La primera vez que probé el jopotrillo fué en las canarias,fumado en platuki con un pelin de base.
Como soy fan incondicional de Jose Luis manzano y tenía 20 tiernos añitos quise probar la maquina de bombear,una sola vez me dije,para evidentemente ser mas guay que cualquiera que no lo hubiera probado y el amo de mi grupo de amigos enloquecidos por el LSD y la mescalina que sacabamos rudimentariamente de unos cactus de San Pedro.
Lo que dice el señor sombrerero es verdad,a mi el menos me pasó,aunque puedo entender que no le pasara al señor general. La pota llegó a San Borondón,pero luego tambien experimenté lo que dice benito,sobre todo los sudores a chorros y el corazón a dos mil.
Al poco rato sentí algo indescriptible,no estaba en el mundo,no se,era como una sensación de paz increible,como de flotar.
Los hijoputas de mis colegas muyayos me quisieron llevar al picaero a los pocos dias de nuevo,pero yo me resistí y no volví a caer,con lo cual cumplí con mi deseo de probarlo y no acabar yonko perdido.
Como sensación debo decir que es la repolla en vinagreta si os gustan los moraos introspectivos y flotantes. Si os va mas el acelere y liarla el jaco paco no es lo vuestro,pero sea como fuere creo que todo el mundo debería chutarse al menos una vez en su vida. Así que ya sabeis,hacedme caso y picaros la vena.