Vida, muerte y anti-lol

La Ley dice: FUERA MUJERES DEL GENERAL.

Tiene hasta las doce para despedirse de este subforo, después puede habitar en cualquiera de los demás.

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Pero si soy un forero atrapado en el cuerpo(escombro) de una mujer. Ya bastante tengo con lo mío, no me hundas más.
 
Ya está hablado, pórtese como una mujer y le borro el user, siga como hasta ahora y vivirá.




Putas de mierda, parece que no tienen bastante con menstruar y fregar :?
 
Capitán Hediondo rebuznó:
Ya está hablado, pórtese como una mujer y le borro el user, siga como hasta ahora y vivirá.




Putas de mierda, parece que no tienen bastante con menstruar y fregar :?



Que contento estas, te ha tocado la loteria :lol:?
 
No lo dudes :?

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Bah, diréis "No merece la pena. ¿que tiene que ofrecernos esta vez? Siempre se enroca detrás de circunloquios preciosistas, utiliza tornasolados parapetos sin ninguna sustancia. Ea, no nos hagas perder más el tiempo. El gobierno de nuestras casas y ciudades no acepta semejantes distracciones. ¿Que te hace pensar que pueden interesarnos asuntos tan triviales? Prueba en las tabernas, prueba en los lupanares extramuros, allí encontrarás oídos más atentos, allí al menos no lastimarás el provecho de las haciendas ajenas. No somos ni mujeres ni viejos, ni tampoco locos sin oficio conocido que podamos perder el tiempo con tus habladurías de trilero. Despeja el camino y no me interrumpas más con tu insana verborrea". Escuchadme, esta vez es diferente, esta vez sufro con importancia por asuntos importantes. Hay un verdad que no admite regate alguno. Nunca he amado tanto la vida...

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Hay momentos en la vida inasumibles, luces, efectos, sensaciones que nos obligan aceptar querencias suicidas. Uno podría pensar, oh, que sería más provechoso apartarse del camino y dejarse caer en los brazos de la Parca. La vida carece de emociones y todo nos desalienta y nos impele hacia la tumba. Somos románticos, vehementes, sentimos en exceso emociones excesivas y poco recomendables. Es un desapego incómodo por las cosas sensibles de esta vida, una distancia que crece entre el necesario hedonismo que justifica nuestra existencia y una realidad poco estimulante. Estoy hablando de ese abatimiento insuperable que uno puede sentir, semana tras semana, los domingos por la tarde. Horas y horas reptando a través del tiempo sin sentido alguno. Horas y horas lacerantes, inanes, horas pesadas, indigestas; horas para "mirar con cariño los más altos campanarios"

Pero no. Protesto contra mi, contra esta emoción, contra lo que pienso y lo que siento y asiento mi queja sobre el recuerdo de una muerte inminente e insalvable que nunca llegó. Hace años, lo he contado decenas de veces en este sacrosanto Foro, estuve bajo sospecha. Un bulto, un quiste, un presunto tumor en un lugar inaccesible y terminal me llevó, emocionalmente, a las orillas de la Estigia. Pruebas, resonancias, preguntas y miradas al interior del "corazón de las tinieblas" en busca de una confirmación. Fueron meses terribles, dolorosos, vívidos. NUNCA HE AMADO TANTO LA VIDA como durante aquellos días. La muerte estaba allí, preguntando por mí, llamando a todas las puertas, mandando wasap cada minuto, concertando citas y enviando rosas negras. Me tenía ganas, olía la sangre de mi desaliento, mi desesperación, mi angustia y mi dolor. No podía ser y sin embargo era. Yo quería vivir. Yo quería vivir. Yo quería VIVIR y sin embargo no había vida para mí. Asumí finalmente mi cercana ausencia y la rutina de los que me sobrevivirían unos años más. Ellos se quedaban sin mí y yo lo perdía todo, su compañía y perdía también, con absoluta devastación y tristeza, mis odiados domingos por la tarde.

Hoy es domingo por la tarde. No esteis tristes. Amad la vida. No parece gran cosa pero es un bien inmenso estas horas desapasionadas del día.
 
Victor I rebuznó:
Bah, diréis "No merece la pena. ¿que tiene que ofrecernos esta vez? Siempre se enroca detrás de circunloquios preciosistas, utiliza tornasolados parapetos sin ninguna sustancia. Ea, no nos hagas perder más el tiempo. El gobierno de nuestras casas y ciudades no acepta semejantes distracciones. ¿Que te hace pensar que pueden interesarnos asuntos tan triviales? Prueba en las tabernas, prueba en los lupanares extramuros, allí encontrarás oídos más atentos, allí al menos no lastimarás el provecho de las haciendas ajenas. No somos ni mujeres ni viejos, ni tampoco locos sin oficio conocido que podamos perder el tiempo con tus habladurías de trilero. Despeja el camino y no me interrumpas más con tu insana verborrea". Escuchadme, esta vez es diferente, esta vez sufro con importancia por asuntos importantes. Hay un verdad que no admite regate alguno. Nunca he amado tanto la vida...

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Hay momentos en la vida inasumibles, luces, efectos, sensaciones que nos obligan aceptar querencias suicidas. Uno podría pensar, oh, que sería más provechoso apartarse del camino y dejarse caer en los brazos de la Parca. La vida carece de emociones y todo nos desalienta y nos impele hacia la tumba. Somos románticos, vehementes, sentimos en exceso emociones excesivas y poco recomendables. Es un desapego incómodo por las cosas sensibles de esta vida, una distancia que crece entre el necesario hedonismo que justifica nuestra existencia y una realidad poco estimulante. Estoy hablando de ese abatimiento insuperable que uno puede sentir, semana tras semana, los domingos por la tarde. Horas y horas reptando a través del tiempo sin sentido alguno. Horas y horas lacerantes, inanes, horas pesadas, indigestas; horas para "mirar con cariño los más altos campanarios"

Pero no. Protesto contra mi, contra esta emoción, contra lo que pienso y lo que siento y asiento mi queja sobre el recuerdo de una muerte inminente e insalvable que nunca llegó. Hace años, lo he contado decenas de veces en este sacrosanto Foro, estuve bajo sospecha. Un bulto, un quiste, un presunto tumor en un lugar inaccesible y terminal me llevó, emocionalmente, a las orillas de la Estigia. Pruebas, resonancias, preguntas y miradas al interior del "corazón de las tinieblas" en busca de una confirmación. Fueron meses terribles, dolorosos, vívidos. NUNCA HE AMADO TANTO LA VIDA como durante aquellos días. La muerte estaba allí, preguntando por mí, llamando a todas las puertas, mandando wasap cada minuto, concertando citas y enviando rosas negras. Me tenía ganas, olía la sangre de mi desaliento, mi desesperación, mi angustia y mi dolor. No podía ser y sin embargo era. Yo quería vivir. Yo quería vivir. Yo quería VIVIR y sin embargo no había vida para mí. Asumí finalmente mi cercana ausencia y la rutina de los que me sobrevivirían unos años más. Ellos se quedaban sin mí y yo lo perdía todo, su compañía y perdía también, con absoluta devastación y tristeza, mis odiados domingos por la tarde.

Hoy es domingo por la tarde. No esteis tristes. Amad la vida. No parece gran cosa pero es un bien inmenso estas horas desapasionadas del día.


Soberbio.
 
Magistral, como absolutamente siempre. :121

Ah, hijos de puta, si de cada mil posts que un forero cualquiera escribe, uno, uno sólo, le llegara a la suela de los zapatos a cualquiera de las perlas con las que Victor I nos obsequia, este foro sería conocido por albergar la más alta literatura en lengua castellana del siglo XXI. Pero no, cabrones, tendréis veinte mil posts y no habréis escrito nada que le haga sombra a un punto y coma de Victor I.


Los domingos matan más hombres que las bombas, Víctor, amigo mío, y el amor no es más que una excusa que se inventan dos desgraciados para pasar juntos las tardes de domingo, que nos hieren para el resto de la semana y quizá para la eternidad.
 
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Tools of the trade rebuznó:
Pero si soy un forero atrapado en el cuerpo(escombro) de una mujer. Ya bastante tengo con lo mío, no me hundas más.
no confiar en nada que sangre durante 5 dias y siga vivo.
 
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Muy bueno lo de Víctor, loor y lol a su prosa barroca.
Incidiendo en lo que indicó el Admin:
En esta fosa séptica, precisamente el domingo es el día de mayor masuneo, y tal
 
ilovegintonic rebuznó:
Magistral, como absolutamente siempre. :121

Ah, hijos de puta, si de cada mil posts que un forero cualquiera escribe, uno, uno sólo, le llegara a la suela de los zapatos a cualquiera de las perlas con las que Victor I nos obsequia, este foro sería conocido por albergar la más alta literatura en lengua castellana del siglo XXI. Pero no, cabrones, tendréis veinte mil posts y no habréis escrito nada que le haga sombra a un punto y coma de Victor I.


Los domingos matan más hombres que las bombas, Víctor, amigo mío, y el amor no es más que una excusa que se inventan dos desgraciados para pasar juntos las tardes de domingo, que nos hieren para el resto de la semana y quizá para la eternidad.

Desde luego sombra hacen... :147
 
La mayor desgracia que le aconteció a la humanidad fue cuando alcanzó la razón. Qué bien viviríamos como los macacos, rascándonos los huevos al sol, alimentándonos a todas horas y follando cuando apretaran las ganas. Pero no es así, poseer la capacidad de razonamiento incluye de forma intrínseca ser consciente de uno mismo, y con ello todos los pensamientos que se han discurrido en este hilo.

Porque, si bien la vida tiene un objetivo bien definido desde su mismo nacimiento: la supervivencia a favor de la reproducción —lo que yo llamo existencia inconsciente o instintiva—, los humanos llevamos miles de años matándonos por encontrarle un propósito a esa existencia, un planteamiento que surgió de la razón, esa maldición que nos impuso el azar, la entropía. Es una reflexión que nos atormenta por dentro, porque somos conscientes de que nada tiene sentido, de que no existe un objetivo final. ¿Por qué, entonces, existen millones de personas que ni siquiera se plantean su presencia en este mundo? Bien, diría que porque nos encontramos en mitad de una confluencia que podría dejar atrás nuestra parte animal (la existencia inconsciente) para abrir paso al uso exclusivo de la razón en todos los ámbitos de la vida, o al menos en su gran mayoría. Por supuesto, es un proceso que llevaría miles de años y que solo culminaría cuando un Zaratustra se alzara entre el lumpen y clamara: «He encontrado el propósito de todo, la respuesta que nos planteó la razón hace tanto tiempo. Acercaos y os la contaré». Pero, sinceramente, dudo que llegue ese día. Ambas partes son inseparables, o al menos lo es el instinto de la razón.

¿Por qué no puede ser? Por la misma naturaleza del ser humano. Pues otro contratiempo que conlleva la razón es que nos hace creer que, por simple hecho de profundizar en ella, nuestros planteamientos son «mejores» que los de un ignaro. Por ejemplo, un líder de masas (uno de verdad, no el 99% de la chusma gobernante actual), un adalid de la pasión, del fervor, se gana al pueblo porque este último no desea la libertad de pensamiento, de tener que decidir qué hacer a continuación. Buscan que los guíen porque no se encuentran a gusto con la capacidad de razonar, de pensar por sí mismos. O de actuar. Es una actitud loable para aquellos que sencillamente busquen rascarse los huevos, comer y follar; tener una conducta animal, en definitiva. Porque ¿qué le da derecho al líder a creer que su planteamiento es mejor? ¿Su fuerza, su voluntad, su carisma? Empieza guerras por un ideal, pero solo porque es uno de los pocos capaz de darle un propósito falso a la existencia, acomodado a sus intereses y sus circunstancias. Los demás no lo buscan, pero se ven atraídos por él como polillas a una llama, porque la necesidad de una meta es algo que está en su naturaleza y que, de una forma u otra, quisieran comprender.

El problema actual es que los líderes de antaño han sido sustituidos por lumpen con ínfulas, cuyo único deseo es rascarse los huevos, comer y follar a costa de la indolencia de los demás, y así justificar una existencia que jamás pasó de ser lo que la vida, no la razón, busca en nosotros: supervivencia y reproducción.

Espero haberme hecho entender. Por último, querría apuntar un detalle del magnífico texto de Víctor I, y es que ama la vida porque la vida busca preservarse a sí misma. No la amas porque la razón te impele a ello, sino porque la vida, la existencia inconsciente, quiere que la ames porque ese es su propósito.
 
Los domingos siempre, desde shequitito, me daban una enorme melancolía. Por una parte, sabía que tenía que volver al colegio al día siguiente. Pero sobre todo, las tardes de los domingos, según iba creciendo, se me hacían eternas. Daba la sensación que tenía unas horas para hacer nada y darme cuenta de lo complicado que se nos hace a veces el mero hecho de vivir.

Luego pensaba que era por no estar con una pareja, de forma que los emparejados estaban mega super chachi de la vida porque estaban con la otra persona. Pero tampoco es eso. Supongo que también influye que - ahora no, hablo de hace años- era el día de ir a misa, de que el cura nos dijese lo malvados que éramos o podíamos llegar a ser y que teníamos que hacernos inmensamente buenos, aunque estuviesemos rodeados de cabrones que lo último que pensarían sería en ir a misa (aunque luego fuesen los primeros en apuntarse a hacer el paripé en las cofradías de semana santa).

Me acuerdo también de los viejetes, sobre todo en primavera-verano, cuando iban dando paseos por los parques, con la mirada perdida en no se sabe donde, como contando las horas para tachar un domingo más de los muchos cientos a sus espaldas.

Los domingos eran como los días para acordarse que tenemos cita con la muerte, que va poniendo el cronómetro, día a día, minuto a minuto, contando hasta que nos toque el turno. El resto de la semana lo disfrazamos a modo de trabajo, estudios y obligaciones varias. El sábado es el día "chachi" en el que hacemos todo lo que queriamos hacer para evadirnos del trabajo. Y una vez hecho, al igual que te haces una paja, te quedas vacío. Primero agustito, cuando sabes que el domingo puedes dormir más, y luego vacío, porque tus únicas obligaciones esas horas después de comer es ver pasar las horas y contar las que quedan para volver a un nuevo lunes donde, de nuevo, contaremos los minutos para llegar al orgasmo del fin de semana.
 
pues yo de crio por lo visto me la cascaba arrascando la pelvis contra un brazo del sofa, el que esta pelao concretamente.

Este es mi relato barroco, y os podeis ir a zurrir mierdas con un latigo los cosplayers del aburreovejas de victorI


y no os lieis, aburreovejas le llamo yo que le traduzco, no os vayais a pasar de listos.
 
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