vinchen rebuznó:
El problema de estos hilos es que pasa que derivan en una discusión sobre la serie. Skyler es un personaje de ficción y tiene una clara función de crear conflicto a lo largo de una serie de impredecible duración durante su desarrollo. En definitiva, esperar una lógica o una explicación determinante a cada una de sus actuaciones es como esperar lo mismo de una mujer cualquiera.
Lo cojonudo es que resulta que no todo el mundo lo entiende así, hay quienes escriben artículos, que no sé cómo la gente se lee, justificando ese comportamiento y diciendo que así es como actúa una mujer valiente y mierdas que luego incluso algunas se creen. Y eso es muy peligroso, porque las mujeres son muy influenciables y si ese pensamiento cuaja y se asienta puede ser una bomba de relojería. Porque Walter White es también un personaje de ficción. Pero en la realidad, situaciones límite que llevan a la gente a poner su vida en juego hacen que la vida de los demás, por mero instinto de conservación, tenga menos valor que una colilla. Especialmente si esas otras personas se empeñan en hacerte la existencia aún más complicada.
De ahí que esta discusión tenga cierto sentido aquí.
De hecho, os voy a contar una cosa que no le he contado a nadie del todo.
Cuando tenía 19 años me dio por plantar marihuana. Vivía en una casa lo bastante grande y habilité un cuarto de baño entero y un armario en un dormitorio para tal menester. Ese cuarto de baño era el que yo usaba a menudo y quedó casi inhabilitado, solamente se podía usar el retrete, el lavabo se fue fuera y la ducha era para las plantas. No rompí nada, como ella decía, simplemente desmonté lo que no era imprescindible y lo guardé en un trastero. El baño grande tenía 2 lavabos y nos arreglábamos perfectamente con él, no hacía falta más. Perdí las fotos en alguno de los discos duros que he roto, pero me quedó
PROFESIONAL.
Por entonces vivía con mi primera novia. No le voy a echar la culpa a ella de todo, yo tengo lo mío porque
fui muy gilipollas y he tardado demasiado en verlo.
El caso es que a ella no le gustaba el tinglado. Era por ella por quien conocí al tipo con el que inicié la andadura en esos negocios. Era ella quien se quejaba de que no viajábamos. Yo estudiaba y trabajaba, bastante tenía con no morirme de asco como para pensar en hacer la vida que hacían sus compañeras de trabajo, que tenían 15 años más que nosotros. Pero me parecía divertido y a nadie le viene mal un dinero extra, quizá incluso gastarlo viajando. La ocasión era buena y el negocio fácil y limpio, la probabilidad de que la policía entrase por la puerta era ínfima, porque nunca se puede decir inexistente, pero mínima, para eso era tan paranoico como WW.
Pues bien, le molestaba que en una punta de la casa que ella jamás pisaba hubiera una luz encendida 18 horas al día. Le molestaba, no sé aún por qué. Se emperró en que eso no podía seguir así y mi plan de expansión le parecía aberrante. Había 3 dormitorios en la casa, uno de ellos era el que yo usaba para tocar la guitarra y donde tenía el armario, estaba pensando llenarlo de plantas y pasar la guitarra y el pc al cuarto de invitados donde en 3 años se quedó
una vez la gorda y maleducada de SU hermana, a la que decidí no volver a dejar entrar en MI casa.
Bien, ella ni pagaba luz ni alquiler. Ni agua. Se encargaba de la compra y ya me estaba racaneando porque decía que cenaba mucho (muy mal comienzo,
la comida NO SE TOCA).
Pues la HIJA DE LA GRAN PUTA tuvo la maravillosa idea de contarle todo a mi madre, con la que por entonces yo no tenía muy buena relación. Llegué a casa y me las encontré a las dos en el pasillo, mi madre con cara de espanto y la pérfida de mi ex que no quería ni dirigirme la mirada.
Mi madre dijo que o se iba eso ipso facto de ahí o
llamaba a la policía.
Pedazo de subnormales las dos.
Me tuve que quitar de encima 15 plantas de 1,80 m en una tarde, con el consiguiente
riesgo ESTÚPIDO que eso conlleva y con la pérdida total de la inversión en luz, agua, tiempo y otros gastos. No sólo era tirar un pastizal a la basura, es que era mi hobby favorito, me relajaba, me divertía y estaba incluso haciendo un sistema de control por pc con la intención de venderlo. El tío con el que me había asociado no hizo nada, pero estoy seguro de que deseó mi muerte y no hizo nada porque sabía que yo tenía peores amistades que él.
Miro hacia atrás y me arrepiento de no haberle saltado los dientes o haberle cortado la lengua con una navaja al rojo. Le retiré la palabra, estuve una semana sin aparecer por casa. Que sí, era mi casa, pero es que si llego a dormir bajo el mismo techo que ella no habrían pasado dos noches sin que la estrangulase. Volví porque echaba de menos a la gata, que no tenía culpa ninguna y esa sí que me quería.
A partir de ahí no me apetecía ni tocarla, mis relaciones sexuales se limitaron al porno de internet hasta que rompimos.
Lo que no alcanzo a entender es cómo quise mantener el contacto con ella después de que se acabase. Al principio sí que lo sé, quería que viera lo bien que me iba sin ella, que rabiase, pero luego ya no tenía sentido. Estaba loco, gilipollas, subnormal. Supongo que me dio lástima por su difícil situación personal, qué gran error. No tengáis lástima de nadie, NUNCA, porque os chuparán la sangre.
La confianza se perdió, no se lo perdoné nunca y me arrepiento de no haberla puesto de patitas en la calle al instante, junto al contenedor donde dejé las macetas. Me arrepiento cada vez que lo pienso y me arrepiento también de no haber pensado esto cada vez que me llamaba para contarme sus mierdas una vez acabada la relación.
Más que para contaros la historia, la escribo para dejarla escrita y recordarme una serie de errores que no puedo permitirme volver a cometer. Especialmente el de confiar en una mujer.
Skyler puta.