La muerte no me quita el sueño, qué coño, va a suceder te guste o no, así que mejor preocuparse de lo que tiene remedio o puedes evitar. Preocuparse inútilmente y calentarse la cabeza en vano es propio de maricas y de mujeres.
En esta puta vida hay que aprender y disfrutar lo que se pueda sin joder al prójimo. Y si algún prójimo te jode a ti le das un correctivo y listo.
En este universo todo está sujeto a un fuerte desgaste, hasta las piedras se desgantan volviéndose redondas con el el paso del tiempo. Es inevitable. Así que llega un momento que no sirves ni para lastre en un petrolero. La infancia, la juventud, la madurez y hasta la primera etapa de la vejez pueden ser positivas, cada vez con más limitaciones pero menos gilipollas (excepto los drogadistos de mierda) pero más allá de la vejez, viene la decrepitud y ese estado sobra totalmente. Hoy ha palmado Kirk Douglas con 103 años, vaya tela. Este tipo hasta los 90 estuvo aceptablemente bien, pero a última hora parecía una momia, en silla de ruedas, seguro que con pañales (madre mía dónde tendría la próstata) sordo, medio ciego, senil, vivo a base de pastillas y química, un puto asco. Claro que a la familia no le faltó dinero para que enfermeras monas le limpiasen el culo, personalmente me importa un carajo, pero menda no desea acabar así.
Agarrarse a la vida de esa forma a toda costa es de cobardes. Si algún día tengo un cáncer chungo u otra hijoputada similar, me tomo un pote de viagra y me meto en un yacuzi con tres macizas jóvenes y de buen ver y reviento como lagarto-Jaén más feliz que un mono en un platanar. Y después que llamen a la borde de mi prima para que me identifique muerto en la bañera. Ja, ja, ja, ja, ja.
Y si me apago lentamente, llega un momento que un hombre sabe cuando le ha llegado su hora. No es menester suicidarse (eso es pecado) simplemente dejas de tomar todas las mierda-pastillas que te han mandado los matasanos, te despides de los camaradas, desheredas a la familia, haces ayuno (excepto de líquidos como el wisqui) y duras 4 días. Si te queda ánimo puedes hacer también lo del yacuzi.
No voy a contar experiencias sobrenaturales, eso un hombre se lo guarda para él. Sólo decir que coincido con el camarada Martillo de Herejes, lo menos he muerto ya 100 veces antes, no vendrá de una más. En la próxima vida espero no encontrarme con tanto cenutrio y nacer en un país como Dios manda.
¡Ala, rompan filas!