mister4 rebuznó:
Dice Wetamir que la gente no cambia, cosa que es objetivamente falsa. Hay gente que no cambia, pero la mayoría sí lo hace. No es la misma necesidad de seguridad la que siente una quinceañera en la selva que es el instituto que una mujer que ha cumplido los treinta. O si no, fijense con que mujeres acaban los malotes cuando se les ha pasado el arroz.
A ver... me estás diciendo que la puerca que en el instituto se va con malotes luego con veintitantos, cuando busca pagafantas buenazos a los que modelar como arcilla, ha cambiado?
¿Que no es la misma perra egoista que busca lo que le pide el cuerpo y ve adecuado a su entorno, necesidades sociales, círculo de amistades y estatus?
No ha cambiado una mierda. Sigue siendo la misma basura de persona, sigue siendo la niña caprichosa que busca el beneficio propio y se preocupa mas por lo que pensarán los que la rodean que lo que piensa ella misma.
Las necesidades de las tias cambian según van creciendo, primero quieren el
malote teen que mate por ellas y que haga que nadie las vacile en el instituto, luego quieren al
chulazo de veintipocos marchoso que les haga vivir la vida y despierte envidias en sus amigas. Pasados los veintitantos quieren al tio ex-malote pero que ahora es
majo, tiene proyectos de vida que lleva con entusiasmo, ha viajado, es carismático y tiene coche, piso, posición, trabajo y pasta. Pasados muchos años, cuando ya están agobiadas por la hipoteca y aburridas de su pareja vuelven a querer chupar pollas de
malote, un tio mas joven que les rompa el coño a pollazos y les haga vivir una nueva relación dramática haciendo su coñazo de vida mas interesante.
En todos estos roles de tio han de ser siempre ellos los que vengan y aborden a la chica.
Ellas han de ser siempre pasivas, receptivas, las cosas les suceden sin buscarlas, su vida es un continuo encadenamiento de sucesos maravillosos que ellas no han buscado, simplemente les suceden porque son guapas y estupendas.
¿Qué hace una tia para ligar? ponerse a tiro. Nada mas, por mucha revolución sexual que traten de vendernos para una tia abordar a un tio es
humillarse, ellas han de ser el objetivo deseable, que si toman un papel activo es bajarse del trono y quedan como marujas desesperadas.
Este papel de princesa de los cojones es lo que no cambia, serán tímidas, pasivas, envidiosas, celosas, competitivas e indirectas en el instituto y lo seguirán siendo con 20, 30 y 40 años. Y si un dia, en una cena con amigos, se les ocurre decir que han cambiado, será todo una pose negacionista, tratando de borrar lo que fueron de adolescentes y siguen siendo.
Nadie cambia una mierda. Y si hoy en dia ves a alguien que en el instituto te lo hizo pasar mal, recuérdaselo, échaselo en cara.
¿Que lo has superado? ¿que no tiene sentido revivir esas cosas? ¿que hay que madurar y mirar adelante? UNA PUTA MIERDA.
En esas edades somos esponjas que absorven todo y lo que nos hacen nos marca de por vida. Probablmente, quien te haya hecho daño ni se acordará, pero tú te acuerdas cada año de aquella persona de mierda.
Descarga en esa basura el mal momento que te hizo pasar y que le cueste conciliar el sueño un par de dias, que sepa lo podrida que tiene el alma y que haga lo que haga es así y no va a cambiar.