Yo me maté en una Feria. Torturas y jolgorios.

Por no hablar de los mojitos de las ferias, que yo ya tengo que pedirlos sin azúcar, por lo del low carb y eso, y para que no me apuñalen el estómago.
 
¿Pero el parque era de atracciones? (mecánicas, y tal).
Nah hombre, era una coña por el hilo de la feria que abrí hace dos semanas y como era un mierdon propuse hablar sobre hobnis. Lo de los chavales es verdad, al menos eso dicen.

A mi lo más lolesco que me pasó en una atracción fue cuando nos dió por echar escupitajos al aire en el canguro para que le cayera al de atrás y cuando me bajé de la atracción un maricón de dos metros me pegó una ostia en la nuca. No le dije nada porque supongo que me la merecía.

Os dejo unos minutos de nostalgia noventera.

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A ver señores. Para ponerles en situación.

Odio las atracciones de feria y todo lo que con ello representan. Mi misantropía exuda por mis poros.
En los deporte me ponía a jugar con las niñas porque no me gustaba y me daba alergia cualquier tipo de compañerismo o pertenencia a algo deportivo y el estar sometido a disciplina.
El monitor, que terminaba hablando de árbitros y polémicas con mis colegas, me miraba con cara de entre asco y resignación.Maricón fijo, pensaría.

Gracias a Lol , como a @Candela,todas las cuentas salieron.Y fueron unas pocas y variadas.
O tempora o Mores Mr.

Aún y así, hay ocasiones, convenciones sociales donde no puedes echarte atrás y hay que sobrellevar la situación como se pueda.

19 añazos y feria en un pueblo de la costa , donde no se por qué coño terminé con la novia y una pareja que no recuerdo.La Rana.La puta Rana.
Cómo me vería el feriante gitaner de turno de mal y de pedazo de acémila ¡qué paró la atracción para que pudiese bajar! Sólo le hice un gesto con la mano y me fijé en que me había visto perfectamente.Eso fue todo.Le di las gracias y reanudó la atracción, sin bajar a nadie mas salvo a nosotros cuatro.Le vi cara de alivio.

Mi novia, y creo recordar que el inconsciente que nos acompañaba, descojonandose sin misericordia.
Encima le gané un cocodrilo de peluche a tamaño real casi, en una moñada de carreras de camellos (puto bicho que echaba abajo de la cama de al lado para echarme una siesta por que me daba repelús.Otra neura).

También tengo cosillas de parques Acuáticos y de atracciones que las obligaciones de mí sepso me han obligado a visitar.Si eso en otra ocasión.

Bechis.
 
Tras la penosa experiencia de mi padre en los coches de choque, años después empecé a ir a las ferias de adolescente con la pandilla. He de decir que nunca me subí a las atracciones bestias que daban miedo, así que allá abajo que me quedaba yo con todas las carteras, los bolsos, el dinero, etc.

Alguna chica me lo recriminó pero no pasa nada porque no me la iba a ligar igual.

Nunca he entendido eso de sufrir por sufrir, yo creo que ahora tampoco lo haría y eso que ahora veo una montaña, la subo. Veo un toro, le recorto. etc.

En una de esas, ya en la edad del jolgorio, a una de la pandilla cada vez que pasaba la atracción se le veían las bragas, y que bragas, bragas blancas de algodón y falda de pliegues de colegiala, braguitas. 15 años y delgadita y con sus correspondientes granos. Y allí quedé yo, con mi sonrisa y los bolsos, mientras los otros por pringaos lo pasaban bastante mal.

Y la última vez que fui a un sitio de esos fue en Terra Mítica en Benidorm, pero eso ya era un grupo de “Singles”, yo con 30 y los demás más viejos. Una gorda se pasó todo el día dándome piececitos si estaba en la silla de al lado, etc. Era una gorda monstruosa, un león marino adulto, un cachalote que daba miedo, vaya día me dio, parecía baloncesto, pero me dijo que sabía dar masajes y que me quería dar uno. Y lo dijo de una forma …

Al final en casa me hice una paja yo solo, un pajote, un gran pajote, pero de los buenos, gracias a esa ballena a la que por supuesto a partir de entonces siempre evité.
 
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