Pues te entiendo perfectamente. Yo siempre le pido marcha a mi novio, y parece que él nunca quiere, por lo que acabo quedando yo como una maldita ninfómana que solo piensa en el sexo.
Es cierto que a veces nos ponemos pesados/as recriminando, y eso hace que a ellos les queden menos ganas de tomar la iniciativa. Yo tengo comprobado que cuantos menos comentarios hago relacionados con su pasotismo sexual, más polvos me llevo. Pero vamos, que me gustarían que fueran más de dos a la semanas.
Tu técnica de depilarse y luego hacerle meter la mano yo también lo he hecho. ¿Resultado? Él gruñe cual hombre rudo, y seguidamente, me pregunta si podemos echar unos vicios a la Wii. Maldita la hora en que se la compré.
Otras tácticas que utilizo -y que no suelen darme resultado.- es sacarme las tetas mientras me habla y tocarme. O le chupo un dedo, o hago como que se lo masturbo. A veces aparezco con tacones, medias y liguero a las 6 de la tarde, en plena merienda.
El porcentaje de éxito es 3/10 veces que lo intento. Tristérrimo. ¿Y la mala hostia que te entra cuando te rechazan?
En fin, no cuento más, que me pongo triste.