Nazarena Bazán
Queridos amigos:
Pongo aquí mi experiencia con nazarena bazán, por si a alguien pudiera interesarle. Es una tía con unas tetas supergrandes, que trabaja en Barcelona. Tiene página web propia, así que vosotros mismos podéis ver qué tipo de tía es:
www.nazarenabazan.com.ar
Ante todo, he de confesaros una perversión: me gustan las tías con las tetas muy, muy operadas, que se note que estén operadas, incluso con cirujía un poco chapucera. teniendo en cuenta que los adelantos de la cirujía son cada vez mayores, es muy difícil encontrar a tías como Nazarena Bazán, con tetas de 130, hinchadas como neumáticos.
Nazarena tiene alrededor de cuarenta años, aunque aparente menos. Se nota que es una tía muy curtida ya, tiene mucha experiencia y puede llegar a ser muy marrana si se la sabe llevar.
Por teléfono fue un poco borde. En principio, se negaba a visitarme en mi hotel, pero cuando le dije cuál era (uno de cinco estrellas, un palacio modernista recién reformado y convertido en hotel supercool) perdió el culo: luego supe que la razón es porque en este hotel suelen alojarse los invitados y colaboradores de algunos programas de televisión que se graban en Barcelona; y la pobre Nazarena --¡a sus años!-- sigue soñando con convertirse en una celebridad televisiva.
Fijamos el precio de la prestación en 250 euros, con sexo anal y cubana incluidos. Si hubiese sido sexo normal y en su casa hubiese sido bastante menos.
La tía llegó muy melosa, tratando de sonsacarme si yo trabajaba para la tele. Me di cuenta de cuáles eran sus intenciones y le mentí, le dije que era productor de un famoso programa. Mis palabras actuaron como un ensalmo: se pudo supercariñosa y me preguntó si tendría algo para ella. Yo le dije que quizá un espectáculo de striptis. Ella me dijo que era su especialidad, que había trabajado durante años como stripper en Buenos Aires. Me hizo una exhición y, la verdad, se le daba bastante bien, aunque desde luego ya no está en edad: el culo y, sobre todo, los muslos, empiezan a delatar síntomas de derrumbamiento.
Me hizo una mamada sin de vértigo, metiéndose todo el nabo hasta la garganta y llegando a lametearme los huevos.
El culo lo tenía practicable, suavecito y esponjoso. En el colmo de la obsequiosidad, me dijo que si quería podía penetrarla sin condón, pero yo pasé, me dio un poco de repelús.
Cuando me corrí estuvimos charlando un poco. Me habló de su vida en Buenos Aires: tiene más de veinte años de carrera a sus espaldas, ha hecho de todo: profesional del relax de millonarios a los que acompañaba en sus yates y viajes al campo, gogó, azafata de programas cutres, stripper, en fin, las diversas modalidades de prostitución más o menos declarada o encubierta.
Luego vino lo que más me apetecía, la cubana entre aquellas enormes tetazas, precedida de una nueva mamada. Tiene unos labios supergordos, siliconados, de mucho vicio. Meter la polla empalmada en su canalillo trajinado me dio bastante gustirrinín; la presión de las tetazas sobre el glande era maravillosa. Al correrme le salpiqué la cara, ella se relamió.
Me costó despegármela, a toda costa quería que tuviéramos un encuentro más "profesional" para seguir explorando sus habilidades como starlette televisiva. Al fin logré darle portazo.
La verdad es que fue una experiencia bastante buena, aunque sospecho --por el fondo de desencanto y hastío que se adivinaba en su voz-- que por lo general no debe ser tan entregada y servicial. Me temo que conmigo puso lo mejor de sí, confundiéndome, en su avaricia, con un productor (luego comprobé, que en efecto, se alojaba gente importante de la tele en aquel hotel).
Así que, ya sabéis, si os gustan las supertetudas con experiencia, Nazarena Bazán es vuestra mujer. ¡Y no olvidéis de explotar sus ínfulas de estrellato!