrio más cutres y sucios que existen.

Sí hamijos, pero no sólo eso. Además de lidiar con cajeras chonis peruanas y ponerme moreno con sus fluorescentes verdes es que el DIA al que voy está en lo profundo de vallecas teniendo que compartir aire con gitanos malolientes y demás desechos sociales. Todo ello amenizado con la atenta mirada de un prosegur analfabeto con cara de pederasta.

Compro mi comida entre la mayor de las inmundicias.
 
Sois unos putos burgueses,mercadona dice...........:face:
Me gustaria verte en la cuna de inmundicia que es el SPAR de mi barrio
Podrias presenciar cosas como a una poligonera/charcutera rascarse el coño sonoramente mientras masca chicle y te pregunta ¿el jamon holandes o del barato?
O a un reponedor con master en Sidra sacando sacos de patatas de los que van desembarcando cienes y cienes de invertebrados de toda clase
Peleas de puretas por el ultimo tetrabrick de leche marca Rio..........
Pa llorar hijosdeputa :lol:
 
La despensa o muelte.

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Ahí he llegado a ver jeringuillas entre la fruta.
 
No me creo nada, no ha estad en mercadona, es imposible que alguien que no va nunca pase por alto la fauna de cajeras salidas de los barrios mas prestigiosos de España.

Lo curioso es que entre jennys trabajar en Mercadona es lo mas, porque dicen que dentro de los supermecados es el mejor que paga y tienen sus médicos privados.
 
Mencey rebuznó:
No me creo nada, no ha estad en mercadona, es imposible que alguien que no va nunca pase por alto la fauna de cajeras salidas de los barrios mas prestigiosos de España.

Lo curioso es que entre jennys trabajar en Mercadona es lo mas, porque dicen que dentro de los supermercados es el mejor que paga y tienen sus propios médicos privados para los empleados.
 
Mencey rebuznó:
No me creo nada, no ha estad en mercadona, es imposible que alguien que no va nunca pase por alto la fauna de cajeras salidas de los barrios mas prestigiosos de España.

Lo curioso es que entre jennys trabajar en Mercadona es lo mas, porque dicen que dentro de los supermecados es el mejor que paga y tienen sus médicos privados.

Y tienen posibilidades de ascender y si se cambian de ciudad la empresa les busca otro miercadona para que trabajen, o eso dicen, que luego está todo plagao de grupos antimiercadona hechos por excurrelas
 
El hilo toca de soslayo un asunto que me tiene entusiasmado: el nivel de indigencia física que presentan las últimas camada de vigilantes de seguridad. Cualquier anciano paralítico, cualquier maruja con pérdidas de orina, cualquier adolescente narcolíptico cumple con holgura los requisitos para lucir un autoritario uniforme y disuadir con su enérgica presencia la plaga de la criminalidad. Se nos han llenado los centros comerciales de paramilitares de medio metro, de llaveros espartanos, de tísicos embravecidos con su aterradores biceps de jilguero cebado, todos paseándose con la mirada curiosa y el gesto candoroso, entrañables pequeñuelos, mimosines con guerreras y botas militares.

He visto a auténticos abuelos jugando a ser hoplitas. Los he visto, paseando sus artrosis, sus manos ajadas por los años, sus cadavéricos pómulos saltando de la cara, arrastrando el cuerpo, mirando con tristeza manadas de adolescentes columpiándose de las lámparas y suspirando como quien recuerda un amor primaveral e imposible. Ellos conscientes de lo ridículo que es todo, de la falta de pertinencia que encuentran en la imagen que les devuelve el espejo mientras se ponen el uniforme y se preparan para salir al ruedo. Las piezas no encajan, ni ellos, ni el uniforme, ni su función en este sainete; todo chirría, se ha pasado de lo cómico a los esperpéntico, de lo excesivo a lo trágico.

Y hasta mujeres con sobrepeso y diotrías de sobra he visto allí dispuestas a auxiliarme por si algún desconocido tenía la ocurrencia de agredirme por la espalda. Ellas, atlánticas, feroces, con todas sus arrobas al servicio de la causa, la garantía de mi integridad física y mis derechos. Y al final no queda sino enternecerse, estar al quite, por si hace falta echarles un capote y llevarles en volandas hasta la barrera, auxiliar a estos duendecillos desubicados, que mejor estarían jugando a la petanca o friendo docenas de croquetas para sus nietos. Que alguien piense en ellos y vigile al que vigila, que proteja a nuestros desprotegidos protectores.
 
Morzhilla rebuznó:
yo compro en Eroski

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Yo también.:lol:

Categorico rebuznó:
El hilo toca de soslayo un asunto que me tiene entusiasmado: el nivel de indigencia física que presentan las últimas camada de vigilantes de seguridad. Cualquier anciano paralítico, cualquier maruja con pérdidas de orina, cualquier adolescente narcolíptico cumple con holgura los requisitos para lucir un autoritario uniforme y disuadir con su enérgica presencia la plaga de la criminalidad. Se nos han llenado los centros comerciales de paramilitares de medio metro, de llaveros espartanos, de tísicos embravecidos con su aterradores biceps de jilguero cebado, todos paseándose con la mirada curiosa y el gesto candoroso, entrañables pequeñuelos, mimosines con guerreras y botas militares.

He visto a auténticos abuelos jugando a ser hoplitas. Los he visto, paseando sus artrosis, sus manos ajadas por los años, sus cadavéricos pómulos saltando de la cara, arrastrando el cuerpo, mirando con tristeza manadas de adolescentes columpiándose de las lámparas y suspirando como quien recuerda un amor primaveral e imposible. Ellos conscientes de lo ridículo que es todo, de la falta de pertinencia que encuentran en la imagen que les devuelve el espejo mientras se ponen el uniforme y se preparan para salir al ruedo. Las piezas no encajan, ni ellos, ni el uniforme, ni su función en este sainete; todo chirría, se ha pasado de lo cómico a los esperpéntico, de lo excesivo a lo trágico.

Y hasta mujeres con sobrepeso y diotrías de sobra he visto allí dispuestas a auxiliarme por si algún desconocido tenía la ocurrencia de agredirme por la espalda. Ellas, atlánticas, feroces, con todas sus arrobas al servicio de la causa, la garantía de mi integridad física y mis derechos. Y al final no queda sino enternecerse, estar al quite, por si hace falta echarles un capote y llevarles en volandas hasta la barrera, auxiliar a estos duendecillos desubicados, que mejor estarían jugando a la petanca o friendo docenas de croquetas para sus nietos. Que alguien piense en ellos y vigile al que vigila, que proteja a nuestros desprotegidos protectores.
Da para hilo (El hilo de los seguratas,porteros y administradores de justicia).Especialmente el de la marus de Prosegur,que no hacen más que fumar y pensar en las lentejas que tienen en remojo para la hora de comer.
Están sembrados.No veía tanto nivel en los tags desde hacía eones.

Por último,aquí en Mierdorca no hay supermercados de cristianos salvo en núcleos de población contables con los dedos de una mano.Compro en una cadena llamada Cife o algo así.Muy pauper.

PROS: Productos británicos y alemanes.Amplio surtido de alcoholes,chocolates y snacks de importación.

CONTRAS: Chonis de verdad.En Logroño hay cajeras probes,pero no con un look total choni.Es más,creía que era un estereotipo de la sitcom esa de la Sexta.Pero no.Caniflamenco en los parlantes tout le jour.

Mi elección es Eroski o Simply,aka Sabeco.Aún guardo bolsas de Sabeco para subastarlas en Ebay,cuando lo kul sea ir de fiesta con bolsas de super de supermercados extintos,en lugar de bolsos chupis de marcas chupis para taradas daltónicas tipo Desigual o Custo.
 
De supermercados no, pero de la seguridad del Congreso de los Diputados nunca dejaré de asombrarme.

Resulta que hace años yo trabajaba allí. Bien, pues los trabajadores del Congreso disponíamos de un pase para poder entrar y movernos por las instalaciones tanto del edificio principal como de los anejos consistente en una cartulina impresa con nuestra foto de fotomatón pegada con pegamento de barra marca Pritt y rellenada a mano por cada uno de nosotros. Esta cartulina contaba como mayor elemento de seguridad con un sello de caucho estampado pisando la foto y pisando la cartulina, de tal manera que si cambiabas la foto la parte del sello que había en ella no se veía. La cartulina era, claro está, blanca. Las letras de molde impresas -en imprenta, eso sí-, negras. Ni una mísera marca de agua, ni un mísero holograma, ni un código de barras ni nada de nada. Bueno, había una nota de color: una franja verde que la cruzaba en diagonal. Vamos, que el carnet de los jóvenes castores tenía más dificultad de falsificar.

Bien, pues te colgabas esta puta mierda al cuello y podías entrar pasando entre policías y más policías sin pasar ni un solo detector de metales desde la calle hasta el puto escaño del presidente del Gobierno, por aquel entonces el hijo puta de Ánsar. A diez metros del policía de la puerta te la sacabas del bolsillo y pasabas sin que mirasen más que el fulano que la llevaba llevara un algo blanco con una foto y una franja verde. Sólo si llevabas una mochila pasabas la mochila por el escaner.

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¿Veis la reja que hay entre el edificio de Palacio, el principal, y el adyacente, que es donde están las salas de comisiones y de prensa? Por ahí se entra. Se puede apreciar la garita desde donde el policía de turno -cambiaban cada poco, imposible que se quedaran con tu cara- oteaba a ver si el que entraba llevaba la mierda esa colgando. Bien, una vez traspasas la reja esa estás dentro. A la izquierda accedes al edificio llamado de Ampliación, a la derecha está la entrada que da al pasillo por el que se accede al hemiciclo. Los diputados, cuando hay pleno, están en el de la derecha. El único arco detector de metales que hay por el que no se puede evitar pasar se encuentra en la entrada del edificio de la izquierda.

En más de una ocasión colé a colegas en plena sesión plenaria para que visitaran el trabajo simplemente enseñando la cartulina durante medio segundo a diez metros del de la garita y estos tenían acceso ilimitado sólo por ir conmigo mientras permanecieran a mi lado. Un compañero mío había sustituido su foto por la de su perro en la cartulina. Seguía pasando sin problemas, jamás se la miraron. La hostia, en serio, era la hostia.
 
Categorico rebuznó:
[...] Ellos conscientes de lo ridículo que es todo, de la falta de pertinencia que encuentran en la imagen que les devuelve el espejo mientras se ponen el uniforme y se preparan para salir al ruedo. Las piezas no encajan, ni ellos, ni el uniforme, ni su función en este sainete; todo chirría, se ha pasado de lo cómico a los esperpéntico, de lo excesivo a lo trágico. [...]

Categorico, perdone que le moleste. A tú que eres culto y fino te tengo que hacer una consulta. Como tengo un futuro muy negro estoy planeándo meterme a cura, ¿crees que me conviene? :roll:

Por seguir un poco con el tema del hilo, me han pillado dos veces mangando en el supermercado (pilas y zumos). Y sí, cuando el segurata es un hombre impone más respeto que cuando es una mujer, como es natural. Cuando era una mujer me descojonaba en su cara.

¿Quién da la hez?

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Mil Mierdas rebuznó:
Categorico, perdone que le moleste. A tú que eres culto y fino te tengo que hacer una consulta. Como tengo un futuro muy negro estoy planeándo meterme a cura, ¿crees que me conviene? :roll:

(...)

Ser un hombre de Dios y llevar la esperanza y la promesa de la vida eterna siempre conviene. Tendrás un público entregado, recuas de beatas suspirando por tu alzacuellos y un futuro prometedor como misionero en las Indias donde amancebarte con alguna adolescente. Cuando los años se te echen encima y los sermones pierdan pujanza y credibilidad siempre podrás colgar la sotana y elegir entre tus fans a la que más te estimule para hacer campaña en contra del celibato y a favor de la plenitud en la que viven los seglares.

Durante algunos años en mi adolescencia tuve con cierta frecuencia esta fantasía. Me sentía iluminado por un misticismo romántico e ingenuo. Me imaginaba presidiendo catedrales bajo la cruz de Cristo, atronando a los parroquianos, llegando al éxtasis predicando el amor, la pureza del alma, la transubstanciación y parloteando en latín como un buen romano. Hasta las estatuas y los frescos barrocos se estremecerían con mi verbo luminiscente, relampagueando entre la multitud de creyentes como una serpiente de oro.

Hágase cura caballero y busque la Verdad y la Vida. Emigre a un pueblo del norte de Castilla, donde nunca le faltaran las levíticas servidumbres de las viudas y sus ínclitas chocolatadas.
 
Un chalet me voy a hacer con este post...
 
Gracias Redivivo por el post de los seguratas, hacía tiempo que no me reía con tanta energía.

Y lo curioso del caso es que para hacer el "casting" de dichas fuerzas de seguridad, digo yo que a los elegidos los habrán seleccionado entre bastante gente, sobre todo ahora que estamos con 5 millones de parados.

Ni pensar quiero en como eran los que desecharon.

Lo mismo es una táctica de los centros comerciales y tienen a los verdaderos vigilantes de incógnito merodeando por el centro, y dejan a los falsos agentes de seguridad para que los chorizos se confíen.

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De supermercados no, pero de la seguridad del Congreso de los Diputados nunca dejaré de asombrarme.

Hablando de ministerios y sistemas de seguridad avanzados, mi primer trabajo fue como mozo de almacen (tenia que costearme los estudios de alguna manera y aun no habia descubierto la dadivosa tarea de traficar con sustancias ilegales) en el ministerio de industria. Mi acceso al recinto (el cual aun conservo para dedicarle alguna endecha a tiempos pasados) no era mas que una cartulina desproporcionadamente pequeña en comparacion al marco de plastico que la revestia.

Siendo mozo de almacen en un ministerio tienes ciertas prebendas, asi como ciertas razones para otorgar peroratas al infierno. En cuanto a las virtudes y ventajas, el poder moverte por todo el ministerio sin que nadie te vigile, cuestione o escrute. Por el contrario, los politicos y sus asesores son una merma que con el paso de las horas se torna en exponencialmente dañina y fatigosa al cuerpo humano; solicitan gilipolleces monumentales, que si cambiame los muebles del despacho (de forma sistematica) que si ahora queremos moqueta, que si mi mesa tiene una rayadura... un jaos que podria haber desembocado en terrorismo occidental. Otra cosa buena que tenia trabajar en el ministerio era que tienes todo un recinto enorme para evadirte de tus obligaciones, tardan muchisimo en localizarte, lo cual te da una ventaja para descansar. Por el contrario, el salario que percibe un mozo de almacen en el ministerio es inferior al realizado por un mozo de almacen contratado por una empresa de orden privado puro y duro. Vamos, que el sistema de seguridad del ministerio tampoco es que fuese una amalgama de lamidas escrotales.

En cuanto al tema vigilantes de seguridad, añadir que resulta bochornoso ver como la seguridad, eficacia, eficencia y robustez de un supermercado recae en hombres/mujeres cuya fortaleza fisica resulta una antinomia de manual en la relacion exigencia ante una situacion limite-vigilante de seguridad. La mayoria de ellos tienen una figura que a priori nos evoca la imagen de un infartado al borde del exangue con placa de vigilante al intentar perseguir a un joven y atletico ladronzuelo de poca monta.

:face: para los seguratas con sobrepeso.
 
Categorico rebuznó:
El hilo toca de soslayo un asunto que me tiene entusiasmado: el nivel de indigencia física que presentan las últimas camada de vigilantes de seguridad.

Hace tiempo, en mi trabajo, venía de segurata una señora de unos 50 años, de esas con cuerpo pera de amplias dimensiones traseras, un personaje.

Recuerdo haber coincidido con ella en el Metro, llegando al trabajo, me hice el despistado y fui entre la muchedumbre a unos metros de distancia, observandola.

Pues va la tía y cuando se va a montar en las escaleras mecánicas se para, coge una barandilla con cada malo y se queda suspendida sin atreverse a meter el pie en la puta escalera, así se estuvo 5 largos segundos hasta que reunió el valor suficiente para subierse en la escalera.

Esa es la gente que nos protege de los rateros.

Además, están todos colgados, están deseando acercarse a alguien a contarle sus movidas, son como lapas, la única manera es evitar el contacto visual cuando te cruzas con ellos, si les miras estás atrapado, el efecto Medusa.
 
Blood rebuznó:
Y lo curioso del caso es que para hacer el "casting" de dichas fuerzas de seguridad, digo yo que a los elegidos los habrán seleccionado entre bastante gente, sobre todo ahora que estamos con 5 millones de parados.

Ni pensar quiero en como eran los que desecharon.

Que no, que la cosa va al revés. Yo no sé qué intereses mueven o qué es lo que se busca a la hora de contratar seguratas, pero puedo asegurar que precisamente lo que hacen es elegir a los más pusilánimes y putapénicos.
En un centro comercial al que yo acudía a menudo contrataron hace tiempo ya a un compañero de instituto que era el típico que se llevaba todas las collejas y no decía ni mu. Ese tío no ha sido capaz de imponer respeto jamás, ni lo será en la puta vida, y ahí estaba, con su uniforme tres tallas más grande (¿os habeis fijado en que siempre parece que les quedan enormes?). En una ocasión estábamos en una zona al aire libre, pero dentro del recinto, y mis amigos se pusieron a fumar un par de petardos. El tío nos vio, pero no tuvo cojones de acercarse a decirnos nada porque sabía que nos íbamos a despollar en su cara, y al final tuvo que venir uno de sus compañeros a echarnos la bronca. El compañero era igual de lamentable que él, sólo que de más edad, y evidentemente no le hicimos ni puto caso.
Más tarde, en ese mismo centro, entró a trabajar otro antiguo compañero de clase. Este ya era un tío grande, que incluso podría imponer un poco si no fuera por la cara de subnormal que gastaba. Le llamábamos Homer, y decían que a eso de los 10-12 años se había llevado una ostia en la columna que le limitaba la movilidad y le había dejado medio tonto, y por eso era como era el chaval. Cuando coincidí con él en clase, a sus 19 años (había repetido cursos sin conocimiento), se dedicaba a tirarse sonoros pedos y a reírse cuando el olor era especialmente desagradable. Y finalmente ahí acabó, de segurata.
Y nombro estos dos casos por tratarse de conocidos, pero vamos, la realidad está a la vista de cualquiera: los ejemplares que plantan a ejercer esas labores son a cada cual más esperpéntico.
Luego me tocó ir a mi a una entrevista para esos menesteres, puesto que me había quedado en paro y me apunté a todo lo apuntable en el inem, así que allí me presenté. El trabajo no es que me llamara mucho, pero pensaba que con lo dado que soy a increpar al personal cuando me tocan los cojones, eso era una buena forma de que me pagaran por ello hasta que encontrara algo mejor, así que decidí tomarme la entrevista en serio. La entrevista era conjunta y la variedad de especímenes allí presente era acojonante: cuarentones enanos medio calvos con gafas y bigote, niñas pijas escuálidas, rumanos con pinta de talegueros, niñatos con una pinta de tolays que te cagas, etc. Yo seré forero, pero mido 1'85 y estoy muy en forma, así que a simple vista era con diferencia el que más se ajustaba al concepto de "vigilante de seguridad" de los allí presentes, y a la hora de la entrevista traté de no mostrarme nada agresivo, que era lo único que yo pensaba que me podía echar para atrás con semejante competencia. Y sin embargo, ni me llamaron ni ostias. No me acuerdo cuantas plazas requerían exactamente, pero serían cuatro o cinco (quiero decir que no es que sólo llamaran a uno, tenían que elegir unos cuantos) y viendo el género disponible tuvo que ser una selección de lo más gloriosa.
En fin, que yo me alegro de no haber entrado en semejante gremio, pero desde entonces siempre que voy a grandes superficies o a cualquier otro lugar donde aparezcan este tipo de individuos me asalta la duda de qué extraños designios mueven ese mundillo, y de cuánto les importa realmente la seguridad a los tíos que se dedican a contratar a esa gente.
 
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