Cocina Alquimia gastronómica. Convertir la mierda en caviar y viceversa.

iskariote

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18 Abr 2006
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Hace poco hice un chile con cerdo que salió bastante bien. Compré para volver a cocinarlo la semana pasada pero se me echaba el tiempo encima. No quería congelar la carne y con este calor era o cocinarla o tirarla. 4 kg que no merecían irse a la basura. Mi agenda estaba en mal momento y confié en otra persona para que lo hiciera por mí.

Es increíble cómo con casi los mismos ingredientes se pueden hacer dos cosas tan distintas.

La carne estaba tiesa como el rabo de un travelo, pero conservaba sus jugos intactos (como el rabo de un travelo), mi sospecha es que la temperatura de cocción estuvo por debajo de la debida. Mis indicaciones fueron "4 horas a fuego medio en el fuego de tamaño medio", pero, por alguna inexplicable razón, estuvo 2 horas al mínimo en el fuego grande.

He intentado volver a cocinarla, eché una botella de vino y algo de agua y ahora la carne está tierna, pero suelta un líquido que no es suyo, es como si fuera agua usada del cubo de la fregona.

Y esa es la razón por la que escribo este post, porque no lo he tirado, no tengo tiempo de ir a comprar y es lo que hay en la nevera, así que hago tiempo para no tener que volver a pasar ese calvario.



Por el contrario, el otro día sucedió una cosa maravillosa. Hice el cerdo cubano, que lleva un marinado con pomelo y unas cuantas cosas que puse en el hilo de recetas bajas en carbohidratos. Salió de puta madre, aunque lía una humareda de tres pares de cojones, la carne suelta grasa y entre eso y lo que la recubre, parece que la casa se esté quemando. Aunque coloco una bandeja debajo para recoger lo que cae, el horno se puso perdido, no sé bien cómo. Debido al tiempo que se pasa ahí, gran parte de ese residuo se quema y se carboniza.

Obviamente lo iba a limpiar su puta madre.

El caso es que el otro día tocaba pizza, la meto al horno que acababa de calentarse y me ausento. A los pocos minutos me llega el familiar aroma de la humareda padre que se lía cuando hago el cerdo. "Mierda, el horno está sin limpiar, la pizza va a salir con sabor a cerdo o algo peor". Esto me recordó una vez que alguien hizo en mi horno el peor bizcocho jamás visto, en esa ocasión los restos de suciedad eran de una pizza con anchoas, dándole al bollo un aroma que, acompañando su consistencia de torta quemada, le dio un galardón que dudo que pueda serle arrebatado alguna vez.

Tampoco me iba a poner a limpiar en ese momento.

Al sacar la pizza del horno tenía tanta hambre que me daba igual el sabor. El caso es que fue probarla y tocar el cielo, los restos carbonizados le habían dado un aroma que engañaría a cualquier gourmet si le contases que se ha hecho en horno de leña. Qué puta maravilla, qué recompensa cósmica por la pereza y el desprecio absoluto por la higiene de un lugar tan sagrado como la cocina.

Juré no volver a limpiar el horno y ayer me hice otra pizza, tenía algún matiz pero se ve que tengo que reponer el contenido en combustible fósil porque la esencia era menos prominente.



Y vosotros,
¿Qué cagadas estrepitosas os habéis marcado en la cocina? ¿Cómo las habéis solucionado?
¿Qué desgracias se han convertido en virtud? ¿Las habéis incorporado a vuestra receta o se quedaron en anécdota?
 
Desde luego esto sigue siendo la misma mierda de hace años, jajajaja. Que acojone. Lo peor de todo son los carapingas que yo pensaba que por estas alturas ya estarían muertos o en la cárcel y resulta que aún pululan por aquí.

Que os follen, jiji!!
 
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