cuellopavo
El hombre y la caja
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- 23 Abr 2006
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La estrategia del terrorismo persigue siempre objetivos a largo plazo. Los terroristas saben que sólo muchos años de crímenes y amenazas continuadas consiguen exasperar y llevar a la rendición a los pueblos débiles.
Tras 40 años asesinando, secuestrando, extorsionando y amenazando, la Eta ve por fin cómo una parte de la pblación española comienza a ver como "razonables" sus criminales objetivos: la autodeterminación de los vascos, después que se ha expulsado de allí a una parte de los disidentes (300.000 vascos han abandonado su tierra en estos 40 años con tal de vivir tranquilos), y después de controlar la educación y los medios de comunicación públicos, aprovechándose así de la generosa autonomía que en su tiempo le brindamos; y después de humillar en las calles a quienes a pesar de todo se niegan a asumir la dictadura del terror. Hasta la profanación de las tumbas de las víctimas se relativiza por un gobierno autónomo que curiosamente comparte objetivos con los terroristas, a quienes dispensa el mismo trato político que a los partidos pacíficos y democráticos.
Da pena comprobar, en esta misma página, cómo cada vez son más quienes le dan la razón a los terroristas, concediéndoles un supuesto derecho por cuya consecución llevan 40 años asesinando, a pesar incluso de que muchas de las víctimas eran de su propio partido. Para llegar a esto podían haberles dado a razón antes ¿no les parece?
Me produce vergüenza vivir en un país junto a tanta gente cobarde.
Pero hay una parte de la ciudadanía que no se rendirá jamás. El sacrificio de más de 800 víctimas no puede ser inútil, y exige un poco de dignidad. Para darles la autodeterminación por la que llevan asesinando 40 años, tendrá que pasar el Gobierno por encima de muchos miles más de cadáveres. Por encima del mío, por supuesto.
El sábado ¡todos a Madrid! Por dignidad.
Tras 40 años asesinando, secuestrando, extorsionando y amenazando, la Eta ve por fin cómo una parte de la pblación española comienza a ver como "razonables" sus criminales objetivos: la autodeterminación de los vascos, después que se ha expulsado de allí a una parte de los disidentes (300.000 vascos han abandonado su tierra en estos 40 años con tal de vivir tranquilos), y después de controlar la educación y los medios de comunicación públicos, aprovechándose así de la generosa autonomía que en su tiempo le brindamos; y después de humillar en las calles a quienes a pesar de todo se niegan a asumir la dictadura del terror. Hasta la profanación de las tumbas de las víctimas se relativiza por un gobierno autónomo que curiosamente comparte objetivos con los terroristas, a quienes dispensa el mismo trato político que a los partidos pacíficos y democráticos.
Da pena comprobar, en esta misma página, cómo cada vez son más quienes le dan la razón a los terroristas, concediéndoles un supuesto derecho por cuya consecución llevan 40 años asesinando, a pesar incluso de que muchas de las víctimas eran de su propio partido. Para llegar a esto podían haberles dado a razón antes ¿no les parece?
Me produce vergüenza vivir en un país junto a tanta gente cobarde.
Pero hay una parte de la ciudadanía que no se rendirá jamás. El sacrificio de más de 800 víctimas no puede ser inútil, y exige un poco de dignidad. Para darles la autodeterminación por la que llevan asesinando 40 años, tendrá que pasar el Gobierno por encima de muchos miles más de cadáveres. Por encima del mío, por supuesto.
El sábado ¡todos a Madrid! Por dignidad.
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