Cheshire's Katua rebuznó:
Discrepo en eso. Las religiones deben avanzar al mismo ritmo que la mentalidad de la sociedad.
La Iglesia es principalmente, una referencia ética para la sociedad, como un faro en medio del mar. Su doctrina sirve o puede servir de guía a mucha gente. Hay que hacer notar, que quien quiere la hace caso y quien no quiere, no (a diferencia de las teocracias islámicas, en donde religión y política van juntas).
Por eso, al ser una referencia ética no interesa que exista, y la Iglesia recibe toda clase de ataques. No interesa al poder que haya una institución que dicte normas éticas y morales (de voluntario seguimiento, repito). Sin la Iglesia, sería mucho más fácil adoctrinar del todo al rebaño de la población en la ideología que interesa a los dueños de los medios de comunicación, auténticos gobernantes del mundo occidental.
Cuanta menos personalidad tengan los individuos, cuantas menos ideas propias o adquiridas de una institución como es la Iglesia, más fácil será mover al individuo como a una veleta, con la propaganda habitual.
Por eso la insistencia de que la Iglesia se "actualice" y "se ponga al día"... ¿"actualizarse" a qué, "ponerse al día" de qué?. Pues de la ideología difundida en la sociedad por esos dueños de los medios de comunicación y de entretenimiento. Esto no es otra cosa que la exigencia de que la Iglesia les obedezca (como les obedecen los políticos, siempre necesitados del voto).
Actualizarse "a los nuevos tiempos" no es más que seguir modas, las cuales son cambiantes, al son de quien más poder e influencia tiene para hacerlas cambiar, y por eso las iglesias de verdad no se actualizan, sino que tienen sus dogmas, que son ideas inmutables y permanentes en el tiempo. Ahí está la clave de su permanencia en el tiempo y de su éxito, a diferencia de las modas. Por eso, una Iglesia de verdad no obedece a esas exigencias de "ponerse al día". Y en el momento que lo haga, se desnaturalizará, perderá el posible atractivo místico y trascendental que pudiera tener, y estará acabada del todo.
Ese es el objetivo real, para eliminar el obstáculo que representa la Iglesia para hacer de esta sociedad una cosa absolutamente materialista exenta de todo atisbo de espiritualidad, para controlar más al individuo, de una manera más completa.
Y no soy creyente, pero estoy harto de que el ganado repita las gilipolleces que le han metido en la cabeza sobre que la Iglesia tiene que "actualizarse".