No merece la pena pasar del primer post de este hilo de Retracoches. Simplemente me ha parecido brutalmente revelador. Lo que ese post refleja y lo que se puede entrever en él.
La pura esencia de la mentalidad de la generación Instagram. Un chaval pregunta si los países en los que ha estado son muchos para su edad. Cuando en realidad lo único que quiere es "enseñarlos" y sentirse superior a los simples mortales que no pueden acceder a viajes low cost pagados por sus papás. Las respuestas a partir del segundo post le importan una puta mierda. Lo importante es sacar la lista.
Validación digital, likes, postureo. Acumulación de lo que se percibe como logros y privilegios.
Como también le importa una puta mierda que (me juego los cojones) no se sepa ni la segunda ciudad de esos países, ni el río más importante, ni la historia, aunque sea por encima, ni la situación político-social, y posiblemente en muchos de ellos haya pasado como una oveja, tres días en la capital, andando por el decorado para turistas que te han preparado, de la catedral A al museo A, a la iglesia B y los monumentos A, B, C y D, entre grupos de turistas con guía con sombrilla de color rojo a los que miras por encima del hombro.
He conocido a mucha gente así. Me viene como rápido ejemplo un medio influencer americano, buen tipo eh, pero que estuvo en suelo esloveno 24 horas y me puso cara de "are you a wizard" cuando le pregunté si iba a visitar Bled, que es de largo el lugar más famoso y bonito del país. ¿Ezo que é?
Aún así no había pasado ni otras 24 horas fuera del país y ya tenía sus fotos de Eslovenia en Instagram y se había sumado otro país a su lista de fronteras cruzadas.