Aunque esté de acuerdo contigo en que no tiene sentido juzgar hechos del pasado con puntos de vista éticos y legales de la actualidad, debo decirte que tu comparación entre Cristóbal Colón y Jaime I tiene un tono que, aún sin ser yo catalán, rezuma malicia y sospechosa infamia.
Jaume I pudo ir con intenciones abyectas aún antes de desembarcar. Pero no por ello resulta menos abyecto lo que hizo Colón desde que encontró una tierra de la que podía legalmente declararse regidor. Quizá no empezara su tiranía en el momento de su desembarco, pero ese día desde luego fue el punto de inflexión.
Colón se convirtió en Gobernador y Virrey de todas las tierras que descubrió de acuerdo a lo establecido en las Capitulaciones de Santa Fé. Puede que aquel 12 de Octubre de 1492 no empezara en efecto a establecer su gobierno sobre aquellas tierras, pero cuando empezó a ejercerlo lo que hizo fue una barbaridad. Y fue tal la barbaridad, atestiguada por los españoles que visitaban aquellas tierras, que los reyes católicos decidieron revocarle sus títulos y sus poderes legislativos, puesto que no respetaba la integridad de los indígenas, que como nuevos siervos de Castilla tenían los mismos derechos que el resto. Te dejo este pequeño fragmento. La cifra puede estar exagerada, sin duda. Pero las palabras de Bartolomé de las Casas son totalmente ciertas:
Bartolomé de las Casas escribió que al llegar él a La Española en 1508 había, contados todos los indios, más de 60,000 personas viviendo en la isla, de modo que de 1494 a 1508 alrededor de tres millones de indios habrían muerto en las guerras, a causa de la esclavitud o el trabajo en minas, y concluía exclamando: «Esto ¿quién lo creerá de los que en los siglos venideros nacieren? Yo mismo que lo escribo y vio y sé lo más dello, ahora me parece que no fue posible»