Yo echo de menos el vivir sin móvil y llegar a casa, a mi familia estructurada y preguntar ¿quién me ha llamado? ¿Me ha llamado alguien?
Tan feliz.
Eso de tener un móvil y que se presuponga que tienes que contestar o si no algo pasa...
Yo entonces me imaginaba mi vida adulta llegando a un pequeño aparatamento soleado con una bolsa grande de papel marrón con mi compra guay de comida y cosillas y darle al contestador y escuchar mensajes de hola soy mamá hola soy ...
Y hala! A cenar tan feliz y luego entrar y salir sin que nadie me incordiara. El móvil con internet es un invento del demonio.