FanatiK
Forero del todo a cien
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- 6 Jul 2007
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Débiles de mente incapaces de controlar sus impulsos. Seres imprevisibles los cuales ignoran por completo la vergüenza ejercida por la presión social para dar rienda suelta a sus más extravagantes sacudidas.
Me ponen jodidamente enfermo
Escupidores profesionales
Repartiendo su ADN por el mundo, tienen el lujo y privilegio de convivir junto al resto de seres humanos.
Hinchando su pecho mientras retiran de sus fosas nasales restos de a saber dios que, forman ese repugnante conglomerado que con un ligero impulso lanzan al exterior de su cuerpo impactando sobre cualquier superficie.
Tienen la indecencia de arrojar el esputo sobre el suelo que piso, dándome una sensación de asco e ira a partes iguales mientras tengo que esquivar restos de semen de alguna meretriz o los genes de alguna raza sombría.
He llegado a ver seres capaces de realizar decenas de lanzamientos en pocos metros.
Contra más añejo sea el ser, más esputos por minuto es capaz de realizar convirtiendo a octogenarios seniles en auténticas metralletas del esputo.
Un hábito deleznable que cada día pone a prueba mis nervios incitándome a apuñalarles la cara con unas tijeras de doble filo.
Engullidores de uñas
Soy vegana, ahora sólo como keratina
La sensación de conversar puede llegar a ser realmente gratificante, un tema interesante, diversas opiniones, el placer de intercambiar opiniones.
Todo ello abatido de un plumazo cuando estos hijos de satanás alzan su mano para llevarla a la boca y mientras ladean sus maleducada cabezas comienzan a desgarrarse sus uñas. Capaces de acabar por engullir la propia carne de sus dedos, estos seres tan sólo merecen ser sacrificados a través del más cruel de los canibalismos.
Hablar con alguien, poner todos tus sentidos en contar algo interesante a un compañero de raza mientras te mira asintiendo, haciéndote caso omiso, degustando sus muñones y pensando cuánta keratina y carne pueden zamparse.
Aunque me encantaría arrancarles la cabeza, el señor ya les castiga impidiéndoles rascarse por si solos placenteramente.
Velociraptor en los parpados
Trastornados por completo, no son gente de fiar.
La velocidad endemoniada de su parpadeo hace que la percepción de su mundo sea similar a la de entrar en una bochornosa discoteca llena de luces intermitentes.
La mitad de las imágenes de su vida están en un oscuro negro mientras que la otra mitad su cerebro sólo se pregunta cómo relacionar una imagen con la siguiente. La falta de estímulos oculares provoca que su interior esté totalmente en shock provocando que sean seres sumamente peligrosos y desconcertados.
Existe una variante aún más peligrosa que la anterior, el parpadeo destructor de cuencas oculares.
Capaces de apretar sus párpados hasta el infinito, corren el peliagudo riesgo de introducir sus globos oculares al interior de su cerebro originando una psicosis de proporciones bíblicas.
Además de los riesgos citados, este último ejemplar tiene sus propias normas y restricciones como evitar realizar su manía a la vez que aprieta sus puños para evitar un posible teletransporte.
Me provocan cierta ternura, aunque ante el abistaniento de uno de estos sujetos mi seguridad es primordial y por ello debo de realizar una acción evasiva debido a su capacidad de poder teletransportarse o de identificarte como un roboc por la percepción que pueden tener de mis movimientos.
Asentidores
Aunque no estén deacuerdo, te dirán que sí.
Profundo es el temor y la rabia a partes iguales que me producen estos sujetos.
Realizando el gesto de asentir a través de un duro impulso con su cuello impactando su sesera contra el cráneo y su barbilla contra el pecho, estos seres viven conformes con el resto de la humanidad.
Para desgracia de un servidor, conozco un caso cercano con esta anomalía y me hierve la sangre como la lava de un volcán que me de una negativa mientras asiente con su impulsividad.
Son comúnmente cortos de entendederas debido a los golpes propiciados en su cerebro y cabe un alto riesgo que a una sacudida su cabeza pueda salir desprendida de su cerebro a una velocidad vertiginosa, hay que tener sumo cuidado.
Siempre intento colocarme a un lado de estos seres o detrás de ellos para evitar el lanzamiento craneal.
Cabe destacar que tienen su parte divertida y más amena.
Si puedes conseguir capturar un sujeto de este tipo o por desgracia existe alguno en tu círculo social, puedes colocarle algún elemento en su cabeza, como una gorra, gorro, sombrero, etc y contar los segundos que le dura en su impulsivo coco hasta que salga despedido o si el caso es grave y la duración del adorno en la cabeza es mínima, siempre puedes medir la distancia a la que ha sido despedido el sombrero. La imaginación es infinita.
Todos ellos me provocan sensación de inseguridad y son una gran molestia para la contención de mis nervios cada vez más débiles.
Únete a la lucha y entre todos consigamos desactivar estas bombas humanas.
También una vez en Milán, me encontré a uno de cada caminando en grupo agarrados de una misma cuerda, entonces uno de ellos se bajo los pant....
Me ponen jodidamente enfermo
Escupidores profesionales
Repartiendo su ADN por el mundo, tienen el lujo y privilegio de convivir junto al resto de seres humanos.
Hinchando su pecho mientras retiran de sus fosas nasales restos de a saber dios que, forman ese repugnante conglomerado que con un ligero impulso lanzan al exterior de su cuerpo impactando sobre cualquier superficie.
Tienen la indecencia de arrojar el esputo sobre el suelo que piso, dándome una sensación de asco e ira a partes iguales mientras tengo que esquivar restos de semen de alguna meretriz o los genes de alguna raza sombría.
He llegado a ver seres capaces de realizar decenas de lanzamientos en pocos metros.
Contra más añejo sea el ser, más esputos por minuto es capaz de realizar convirtiendo a octogenarios seniles en auténticas metralletas del esputo.
Un hábito deleznable que cada día pone a prueba mis nervios incitándome a apuñalarles la cara con unas tijeras de doble filo.
Engullidores de uñas
Soy vegana, ahora sólo como keratina
La sensación de conversar puede llegar a ser realmente gratificante, un tema interesante, diversas opiniones, el placer de intercambiar opiniones.
Todo ello abatido de un plumazo cuando estos hijos de satanás alzan su mano para llevarla a la boca y mientras ladean sus maleducada cabezas comienzan a desgarrarse sus uñas. Capaces de acabar por engullir la propia carne de sus dedos, estos seres tan sólo merecen ser sacrificados a través del más cruel de los canibalismos.
Hablar con alguien, poner todos tus sentidos en contar algo interesante a un compañero de raza mientras te mira asintiendo, haciéndote caso omiso, degustando sus muñones y pensando cuánta keratina y carne pueden zamparse.
Aunque me encantaría arrancarles la cabeza, el señor ya les castiga impidiéndoles rascarse por si solos placenteramente.
Velociraptor en los parpados
Trastornados por completo, no son gente de fiar.
La velocidad endemoniada de su parpadeo hace que la percepción de su mundo sea similar a la de entrar en una bochornosa discoteca llena de luces intermitentes.
La mitad de las imágenes de su vida están en un oscuro negro mientras que la otra mitad su cerebro sólo se pregunta cómo relacionar una imagen con la siguiente. La falta de estímulos oculares provoca que su interior esté totalmente en shock provocando que sean seres sumamente peligrosos y desconcertados.
Existe una variante aún más peligrosa que la anterior, el parpadeo destructor de cuencas oculares.
Capaces de apretar sus párpados hasta el infinito, corren el peliagudo riesgo de introducir sus globos oculares al interior de su cerebro originando una psicosis de proporciones bíblicas.
Además de los riesgos citados, este último ejemplar tiene sus propias normas y restricciones como evitar realizar su manía a la vez que aprieta sus puños para evitar un posible teletransporte.
Me provocan cierta ternura, aunque ante el abistaniento de uno de estos sujetos mi seguridad es primordial y por ello debo de realizar una acción evasiva debido a su capacidad de poder teletransportarse o de identificarte como un roboc por la percepción que pueden tener de mis movimientos.
Asentidores
Aunque no estén deacuerdo, te dirán que sí.
Profundo es el temor y la rabia a partes iguales que me producen estos sujetos.
Realizando el gesto de asentir a través de un duro impulso con su cuello impactando su sesera contra el cráneo y su barbilla contra el pecho, estos seres viven conformes con el resto de la humanidad.
Para desgracia de un servidor, conozco un caso cercano con esta anomalía y me hierve la sangre como la lava de un volcán que me de una negativa mientras asiente con su impulsividad.
Son comúnmente cortos de entendederas debido a los golpes propiciados en su cerebro y cabe un alto riesgo que a una sacudida su cabeza pueda salir desprendida de su cerebro a una velocidad vertiginosa, hay que tener sumo cuidado.
Siempre intento colocarme a un lado de estos seres o detrás de ellos para evitar el lanzamiento craneal.
Cabe destacar que tienen su parte divertida y más amena.
Si puedes conseguir capturar un sujeto de este tipo o por desgracia existe alguno en tu círculo social, puedes colocarle algún elemento en su cabeza, como una gorra, gorro, sombrero, etc y contar los segundos que le dura en su impulsivo coco hasta que salga despedido o si el caso es grave y la duración del adorno en la cabeza es mínima, siempre puedes medir la distancia a la que ha sido despedido el sombrero. La imaginación es infinita.
Todos ellos me provocan sensación de inseguridad y son una gran molestia para la contención de mis nervios cada vez más débiles.
Únete a la lucha y entre todos consigamos desactivar estas bombas humanas.
También una vez en Milán, me encontré a uno de cada caminando en grupo agarrados de una misma cuerda, entonces uno de ellos se bajo los pant....
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