Interesante este punto. Invita a la reflexión.
En efecto, el agente de la autoridad, si hace lo correcto, que en este caso (supongamos que vino el mozo de cuadras solo) sería reducir a la localcoño que estaba armando jarana, pidiendo ayuda al Vigilante de Seguridad. Entre los dos, brazo uno, brazo otro, al suelo ó a una silla, y grilletes, sería reducida una mujer de 50 kg sin mayores problemas, sin lesiones para uno u otro lado y más o menos discreta la cosa.
Y esto, en teoría, lo debería hacer bien con público, bien en solitario.
Pero amigo. Te ves en una situación donde hay un montón de gilipollas, que los hay en todos los lados, dando por culo, poniendose de parte siempre a piñón fijo de los alborotadores y en contra de los agentes del orden. Eso, queramos o no , influye.
Tal vez, eso le influyó al mozo de cuadras, al ver el gentío y la situación, y que a todas luces no actuó correctamente.
Es que la teoría y la práctica en casos de intervenciones de seguridad, pues no se. Todas las situaciones son diferente, en ninguna el estado de ánimo del agente es el mismo. Muchas variantes.