Stephen Fry
Forero del todo a cien
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- 15 Ago 2009
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Os presento (a algunos) a uno de los escritores mejores escritores del sistema solar literario: P.G. Wodehouse.
Algunos me lo agradecereis (los más inteligentes), algunos creerán que es una pequeña basura Inglesa ñoña y pasada de moda. Èsta gente,que no reconocería un buen libro aunque saltase sobre esa calabaza a la que jocosamente llaman cabeza y les mordiese en la oreja, pueden pasar de largo hacia el próximo ladrillo de Boris Izaguirre.
Empezamos.
Wodehouse representa al Inglés de entreguerras, ese feliz tiempo cuando Inglaterra era todavía (por poco tiempo) la Superpotencia Mundial gracias a su Imperio y todo era alegría en la campiña Inglesa, con su sagrado té de las cinco y el imprescindible el paseo por el serpentine de Hyde Park.
Todavía resonaban los ecos de la gloriosa Epoca Victoriana.
Wodehouse escribe sobre este periodo pero desde un estilo de comedia muy divertido e irónico.
La palabra clave aquí es irónico. Wodehouse es pura ironía elegante , asentada en el estilo de una epoca que ya ha desaparecido y posiblemente nunca vuelva.
El lector acompaña al cabeza de chorlito de Bertram Wooster mientras intenta quitarse de encima a su tia Agatha (la que come cristales rotos y de la que las ratas nhuyen a su paso). Conoce a Jeeves, el ultra-eficiente mayordono (the quintaesential butler!) que tiene más paciencia que un santo con esta juventud inglesa despreocupada y más tonta que un ladrillo particularmente tonto.
Yo aconsejaría comenzar con el ciclo de Bertram Wooster: Es muy divertido y es puro Wodehouse. El libro "El código de los Wooster" fue mi primer libro del autor y muy bien puede ser el tuyo.
Cómpralo, bájatelo a tu e-book reader, róbalo de la libreria de debajo de tu casa. Ya me lo agradecerás más adelante.
Otro ciclo muy divertido es el del Castillo de Blandings donde se mezclan personajes como el viejo Conde quien sólo tiene ojos para la enorme cerda que alimenta para los concursos comarcales o su hijo atontado y despistado Threepwood (guiño, guiño).
Si alguno tiene interés en profundizar en el tema que lo comenté por aquí y seguimos con la Wodehousiana.
Si, con este texto, he podido hacer ver la luz a alguno como cuando San Pablo se cayó de su caballo sifilítico, me daré por satisfecho.
Algunos me lo agradecereis (los más inteligentes), algunos creerán que es una pequeña basura Inglesa ñoña y pasada de moda. Èsta gente,que no reconocería un buen libro aunque saltase sobre esa calabaza a la que jocosamente llaman cabeza y les mordiese en la oreja, pueden pasar de largo hacia el próximo ladrillo de Boris Izaguirre.
Empezamos.
Wodehouse representa al Inglés de entreguerras, ese feliz tiempo cuando Inglaterra era todavía (por poco tiempo) la Superpotencia Mundial gracias a su Imperio y todo era alegría en la campiña Inglesa, con su sagrado té de las cinco y el imprescindible el paseo por el serpentine de Hyde Park.
Todavía resonaban los ecos de la gloriosa Epoca Victoriana.
Wodehouse escribe sobre este periodo pero desde un estilo de comedia muy divertido e irónico.
La palabra clave aquí es irónico. Wodehouse es pura ironía elegante , asentada en el estilo de una epoca que ya ha desaparecido y posiblemente nunca vuelva.
El lector acompaña al cabeza de chorlito de Bertram Wooster mientras intenta quitarse de encima a su tia Agatha (la que come cristales rotos y de la que las ratas nhuyen a su paso). Conoce a Jeeves, el ultra-eficiente mayordono (the quintaesential butler!) que tiene más paciencia que un santo con esta juventud inglesa despreocupada y más tonta que un ladrillo particularmente tonto.
Yo aconsejaría comenzar con el ciclo de Bertram Wooster: Es muy divertido y es puro Wodehouse. El libro "El código de los Wooster" fue mi primer libro del autor y muy bien puede ser el tuyo.
Cómpralo, bájatelo a tu e-book reader, róbalo de la libreria de debajo de tu casa. Ya me lo agradecerás más adelante.
Otro ciclo muy divertido es el del Castillo de Blandings donde se mezclan personajes como el viejo Conde quien sólo tiene ojos para la enorme cerda que alimenta para los concursos comarcales o su hijo atontado y despistado Threepwood (guiño, guiño).
Si alguno tiene interés en profundizar en el tema que lo comenté por aquí y seguimos con la Wodehousiana.
Si, con este texto, he podido hacer ver la luz a alguno como cuando San Pablo se cayó de su caballo sifilítico, me daré por satisfecho.