PENTECOST rebuznó:
siempre será algo despreciable, lo mire como lo mire.
Pero se sabe que han habido culturas o sociedades donde se practicaba el asesinato ritual con fines religiosos o de canibalismo, y si se le preguntara su opinión a los integrantes de esa sociedad seguramente su respuesta no sería tan taxativa como la suya. Pondré otro ejemplo menos sangrante para que no se me escandalice. Una anomalía como lo es la homosexualidad es ampliamente tolerada en nuestro país actualmente, lo que ha derivado en leyes que equiparan los derechos de estas personas con los de los heterosexuales. Sin embargo esto era distinto hasta hace muy poco, puesto que antes se consideraba delito. Si se le preguntara al mismo español hace treinta o cuarenta años diría que ser homosexual es propio de degenerados. Otra anomalía sexual, el incesto, no es considerada socialmente aceptable. Si preguntas nadie te dirá que es aceptable que dos hermanos se casen, ni que se deberían promulgar leyes para regularizar esto; sin embargo se sabe que el incesto fue práctica común el el pasado, incluso entre linajes reales. Lo que quiero decir, y espero que se me entienda, es que todo se basa en convencionalismos adoptados por la sociedad en su conjunto, que pueden variar con el tiempo y entre comunidades. Pero lo que tienen en común es que
hay una verdad subyacente que se puede valorar. Otro ejemplo lo tenemos en las drogas, las hay legales e ilegales. Pero qué diferencia hay entre el alcohol y la marihuana, por qué uno es legal y la otra ilegal. Las dos son drogas y como tales nocivas, pero convencionalmente nuestra sociedad a adoptado una de ellas para su uso mientras que no tolera el consumo de la otra. Una persona puede ponerse ciega de alcohol en la vía pública y nadie se extrañará de su conducta, pero si fuma un simple cigarrillo de marihuana le llamarán drogadicto. Para el caso de la prostitución, aquí en España hay mucha confusión sobre el tema, mucha polémica y división de opiniones, porque es un asunto que no está regulado; pero en otros países la prostitución es delito y si se le pregunta a sus habitantes le contestarán en un sentido muy diferente. De nuevo los convencionalismos.
Respecto al tema del hilo, que trata sobre el empequeñecimiento de la figura del hombre en nuestra sociedad actual, quería hacer notar como desde un instrumento como la publicidad en tv se está procediento a una campaña de acoso y derribo contra el hombre, que está haciendo mucho daño dado el gran poder de la televisión para transmitir información y crear corrientes de opinión. Se puede ver como proliferan anuncios donde se presenta al hombre como un ser torpe mientras que la mujer aparece como una figura dominante y superior. Hay muchos ejemplos, como un anuncio de frenadol en el que el tipo por no sacar al perro ya que fuera está lloviedo a cántaros intenta que orine en la taza del váter, la mujer entra en el baño lo pilla en una postura ridícula y lo mira con cara de asco. Había otro anuncio parecido en el que un hombre con gafas bebía de una taza caliente, el vapor de agua se condensaba en la superficie de las gafas y creía haber perdido la vista entre gran confusión. La mujer le quita la taza de la mano y lo manda para cama como si el tipo fuera un niño. En otro el hombre pregunta como funciona la plancha o la lavadora y llega la mujer con actitud concescendiente, le da a un simple botón y se va, dejando al hombre en ridículo. Joder, ni que usar una plancha fuera ciencia aeroespacial, pero que coño se creen. En otros anuncios se les enseña a las mujeres que pueden agredir a los hombres, se presenta la agresión de la mujer al hombre como algo natural. Había un anuncio de repsol donde un hombre y una mujer, cada uno en su propio coche, llevaban sendas parejas de sexo contrario, con las que no estaban nada contentas porque a uno le ponía los pies en el salpicadero, que si le pegaba un chicle, le movía el espejo retrovisor, etc. Pues bien, al parar los dos coches en un semáforo, la conductora de uno de los coches saca a patadas al hombre que llevaba en el asiento del copiloto, un acto violento y de agresión en comparación con la forma bajar del coche de la mujer del otro coche. Y hay muchos más ejemplos, de hecho no hay más que ver un poco de publicidad para darse cuenta de esto. Vamos mal por este camino, compañeros, vamos muy mal. Esto va a traer consecuencias muy duras. Os lo digo Yo. La sociedad está cambiando sí, pero para mal. Hay mucho gilipollas afeminado por culpa del yugo coñístico imperante, ahora los ves empujando carritos de bebé por la calle, se les ve. Pero esto puede cambiar en cualquier momento y de forma abrupta, es una bomba de relojería que no se sabe cuando va a estallar.