Mi hermano es mi vida. Y nos hemos cascado de los lindo, la última vez ya con 23 o 24 años cada uno, me enganchó de la cabeza y me empotró contra el sofá. Y todo porque me comí unos donetes que tenía guardados y lo hice mientras le miraba desde el ventanuco del baño. - Mmmm que icos...
Esa fue la última, porque se me cayó en la refriega un pendiente y posteriormente se lo encontró mi madre que le hizo brainstorming con lo del maltrato a las mujeres.
Que mucho lloraba diciendo que él no era ningún maltratador pero me llevé más golpes que un salpicadero.
Ahora ya no, ahora ya le hago masajitos en los pies y se tumba en el sofá y le hago tratamientos de belleza en la cara. A veces le pongo música relajante y le masajeo los gemelos pero empieza a sentirse violento y me corta rápido.