Anécdotas hospitalarias LOL. Cuenta tu experiencia cercana a la muelte

A los 14 años me desperté un lunes con 40 de fiebre y una pata paralizada. Mi madre conmigo echando hostias al centro de saluc. Allí me vendan la pata y me dicen que vuelva por la tarde. Vuelvo y me desvendan la pata y que vuelva mañana. Al día siguiente con casi 41 de fiebre y mi madre loca perdida me lleva al centro de saluc que o me hacen una radiografía al menos o vuelve con la pulisía. Me hacen radiografía y me dicen que no ven nada y que ellos no saben qué hacer. Me mandan aspirinas o algo así. Ni unas muletas me dieron.
El miércoles me despierto y marco 41 en el termómetro y ya mi madre dice que de centro de saluc nada, que al hospital de cabeza. Me lleva al niño Jesús y me dicen que allí ya no me tratan, que al tener 14 tire a la princesa. Voy allí y me dejan en una sala llena de viejos. Entablo una conversación con un viejo que me dice que qué me pasa mientras posa su mano en mi muslo. Una enfermera llega y le dice que cómo le vuelva a ver con su mano encima mía se lo dice a quien él ya sabe. Por aquél entonces no sabía que pasaba.
Bueno, la situación lolesca llega ahora. Me dicen que haga pis en un bote así que yo, que me llevaba meando un rato, no sólo lleno el bote sino que lo reboso y el pis cae por el exterior del vaso como si de una jarra de cerveza se tratase. Se lo llevo a la enfermera y me mandan a una habitación con un señor muy delgado y con un color bastante grisáceo. Entra la enfermera y se pone a hablar con el doctor; que mire, que este paciente tiene retención de orina, que hay que operar ya. Todo esto lo hacen de espaldas a nosotros los pacientes pues están preparando algo. Yo empiezo a decir que no retengo nada, que he rebosado el vaso porque me estaba meando toda la mañana. Los médicos a si bola, siguen hablando de operar ya del riñón. Vuelvo a decir que hostia puta que decís, os estáis confundiendo. Siguen como si nada y yo acojonado de que me fuesen a operar sin motivo, salgo " corriendo" a la pata coja y con la bata de mierda esa abierta por el culo y la espalda. De la carrera a pata coja se me acabó cayendo a los pies dicha bata así que llegué a recepción desnudo y llorando al grito de mamaaaaaa que se están confundiendo! Que he meado mucho aposta!!
Total, que llegan los médicos y explican que no se estaban refiriendo a mi, sino al otro paciente pero yo ya no me fío y digo que mis cojones voy a volver al matadero ese a que me quiten los órganos. Pues nada, un par de celadores me llevan como a los locos en la pelis y allí me intuban para meterme la medicación, que es lo único que querían hacerme. Cada 15 minutos llegaba una enfermera o auxiliar a preguntarme si yo había sido el niño que había aparecido en recepción desnudo y gritando. Me hice bastante famoso en la princesa.
Los médicos dijeron que no sabían qué tenía y que me tenía que quedar esa noche. Me pusieron en una habitación con un señor que le acababan de quitar la laringe y que tosía por el bujero ese y le salían mocos negros también por allí. De madrugada se puso a toser como un loco y la mujer llamó a las enfermeras que vinieron echando hostias pero no evitaron que la puta cánula que llevaba en el bujero, saliese disparada y detrás de ella un torrente negro de sangre o mocos o yo qué coño sé. No sé qué pasó con él. Esa noche, llegó una enfermera y me tomó la temperatura que seguía muy alta y me dijo que tenía que bajarme la temperatura, que no podía ponerme peor y joder a toda mi familia. Me pasé la noche pensando para mí que tenía que bajarse la temperatura e imaginaba a una especie de ejército que vencía dentro de mi a la fiebre.
Al día siguiente amanecí como una rosa. Ni fiebre ni pierna moñeca ni nada. Por la tarde me mandaron a casa y se pasaron llamando para ver mi evolución todos los días durante un par de semanas y nadie nunca supo qué pasó. Una bacteria, seguramente, dijo un doctor.
 
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A los 14 años me desperté un lunes con 40 de fiebre y una pata paralizada. Mi madre conmigo echando hostias al centro de saluc. Allí le vendan la pata y me dicen que vuelva por la tarde. Vuelvo y me desvendan la pata y que vuelva mañana. Al día siguiente con casi 41 de fiebre y mi madre loca perdida me lleva al centro de saluc que o me hacen una radiografía al menos o vuelve con la pulisía. Me hacen radiografía y me dicen que no ven nada y que ellos no saben qué hacer. Me mandan aspirinas o algo así. Ni unas muletas me dieron.
El miércoles me despierto y marco 41 en el termómetro y ya mi madre dice que de centro de saluc nada, que al hospital de cabeza. Me lleva al niño Jesús y me dicen que allí ya no me tratan, que al tener 14 tire a la princesa. Voy allí y me dejan en una sala llena de viejos. Entablo una conversación con un viejo que me dice que qué me pasa mientras posa su mano en mi muslo. Una enfermera llega y le dice que cómo le vuelva a ver con su mano encima mía se lo dice a quien él ya sabe. Por aquél entonces no sabía que pasaba.
Bueno, la situación lolesca llega ahora. Me dicen que haga pis en un bote así que yo, que me llevaba meando un rato, no sólo lleno el bote sino que lo reboso y el pis cae por el exterior del vaso como si de una jarra de cerveza se tratase. Se lo llevo a la enfermera y me mandan a una habitación con un señor muy delgado y con un color bastante grisáceo. Entra la enfermera y se pone a hablar con el doctor; que mire, que este paciente tiene retención de orina, que hay que operar ya. Todo esto lo hacen de espaldas a nosotros los pacientes pues están preparando algo. Yo empiezo a decir que no retengo nada, que he rebosado el vaso porque me estaba meando toda la mañana. Los médicos a si bola, siguen hablando de operar ya del riñón. Vuelvo a decir que hostia puta que decís, os estáis confundiendo. Siguen como si nada y yo acojonado de que me fuesen a operar sin motivo, salgo " corriendo" a la pata coja y con la bata de mierda esa abierta por el culo y la espalda. De la carrera a pata coja se me acabó cayendo a los pies dicha bata así que llegué a recepción desnudo y llorando al grito de mamaaaaaa que se están confundiendo! Que he meado mucho aposta!!
Total, que llegan los médicos y explican que no se estaban refiriendo a mi, sino al otro paciente pero yo ya no me fío y digo que mis cojones voy a volver al matadero ese a que me quiten los órganos. Pues nada, un par de celadores me llevan como a los locos en la pelis y allí me intuban para meterme la medicación, que es lo único que querían hacerme. Cada 15 minutos llegaba una enfermera o auxiliar a preguntarme si yo había sido el niño que había aparecido en recepción desnudo y gritando. Me hice bastante famoso en la princesa.
Los médicos dijeron que no sabían qué tenía y que me tenía que quedar esa noche. Me pusieron en una habitación con un señor que le acababan de quitar la laringe y que tosía por el bujero ese y le salían mocos negros también por allí. De madrugada se puso a toser como un loco y la mujer llamó a las enfermeras que vinieron echando hostias pero no evitaron que la puta cánula que llevaba en el bujero, saliese disparada y detrás de ella un torrente negro de sangre o mocos o yo qué coño sé. No sé qué pasó con él. Esa noche, llegó una enfermera y me tomó la temperatura que seguía muy alta y me dijo que tenía que bajarme la temperatura, que no podía ponerme peor y joder a toda mi familia. Me pasé la noche pensando para mí que tenía que bajarse la temperatura e imaginaba a una especie de ejército que vencía dentro de mi a la fiebre.
Al día siguiente amanecí como una rosa. Ni fiebre ni pierna moñeca ni nada. Por la tarde me mandaron a casa y se pasaron llamando para ver mi evolución todos los días durante un par de semanas y nadie nunca supo qué pasó. Una bacteria, seguramente, dijo un doctor.

Suele pasar que cuando no tienen idea de qué pasa echen la culpa a alguna bacteria o virus.

Cuando lo de mi madre, que estuvo más cerca de Villarriba que de aquí, dijeron que fue un estafilococo o no se que hostias.
 
Tenéis unas anécdotas muy loleantes en Hospitales, la única vez que he tenido una estancia prolongada fue un poco meh. No hace mucho, un par de años, tenía la boda de mi primoh un sabadete, un mes de noviembre. Así que como un buen obsesivo del control que soy, dispuse la noche anterior mi ropita, incluídas dos camisas Rásmor para que no me pasara lo de la última vez y me dispuse a tirarme en el sobre. Saboreando ya la mariscada que me iba a apretar al día siguiente, me entregué al sueño de los que lo tienen todo bien atado.

Pero a esto de las 2:00 AM, un dolor muy chungo que abarcaba la zona de esternón y espalda comenzó a darme la lata, así que después de caminar varias veces el pasillo de casa, desperté a la churri y arrancamos para el hospital. Dudé entre SS y el privi, pero viendo la última vez que había ido a urgencias, tiré por el de pago, que para eso me cuesta mis dineros.

Llego a Urgencias y en 0,0 me estaban haciendo pruebas, metiéndome una pastilla debajo de la lengua y demás, supongo que ante los síntomas que parecían ser de un heart-attack. Yo me quejaba la ostia, el dolor era insoportable supongo, y conseguí que me metieran la morfina, sustancia que me flipa. Y así la chica que me la inyectaba cumplió su parte, pero a los cinco minutos seguía el dolor y pedí más dosis, montando medio pollo porque me estaban timando con la droja, como si me hubieran dado un pollo con demasiadas mierdas para cortarlo. Bajo los efectos de morfeo, dije que me piraba, que tenía una boda en diez horas y quería dormir y estar con cierta presencia, ante el cachondeo de médicos y demás, que me dieron una palmadita.

Me suben a planta de los enfermos cardíacos y comienzan a meterme vías, y me ponen una petaca con unos electrodos en el pesho. Yo, pesado ya de normal, enfermo rozo el auténtico macarra, les decía que mis cojones 29 era aquello del corazón, que me hacía cinco sesiones de spinning a la semana, más remo y las de dios, y que mi patata iba como la de un teenager. Pero ni caso, me iban haciendo electros y demás todas aquéllas ninfas de hospital privi, jóvenas y en la treintena las mayores. Me dije que con morfina y tan buena compañía, al menos iba a sacar unas risas.

Esto era que además de las pruebas no se podían hacer todas porque era finde, y la doctora ya me tenía reservado hacerme no sé qué mierdas con un catéter, y ahí ya me puse firme y pedí por mis santos huevos, que me avisaran al médico de digestivo que me atendía, que además tenía consulta en ese mismo hospital. Al día siguiente, nuevo dolor y nueva dosis de morfine. Pero la noche me aguardaba una sor presa. Cuando parecía que iba a dormir, y me habían dado un orfidal y todo, apareció, en vez de la enfermera cachonda Vanessa con la que hacía risas, una religiosa de unos 60 años, pequeña, con ese cutis que tienen las monjas y con unos ojos azules de los que te ponen en sobreaviso de que algo bueno no te espera. Era la encargada del turno de noche, y me monitorizaba la petaca que registraba mis latidos. Pues bien, a la hora de conciliar después de más de 48 horas de dolor y cansancio, entraba la monja sobre las 2-3 de la mañana a mirarme los electrodos, porque la máquina del puesto le pitaba. Y me volvía a cambiar los putos electrodos, que para los que son peludos como yo, digamos no es una tarea agradable. Y así seguía la noche, cada media hora, cuando ya quedaba medio dormido de puro agotamiento, entraba nuevamente la monja infernal a arrancarme con cierta mala ostia las pegatinas, haciéndome una escabechina en mi pesho viril.

Hasta que se me inflamaron los cojones, y me levanté, fui hasta el puesto y conseguí que cambiaran la puta petaca, que era lo que para mí fallaba. Mano de santo, pero eran ya como las seis de la mañana y media hora después, empezaban a sacarme sangre y todas las pruebas diarias. Conseguí por fin que trajeran a mi médico, mandó hacer una colangio-resonancia y saltó que era de la vesícula. A los tres días me la quitaron y aquí estoy. No me olvidaré jamás de aquella Sor.
 
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Poco después, y citando a una hija de putisima profesora de euskera que tuve en el instituto cuando me dijo 'al perro sarnoso todo son pulgas', me dio el apéndice. Pensaba que era una gastroenteritis sin más, bastante abundantes y comunes, así que intente aguantar mientras mi madre decía 'bebete unos aquarius y come arroz blanco y veras como se te pasa hombre'. Aguante si pero no recuerdo exactamente cuanto. Tuvo que ser lo suyo porque cuando me ingresaron y me abrieron vieron que el apéndice estaba empezando a cangrenarse, y de esa mierda la peña se muere. Me preguntaron a ver como cojones había aguantado tanto tiempo el dolor, lo cual me lleva a lo que he escrito en el primer párrafo. .

Y ya.

Peritonitis. Así se llama cuando el apéndice está jodido

A mi me operaron de urgencias cuando ya apareció la fiebre. Yo también aguante muchos dolores, pero no dije nada.

En clase un día me puse a sudar y a reirme sólo mientras me daban taquicardias, la maestra se me acerco y me dijo que estaba muy colorado. Me puso la mano en la frente y estaba ardiendo. Llamaron a mis padres, corriendo al médico y de allí en ambulancia al hospital.

Me tuvieron dos dias con el corte abierto para que supurara y poder extraer todo el pus que generaba aquello.

Y si. Casi la palmo por aquello debido a que el apéndice había reventado y esta descomponiendose. Habia soltado bacterias a espuertas y la infección ya me llegaba al abdomen. Tuve un tratamiento de meses
 
Mis anécdotas, de hace un lustro o así, pues las de la mayoría:

- mes y medio de estancia, muy divertido comer con jeringuilla y con pajita. Súper chachi el agujero de la traqueotomía, lo mejor era cuando me daban ataques de tos, y echaba todo el mocazo verde por el agujero, alguna vez llegó a la pared de enfrente.

- comodísimas las camas, me daba con la planta de los pies, son Caótico size. El tiempo en el hospital pasa muuuuuy lento, se te hace eterno, y si estás empastillado, mucho más. Las enfermeras, en general muy majas (y Majes) pero había un par de brujas, con esas era con las que esperaba para que me limpiaran la cacota, por zorras.

- compañero de habitación, durante una semana, luego se lo llevaron para tenerlo aislado: joven de treintaytantos, monitor de acampada, un fin de semana que vuelve de Gredos con picor en el tobillo. Empieza a tener fiebre, va al ambulatorio, pastillas y p'a casa. Sigue malo, así que va al hospital, le empiezan a mirar mejor, hasta que descubren, ya un poco tarde, que lo que tiene es una picadura de algún bicho, que le ha dejado dentro de la piel un trillón de huevos. Resumo: unas veinticinco operaciones en unas de años, injertos varios de piel que son rechazados, le hacían friegas con vinagre que provocaban alaridos que se escuchaban en Tombuctú. Que días aquellos, cómo olvidarlos. Sorry, no pics. Quien quiera gozar, que googleé 'huevos araña piel'.
 
Peritonitis. Así se llama cuando el apéndice está jodido

A mi me operaron de urgencias cuando ya apareció la fiebre. Yo también aguante muchos dolores, pero no dije nada.

En clase un día me puse a sudar y a reirme sólo mientras me daban taquicardias, la maestra se me acerco y me dijo que estaba muy colorado. Me puso la mano en la frente y estaba ardiendo. Llamaron a mis padres, corriendo al médico y de allí en ambulancia al hospital.

Me tuvieron dos dias con el corte abierto para que supurara y poder extraer todo el pus que generaba aquello.

Y si. Casi la palmo por aquello debido a que el apéndice había reventado y esta descomponiendose. Habia soltado bacterias a espuertas y la infección ya me llegaba al abdomen. Tuve un tratamiento de meses
¡Joder, qué hubiese sido del foro si llegas a espicharla!
 
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A mí sólo me han ingresado una vez y para operarme de apendicitis. Esa misma mañana había estado haciendo ski acuático. Me empezó a doler y para Madrid de vuelta, directo a Urgencias.

En la operación me sucedió algo parecido a lo de @Morzhilla: me desperté. O, por ser más preciso, mi cerebro se despertó. Pero sólo mi cerebro, pues hice todos los esfuerzos del mundo por intentar mover un músculo y me resultó completamente imposible. No sentí nada, fue cosa de unos pocos segundos y enseguida me volví a dormir.

Estaba bastante gordo para la época (hoy día casi sería un niño estándar) y, como la anestesia va por peso, creo que me la pusieron de adulto o casi. Vamos, que yo estaba en infantil por la edad del carnet, porque era un buen lechón. Estaba en una habitación múltiple bastante grande (éramos 6 o así) y ahí me enteré de que existía una enfermedad llamada anorexia, porque había una niña/chica que la tenía. Recuerdo (hace siglos, quizá mi memoria haya tergiversado aquello) que tenía la nariz como grapada/cosida... Una cosa extraña. Creo que cuando me dieron el alta le regalamos (no sé si sólo a ella o al resto también) todos los tebeos que me habían traído, por iniciativa de mis padres (no es que yo fuera egoísta, es que ni caí en el detalle, era muy crío).
 
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Pues estando yo cuidando a mi madre en el hospital, en la cama de al lado había una anciana de noventayalgo años, que estaba como una cabra furiosa todo el rato, llorando, intentando quitarse los cables cada dos por tres, gritando con rabia a sus familiares por cualquier cosa... Pero vamos, lo normal cuando una persona simple de repente ha de hacerle frente a la Parca.

Lo extraño eran, precisamente, sus familiares. Venían el nieto bohemio y el hijo ingeniero a vigilarla por turnos para que no se tirara de cabeza desde la cama al suelo. Junto con el hijo ingeniero solía venir una negra veinte años menor que él, algo que llamaba mucho la atención. Como no se demostraban afecto delante de la anciana, pensé que igual era una empleada doméstica o algo así. Pero la anciana no la reconocía nunca, sino todo lo contrario: la observaba con suspicacia, hasta que al final estallaba y aullaba que la estaban tomando el pelo, que si se creían que era idiota o qué.

Pensé entonces que quizás tendría alzheimer y por eso no se acordaría de la negra, pero la visita de una amiga muy rara del nieto bohemio me despejó todas las dudas. Llegaron el bohemio y la rara primero, saludaron a la anciana y todo bien, sonrisas y charla cordial. Luego llegaron el hijo ingeniero y la negra pseudo criada doméstica, y se armó el pastel. La rara no se enteraba de nada, así que cuando el bohemio le explicó que la negra era pareja de su padre, ella inmediatamente fue (a saber por qué) a decírselo a la anciana, la cual montó en cólera enseguida, y tuvieron el hijo y el nieto que sujetarla con todas sus fuerzas para que no se quitara los cables hasta que llegó la enfermera a sedarla. Una vez dormida, ambos le tuvieron que explicar a la rara que la anciana era racista a tope, muy conservadora, que había metido la pata, pero que bueno, que no pasaba naaaada... Y ella diciendo ante todo que "ups, no tenía ni idea"... con un ligero deje a JIJ KING SIZE:

TrollFace.jpg

No sé, una tía muy rara... Aunque a mi madre le hacía mucha gracia, eso sí :lol: Al menos le amenizó la noche.

Y no sólo eso. Resultó que esa chica se había peleado con sus padres en casa y se negaba a volver, así que, a regañadientes, el bohemio la dejó quedarse a dormir. El padre ingeniero y su putita de ébano se habían largado hace horas, hartos y deseosos de cobrar herencia de una vez por todas imagino. La rara vio que había una cama sin ocupar, y se tumbó en ella. Al instante, entraron corriendo dos enfermeras que nos pegaron un susto de muerte, pensando que algo le había pasado a alguien. Pero no, resultó ser que no se podía uno tumbar en las camas para enfermos, porque las contaminaban. :face: Así que quitaron todas las fundas, sábanas y mantas,dejando solo el colchón desnudo, y pusieron otros ropajes limpios. No dábamos crédito al currazo.

Y aún quedaba más. Al principio, la rara y el bohemio hablaban el uno al lado del otro, pero al llegar las dos de la mañana o así, la anciana empezó a despertarse de su sopor, y el bohemio se apresuró a relegar a la rara a un rincón oculto a la vista de la anciana. "Ni se te ocurra chistar", le dijo. Ella aguantó estoicamente el haber sido marginada como un perro en Islandia, pero le duró poco. Tras reptar patéticamente por el suelo y conseguir salir de allí sin ser vista por la anciana, oímos tras la puerta que lloraba desconsolada, y el bohemio fue entonces corriendo tras ella. No sabemos qué le habrá dicho, pero consiguió que volviese (reptando, eso sí) a su rincón detrás de la cortina y se quedara tranquilamente allí toda la noche. Aunque la anciana no tenía de tonta ni un pelo, y estuvo toda la noche dando por culo con que si es que se creía que no se enteraba de nada, que sabía que algo pasaba... En resumen, que la rara durmió plácidamente como buena troll, mientras que el pobre bohemio amaneció con unas ojeras como platos. ¿Y nosotros? Pues ni falta que nos hizo hackear la tv esa noche, ya ves tú.
 
Mis anécdotas, de hace un lustro o así, pues las de la mayoría:

- mes y medio de estancia, muy divertido comer con jeringuilla y con pajita. Súper chachi el agujero de la traqueotomía, lo mejor era cuando me daban ataques de tos, y echaba todo el mocazo verde por el agujero, alguna vez llegó a la pared de enfrente.
¿Pero qué cojones te pasó para que te tuvieran que hacer una puta traqueotomía? :lol:
 
Tres veces he estado en un hospital más de 2 días, 2 de acompañante y una de paciente, siempre privado o semi privado y con TV gratis.

La única que he estado de paciente fue en octubre de 2012 por un cólico al riñón.
Había sufrido varios cólicos desde los 20 años más o menos hasta ese mes de octubre que gracias a dios y a que me empecé a cuidar no se han vuelto a repetir.

El caso es que me levanté sobre las 2 de la mañana con un dolor que me era bastante familiar, un dolor como cuando te das un golpe en los huevos que, poco a poco iba subiendo por la espalda hasta el riñón, concretamente el derecho en esa ocasión.

Hice lo habitual, espidifen, botella de agua y sentarme en la taza mientras intentaba mear la piedra. Pasaron las horas y el dolor y los temblores seguían. A las 8 de la mañana me metí a la cama totalmente exhausto. Conseguí dormirme pero al poco tiempo desperté con más dolor y decidí llamar a mi mujer para que me llevara al hospital.

Nada más llegar me pincharon algo y el dolor comenzó a desaparecer, que sensación de bienestar, de paz. No podía mantener los ojos abiertos. Me hicieron algunas pruebas y a la habitación.

En cuanto me empezaba a molestar un poco llamaba a la enfermera que me metía algo por la vía y el dolor se mitigaba rápidamente.

Así pasé 2 días hasta que llegó el urólogo y me explicó que tenía una piedra bastante grande atascada en el uréter derecho. Había que operar al día siguiente. Me dijo que me metería una sonda por el pito hasta llegar a la piedra y luego la cogería para ayudarla a salir. Solo de pensar en el dolor me puse blanco.

Antes de irse me recomendó ponerme de puntillas agarrado a la cama y dejarme caer sobre los talones con todo el peso del cuerpo. Repetirlo hasta sentir dolor, llamar a la enfermera para que me quite el dolor, y seguir con el punta-talón.
No sé cuanto tiempo estuve haciéndolo.

A la mañana ya no me dieron desayuno, me hicieron unas últimas pruebas y me dieron una esponja de esas desinfectantes y ropa esterilizada. Me duché, me vestí y me tumbé en la cama esperando mi destino.

Se abrió la puerta y entró la enfermera con una sonrisa y el desayuno me dijo, que suerte tiene usted señor, en la ecografía de esta mañana ya no se ve la piedra, desayune y vístase mientras viene el doctor con el alta.

Como ya he dicho, desde entonces nada en estos casi 6 años.



Una cosa que sí recuerdo es que esa mañana en la ducha me eché varios pedos y me llamó la atención que eran los primeros pedos desde el comienzo del cólico. No sé si tuvo algo que ver una cosa con la otra pero mientras estuve malo ni caca ni pedos.

Resumen:

No os guardéis los pedos que producen piedras en el riñón.
 
Ahora tengo que salir y no sé a qué hora volveré, si me da tiempo lo cuento, si no, mañana sin falta. Bueno, contando con que no lo haya contado ya, pero no recuerdo haberlo hecho. En 2011 me operaron de colon y estuve a punto de espicharla. Tengo que decir que por aquel entonces me emepeaba con el señor Cabezas, el cual estuvo a mi lado anímicamente antes y después de la intervención, y por ello, a él va dedicada esta historieta. Hubo mucho LOL durante todo el proceso que comprende desde llegar al hospital pa que me ingresasen hasta salir ya curao, intentaré no dejarme nada atrás, porque si quiero sacarle todo el jugo va a quedar un ladrillaco, pero es lo suyo, no olvidarme de nada.
Vuelvo y lo cuento lo más rápido que pueda.

Señor Apofis y señor Ricardo, son ustedes grandes.
 
Pues mi primera vez fue a los 9 años cuando me operaron de amígdalas y vegetaciones, no tengo mucho que contar ya que no es nada del otro mundo, más que nada el miedo que se tiene a esas edades tan tempranas, lo mejor fue que me inflé a helados ya que se recomienda comer cosas frías para que cicatrice antes.

Luego con 13 años me operaron de fimosis, ya ves, se me quedaba la cabeza de la tortuga a medio salir, era un quiero y no puedo, a veces me quería retraer el pellejo hasta el final y veía las estrellas.
Pues nada, recuerdo la vergüenza de aquello y como las putas de las enfermeras iban con la media sonrisilla en la cara sabiendo que iban a ver pene joven. Recuerdo como anécdota que les decía que me pusieran más anestesia ya que me dolía y el joputa el cirujano me dijo que ya no podía ponerme más, me cagué en todo para mis adentros aunque no me vino mal del todo porque del dolorcillo tampoco se me ponía gorda, cosa que se me hubiera puesto como brazo gitano de la enfermera que me estaba acariciando la muñeca para que estuviera tranquilo, era preciosa la perra, Dios sabe las pajas que cayeron después pensando en ella.
Lo peor fue el postoperatorio porque, claro, te dicen que evites a toda costa excitarte para que no se te salten los puntos, no lo he pasado peor en mi puta vida, para mí la paja diaria es credo y estar 3 semanas sin acariciar mi otra cabeza se me hizo un mundo, a las 2 semanas me hice la primera paja como pude, con mucho cuidado y mimo, no podía más, la cantidad de cuajo que eché era para haber hecho un queso.
Muchos no lo entenderéis ya que no habréis pasado por ello, pero lo mejor viene luego, cuando por fin, después de tantos años viendo como la tortuguita se queda a medio salir, veías un cabezolón brillante, altivo, sano y arrogante dispuesto a comerse el mundo, es algo indescriptible, joder, se me saltan las lágrimas y todo de la emoción.

Después fue una ocasión que ahí sí que le vi las orejas al lobo, esto ya curtidito, con 27 años, en pleno julio con 40 grados a la sombra a las 12 del mediodía, me caí redondo perdiendo el conocimiento, mi madre que estaba al lado os podéis imaginar el disgusto, me llevó la ambulancia al hospital y allí mientras esperaba en la sala de espera me volvió a dar otro jamacuco y sí que recuerdo,como entre nieblas, cómo ya se alborotaba el lugar y me cogían entre tres o cuatro en volandas rápido a una sala, me desperté como a las 2 o 3 horas con un gotero. Cuando desperté me acuerdo que la zorrupia de la médica que me atendió cuando llegué al hospital, estaba buena la jodia y tendría la misma edad que yo, se me acercó casi a la oreja y me dijo, literalmente: "¿la madre que te parió, por qué no me dijiste antes que nada que anoche cogiste una mierda del copón?":lol::lol:
Tener sangre en alcohol y temperaturas altas es mala combinación.

Ale, menudo ladrillo, si alguno ha llegado hasta aquí enhorabuena, y si no pues que le den por culo, igualmente.
 
Después de cinco años de continuos dolores de estómago, un familiar del hospital me hizo un poco de caso. Cuando de verdad miraron mi vesícula viliar estaba a punto de reventar (de hecho, reventó en la operación y casi me quedo en el sitio) .Despues de la operación un familar médico se cagó en toda la casta de los que me habían tratado antes, me podían haber salvado la vesícula al ser una persona sana y no tratarlo a tiempo... pero esa es otra historia.

El primera noche de hospital, me operaron por la tarde de puta madre, me tocó solo en la habitación. La segunda me pusieron un compañero de habitación que estaba algo muñeco, sin problemas.

El problema llegó la tercera y última noche... me meten en la habitación un tio de setenta años con perforaciones en el intestino. El tipo llevaba mas tubos por el cuerpo metidos que daba susto. Me lo ponen al lado, el muy simpático, la señora la típica de de su edad, que no dice nada y una hija de cuarenta y pocos. Todo bien hasta que llega la noche...

Me despierto a las dos de la mañana, el tipo gritando: LA LEÑA, NADIE VA VA POR LA LEÑA!!! Yo digo que qué pasa y el sigue: LA LEÑA, NIÑA SUBE POR LA LEÑA QUE TE PASA!!! En ese momento se levanta de la cama y se arranca tropecientos tubos que llevaba en el cuerpo... Pero a los bestia... En eso que la hija se levanta y le pega una ostia que la viste de torero, la mujer se incorpora y le mete otra DOBLE COMBO y yo allí entubado sin poderme mover. En ese momento aparecen tres enfermeras y lo consiguen tumbar: LA LEÑA, DONDE ESTÁ LA LEÑA, así hasta las siete de la mañana, el quitándose los tubos del cuerpo y las enfermeras metiéndoselos. y soltando hostias como panes a enfermeras, su familia y todo lo que se arrimara.

Despierta el dia siguiente y me ponen en una silla con el al lado, para ver la tele y el me dice: QUE BUENA NOCHE, NO SE HA ESCUCHADO UN RUIDO!!!
 
Después de cinco años de continuos dolores de estómago, un familiar del hospital me hizo un poco de caso. Cuando de verdad miraron mi vesícula viliar estaba a punto de reventar (de hecho, reventó en la operación y casi me quedo en el sitio) .Despues de la operación un familar médico se cagó en toda la casta de los que me habían tratado antes, me podían haber salvado la vesícula al ser una persona sana y no tratarlo a tiempo... pero esa es otra historia.

El primera noche de hospital, me operaron por la tarde de puta madre, me tocó solo en la habitación. La segunda me pusieron un compañero de habitación que estaba algo muñeco, sin problemas.

El problema llegó la tercera y última noche... me meten en la habitación un tio de setenta años con perforaciones en el intestino. El tipo llevaba mas tubos por el cuerpo metidos que daba susto. Me lo ponen al lado, el muy simpático, la señora la típica de de su edad, que no dice nada y una hija de cuarenta y pocos. Todo bien hasta que llega la noche...

Me despierto a las dos de la mañana, el tipo gritando: LA LEÑA, NADIE VA VA POR LA LEÑA!!! Yo digo que qué pasa y el sigue: LA LEÑA, NIÑA SUBE POR LA LEÑA QUE TE PASA!!! En ese momento se levanta de la cama y se arranca tropecientos tubos que llevaba en el cuerpo... Pero a los bestia... En eso que la hija se levanta y le pega una ostia que la viste de torero, la mujer se incorpora y le mete otra DOBLE COMBO y yo allí entubado sin poderme mover. En ese momento aparecen tres enfermeras y lo consiguen tumbar: LA LEÑA, DONDE ESTÁ LA LEÑA, así hasta las siete de la mañana, el quitándose los tubos del cuerpo y las enfermeras metiéndoselos. y soltando hostias como panes a enfermeras, su familia y todo lo que se arrimara.

Despierta el dia siguiente y me ponen en una silla con el al lado, para ver la tele y el me dice: QUE BUENA NOCHE, NO SE HA ESCUCHADO UN RUIDO!!!

Quitando lo de viliar con uve, gran relato. Ha captado con maestría las ganas de estrangular a los putos viejos desorientados por el efecto de los opiáceos.

Me acuerdo cuando estaba en reanimación, viendo salir tentáculos del bolso de una enfermera (:lol:), que había una puta vieja que nos estaba dando la matraca a todos los recién operados gritando no sé qué de que la habían secuestrado y que se llamase a la policía. Todavía me estoy cagando en su puta madre.

No se les puede sacar de casa.
 
Última edición:
Estoy por abrir un hilo en plan: ¿COMO DESPERTATE DE LA ANESTESIA?
 
Los hospitales, esos lugares donde poner a prueba la fe.
La fe en Dios, bien sea el Dios de la Biblia, el Dios del Libro del Amor, ó el Dios de mecagüen.
La fe en la ciencia, en la humanidad, en los valors, en fin, en todo.

Una de tantas noches que acompañé a mi mama, la pusieron al lado a una vieja de unos noventa. Tenía un tumor en el diodeno que crecía y la oprimía la médula espinal, provocándola unos terribles sufrimientos.
Todo el día y toda la noche la daban calmantes, pero los dolores vencían. Gritaba, lloraba, tenía algún momento de lucidez, pero la mayoría del tiempo eran delirios y quejíos.

Tenía dos hijos, mayores de sesenta ambos:
Una era una mujer de esas religiosas de la deep spain. Era religiosa seglar, una diacona ó algo asín, no se explicarlo bien. Vestía casi como una monja, pero no tanto:
En los momentos de lucidez le decía la vieja:
- ¡Ay hija! ¿ Por qué Dios me ha mandado este tormento ?
- Madre. Son pruebas que nos pone el Señor, los caminos de Dios son a veces sinuosos. Recemos a la Virgen para que interceda y tal ....


El otro hijo, mayor, ya jubilado. Un tipo grande, fuerte y recio. Fuerte y recio de cuerpo y espíritu, el típico hombre duro del campo. No solía mostrar sus sentimientos, era de esos que sabe lo que debe hacer, y debe hacerlo sin aspavientos.
En mitad de la noche, a veces , le venía algún momento de lucidez a la vieja:
- Hijo mío. Tu que me quieres, tú que eres fuerte: ¡ Mátame ! Acaba con este dolor, no quiero vivir más.
¡ Mátame, te lo suplico !

El hijo la consolaba como podía, era duro y se lo hacía más todavía. Pero a veces se venía abajo.
- ¿ Dónde está ese tu Dios, madre ? ¿ Dónde está la virgencita de mi hermana ? ¿ Dónde ?
Madre, tu no has hecho nunca el mal a nadie, has sido siempre buena gente, cuidando de padre, de nosotros, ayudando a la gente, yendo a misa ...
¿ Por qué a ti , madre, por qué a ti ?

(blasfemias y tal )


Otra noche que me tocó, el hijo se bajó a tomar un café.
En eso que la vieja se despierta, se queja de sus dolores, y se medio levanta de la cama. Me acerco un poco por si la podía atender.
Me mira con ojos saltones, como de loca, una imagen de peli de miedo, algo de miedito si que tenía. Estaba medio lúcida:
- ¿ Quién es usted ?
- Soy el hijo de la señora del al lado, que está dormida. Su hijo ha ido a tomar café . ¿ Quiere que llame a las enfermeras, que la traigan calmantes ?
- No quiero enfermeras. No quiero calmantes. Usted parece un tipo fuerte como mi hijo.
¿ Usted cree en Dios ?
- Pues algo, no mucho, no se (miedito)
- Es igual. ¡Máteme! Por amor de Dios, por humanidad, por lo que usted más quiera. Mi hijo no se atreve
¡ Máteme, por favor, acabe con esto !

K♂rma y vuestro en Kristo.
 
Después de cinco años de continuos dolores de estómago, un familiar del hospital me hizo un poco de caso. Cuando de verdad miraron mi vesícula viliar estaba a punto de reventar (de hecho, reventó en la operación y casi me quedo en el sitio) .Despues de la operación un familar médico se cagó en toda la casta de los que me habían tratado antes, me podían haber salvado la vesícula al ser una persona sana y no tratarlo a tiempo... pero esa es otra historia.

El primera noche de hospital, me operaron por la tarde de puta madre, me tocó solo en la habitación. La segunda me pusieron un compañero de habitación que estaba algo muñeco, sin problemas.

El problema llegó la tercera y última noche... me meten en la habitación un tio de setenta años con perforaciones en el intestino. El tipo llevaba mas tubos por el cuerpo metidos que daba susto. Me lo ponen al lado, el muy simpático, la señora la típica de de su edad, que no dice nada y una hija de cuarenta y pocos. Todo bien hasta que llega la noche...

Me despierto a las dos de la mañana, el tipo gritando: LA LEÑA, NADIE VA VA POR LA LEÑA!!! Yo digo que qué pasa y el sigue: LA LEÑA, NIÑA SUBE POR LA LEÑA QUE TE PASA!!! En ese momento se levanta de la cama y se arranca tropecientos tubos que llevaba en el cuerpo... Pero a los bestia... En eso que la hija se levanta y le pega una ostia que la viste de torero, la mujer se incorpora y le mete otra DOBLE COMBO y yo allí entubado sin poderme mover. En ese momento aparecen tres enfermeras y lo consiguen tumbar: LA LEÑA, DONDE ESTÁ LA LEÑA, así hasta las siete de la mañana, el quitándose los tubos del cuerpo y las enfermeras metiéndoselos. y soltando hostias como panes a enfermeras, su familia y todo lo que se arrimara.

Despierta el dia siguiente y me ponen en una silla con el al lado, para ver la tele y el me dice: QUE BUENA NOCHE, NO SE HA ESCUCHADO UN RUIDO!!!
Yo entré con la vesícula inflamada. El protocolo que tomaron fue esperar y ver porqué se había inflamado. Ya de paso si con el tratamiento (esencialmente ayunar y vivir a base de suero) se me desinflamaba la vesícula para comprobar qué ocurría allí, con el propósito final de estirparla.

Había sufrido esos mismos dolores durante los años previos a este episodio, pero en urgencias decían que sí mucha caca en el intestino o gases o ni puta idea. Momento Jiménez del Oso, 24 horas antes de ingresar, una doctora panchita de urgencias, me miró el blanco de los ojos y las uñas, y me soltó: si el dolor no remite vaya al hospital que puede ser un problema hepático biliar grave.

Bueno a lo que iba. El dolor no se pasaba, no así la inflamación que se bajó a los pocos días. Los médicos moscas, empezaron hacer TAC y resonancias de contraste, análisis de todo, buscando piedras o barro biliar o el premio gordo, vete a saber. Nada.

Pero el dolor seguía con picos de intensidad bastante insufribles especialmente por la tarde/noche, así hasta que a los catorce días el dolor se empezó a mover desde el hipocondrio derecho, primero al centro y luego a la izquierda, y aquí lol desató su furia.

En la noche de mi cumpleaños empecé a sentir como si un ladrillo estuviera moviendo por dentro y destrozando todas las vísceras. Apenas pude dormir aquella noche pese a la farmacia que me endilgaron, a la mañana siguiente ya apenas podía hablar del dolor y en ocasiones me costaba respirar, era la viva imagen de la Parca, y ya se dieron cuenta que eso era serio, empezando a hacer análisis como locos, de pronto viene el médico gritando como un energúmeno (era tartamudo para honra de lol) diciendo:

Quitarle el puto dolor ahora mismo, que está en shock y va camino de la insuficiencia respiratoria, ponerle mascarilla ya, bajarle a la UCI, pero quitarle el DOLOR. Pancreátitis de caballo, ya que las amilasas estaban en 5000, cuando el máximo es 180.

Me metieron morfina en vena, antes de eso una sonda nasogástrica, oxígeno y me hicieron un TAC, las amilasas se habían activado en el páncreas, porque el coledoco había sufrido un estrechamiento crítico y nos la dejaba pasar al intestino delgado.

Dos días en la UCI. Y dos episodios de lol, uno estaban nerviosos porque meara, cuando lo hice me asusté hasta yo, salió un líquido negro, negrisimo, que era para guardarlo. Dos, la morfina me dio poderes. Era capaz de saber quien iba a visitarme 2 minutos antes de aparecer por la puerta.

Salí de la UCI, pero no tenían ni puta idea que había pasado o que estaba pasando, siendo un día para recordar cuando me dijeron que posiblemente era un cansah en la zona que no había dado la cara. Me hicieron trillones de pruebas entre ellas dormirme totalmente y meterme un tubarro hasta llegar cerca de la zona y soltar un contraste que en un aparato veían toda la zona de lol.

Nada no vieron nada, y así hasta hoy. Después de revisiones, resonancias, ni había cansah, ni nada que consiguieran enlazar con aquello. Fue lol para que os encontrara a vosotros
 
Última edición:
meterme un tubarro hasta llegar cerca de la zona y soltar un contraste que en un aparato veían toda la zona de lol.

Hamijos, si alguna vez os toca un contraste, y os dicen que no comáis ni bebáis desde X horas antes, haced caso.
Se me ocurrió dar 4 sorbitos de agua un poco antes de la prueba, y casi me caigo redondo al suelo.

En largas estancias, y para prepararte de cara a operaciones, el hospital tiene en nómina a peluqueros. El afeitado clásico, la depilación de piernas, zona púbica...you name it.

Las salas de espera, mejor si son amplias. No vayas a coincidir con un gitano y esté todo su puto árbol genealógico haciendo guardia.
 
Yo entré con la vesícula inflamada. El protocolo que tomaron fue esperar y ver porqué se había inflamado. Ya de paso si con el tratamiento (esencialmente ayunar y vivir a base de suero) se me desinflamaba la vesícula para comprobar qué ocurría allí, con el propósito final de estirparla.

Había sufrido esos mismos dolores durante los años previos a este episodio, pero en urgencias decían que sí mucha caca en el intestino o gases o ni puta idea. Momento Jiménez del Oso, 24 horas antes de ingresar, una doctora panchita de urgencias, me miró el blanco de los ojos y las uñas, y me soltó: si el dolor no remite vaya al hospital que puede ser un problema hepático biliar grave.

Bueno a lo que iba. El dolor no se pasaba, no así la inflamación que se bajó a los pocos días. Los médicos moscas, empezaron hacer TAC y resonancias de contraste, análisis de todo, buscando piedras o barro biliar o el premio gordo, vete a saber. Nada.

Pero el dolor seguía con picos de intensidad bastante insufribles especialmente por la tarde/noche, así hasta que a los catorce días el dolor se empezó a mover desde el hipocondrio derecho, primero al centro y luego a la izquierda, y aquí lol desató su furia.

En la noche de mi cumpleaños empecé a sentir como si un ladrillo estuviera moviendo por dentro y destrozando todas las vísceras. Apenas pude dormir aquella noche pese a la farmacia que me endilgaron, a la mañana siguiente ya apenas podía hablar del dolor y en ocasiones me costaba respirar, era la viva imagen de la Parca, y ya se dieron cuenta que eso era serio, empezando a hacer análisis como locos, de pronto viene el médico gritando como un energúmeno (era tartamudo para honra de lol) diciendo:

Quitarle el puto dolor ahora mismo, que está en shock y va camino de la insuficiencia respiratoria, ponerle mascarilla ya, bajarle a la UCI, pero quitarle el DOLOR. Pancreátitis de caballo, ya que las amilasas estaban en 5000, cuando el máximo es 180.

Me metieron morfina en vena, antes de eso una sonda nasogástrica, oxígeno y me hicieron un TAC, las amilasas se habían activado en el páncreas, porque el coledoco había sufrido un estrechamiento crítico y nos la dejaba pasar al intestino delgado.

Dos días en la UCI. Y dos episodios de lol, uno estaban nerviosos porque meara, cuando lo hice me asusté hasta yo, salió un líquido negro, negrisimo, que era para guardarlo. Dos, la morfina me dio poderes. Era capaz de saber quien iba a visitarme 2 minutos antes de aparecer por la puerta.

Salí de la UCI, pero no tenían ni puta idea que había pasado o que estaba pasando, siendo un día para recordar cuando me dijeron que posiblemente era un cansah en la zona que no había dado la cara. Me hicieron trillones de pruebas entre ellas dormirme totalmente y meterme un tubarro hasta llegar cerca de la zona y soltar un contraste que en un aparato veían toda la zona de lol.

Nada no vieron nada, y así hasta hoy. Después de revisiones, resonancias, ni había cansah, ni nada que consiguieran enlazar con aquello. Fue lol para que os encontrara a vosotros

A mí no me chutaron morfina :sad:

¡Ay que me mato!
 
¡ Máteme, por favor, acabe con esto !

K♂rma y vuestro en Kristo.

La mataste o qué?

Tengo otra historia pero no llegué a estar ingresado ni casi hubo LOL. El caso es que estando interno en el monasterio de El Escorial me rompí las fibras del gemelo de la pierna izquierda. Después de tener que patearme a la pata coja el monasterio desde la punta de arriba a la de abajo (teníamos las habitaciones en el tejado y tuve que bajar hasta el sótano a por el coche) me llevaron al hospital, viernes por la tarde, hasta las trancas.

Pero como yo iba recomendado y encima me llevó el jefejefazo del monasterio en seguida me atendieron. O lo quisieron hacer pero me negué. A mi lado, en la sala de espera, había un hombre que se había seccionado el talón de aquiles con un hacha y allí lo tenían esperando. Eso si, le habían dado unas toallas para que no manchara mucho de sangre la sala no se fuera a asustar algún niño de los que había por allí. Como digo me dijeron de entrar y les dije que no, que aquel hombre tenía más prisa que yo
-Pero tú vienes con el señor de negro y si quieres puedes entrar
-Lo sé, pero este señor se está desangrando

Al final entró el hombre antes que yo. Cuándo me tocó a mi pasé, ya en silla de ruedas, por donde estaba el hombre y me dio las gracias. El LOL vino al llegar de nuevo al monasterio y coger las muletas. Eran, literalmente, de antes de la guerra civil. No es que sea muy alto, pero se ve que antes de la guerra lo eran menos e iba siempre encorvado con las putas muletas.

Dos semanas pasé con las putas muletas pero lo peor vino después, cuando tuvieron que quitarme la venda adhesiva que me habían puesto a pelo sobre la piel, sin una venda debajo ni nada. Fui con una pierna depilada desde la rodilla y la otra no.
 
Mi única anecdota hospitalaria vendría a explicar un poco el porqué soy forero. Tenía unos 12 años y estaba de vacaciones con la familia. En áquel sitio habían algunos que alquilaban caballos a la chavalada para que hicieran un poco el mongo por ahí. Un amigo y yo alquilamos un par de caballos. Yo, listo cual roboc, elijo el caballo blanco para ser el más chulo. El problema era que dicho caballo tenía fama de rebelde, pero poco me importó. Estuvimos dando vueltas y en efecto, el puto caballo hacía lo que le salía de los cojones.

Cuando se acabó la hora de alquiler, volvíamos al sitio y el puto caballo de repente empieza a correr como un loco de mierda y no hacía caso alguno a que tirase de las riendas. Y eso es lo último que recuerdo...

Me despierto dos días después en un hospital de mierda, universitario, en una planta llena de niños desahuciados. Al parecer me caí del caballo, tuve conmoción cerebral y había pasado esos dos días en coma. No recuerdo la caída, no recuerdo ningún sueño ni tampoco un túnel con mis abuelos del otro lado. De hecho mi cerebro se apagó antes de la caída. Solamente se me ocurre una manera de ejemplificar lo que pasó:

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Pues tuve que quedarme en observación porque no sé qué pollas tenían que hacerme porque tenían miedo de que se hubiera formado un coagulo de sangre en el cerebelo. Como dije antes, en esa planta estaban todos los niños con casos jodidos. Un par con todos los huesos rotos y mil fierros y clavos, otro que tenía un grifo en la cabeza para sacarle líquido encefaloraquídeo ya que producía más de lo debido, una que tenía 15 o 16 años que a saber que tenía que lo único que hacía era chuparse el dedo y otro sinfin de mutantes más.

El día de mayor Lol fue cuando de repente uno grita: "¡UNA TÍA EN PELOTAS!" y ahí veías a todos los niños que casi estaban en el otro barrio, corriendo hacia el ventanal como si no hubiera un mañana. Y sí, efectivamente, en la plaza de abajo del hospital una tía se había despelotado para tomar el sol.

Otra que recordar de esa semana fue que una enfermera viene y me pregunta qué tal la comida. Y le digo que es una puta mierda. Me pregunta que quisiera comer y le respondo que escalopes. Y al día siguiente hubieron escalopes, pero parecían empanados en aserrín. Seguro que al mío lo mínimo que le hicieron fue escupirlo.

A la semana me dieron el alta, pensando que mi cerebro no había sido dañado, pero aquí estoy 25 años después foreando. Algo habrán tenido que ver la caída y el coma.
 
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Yo entré con la vesícula inflamada. El protocolo que tomaron fue esperar y ver porqué se había inflamado. Ya de paso si con el tratamiento (esencialmente ayunar y vivir a base de suero) se me desinflamaba la vesícula para comprobar qué ocurría allí, con el propósito final de estirparla.

Había sufrido esos mismos dolores durante los años previos a este episodio, pero en urgencias decían que sí mucha caca en el intestino o gases o ni puta idea. Momento Jiménez del Oso, 24 horas antes de ingresar, una doctora panchita de urgencias, me miró el blanco de los ojos y las uñas, y me soltó: si el dolor no remite vaya al hospital que puede ser un problema hepático biliar grave.

Bueno a lo que iba. El dolor no se pasaba, no así la inflamación que se bajó a los pocos días. Los médicos moscas, empezaron hacer TAC y resonancias de contraste, análisis de todo, buscando piedras o barro biliar o el premio gordo, vete a saber. Nada.

Pero el dolor seguía con picos de intensidad bastante insufribles especialmente por la tarde/noche, así hasta que a los catorce días el dolor se empezó a mover desde el hipocondrio derecho, primero al centro y luego a la izquierda, y aquí lol desató su furia.

En la noche de mi cumpleaños empecé a sentir como si un ladrillo estuviera moviendo por dentro y destrozando todas las vísceras. Apenas pude dormir aquella noche pese a la farmacia que me endilgaron, a la mañana siguiente ya apenas podía hablar del dolor y en ocasiones me costaba respirar, era la viva imagen de la Parca, y ya se dieron cuenta que eso era serio, empezando a hacer análisis como locos, de pronto viene el médico gritando como un energúmeno (era tartamudo para honra de lol) diciendo:

Quitarle el puto dolor ahora mismo, que está en shock y va camino de la insuficiencia respiratoria, ponerle mascarilla ya, bajarle a la UCI, pero quitarle el DOLOR. Pancreátitis de caballo, ya que las amilasas estaban en 5000, cuando el máximo es 180.

Me metieron morfina en vena, antes de eso una sonda nasogástrica, oxígeno y me hicieron un TAC, las amilasas se habían activado en el páncreas, porque el coledoco había sufrido un estrechamiento crítico y nos la dejaba pasar al intestino delgado.

Dos días en la UCI. Y dos episodios de lol, uno estaban nerviosos porque meara, cuando lo hice me asusté hasta yo, salió un líquido negro, negrisimo, que era para guardarlo. Dos, la morfina me dio poderes. Era capaz de saber quien iba a visitarme 2 minutos antes de aparecer por la puerta.

Salí de la UCI, pero no tenían ni puta idea que había pasado o que estaba pasando, siendo un día para recordar cuando me dijeron que posiblemente era un cansah en la zona que no había dado la cara. Me hicieron trillones de pruebas entre ellas dormirme totalmente y meterme un tubarro hasta llegar cerca de la zona y soltar un contraste que en un aparato veían toda la zona de lol.

Nada no vieron nada, y así hasta hoy. Después de revisiones, resonancias, ni había cansah, ni nada que consiguieran enlazar con aquello. Fue lol para que os encontrara a vosotros
¿Y cómo desapareció lo que le afligía? ¿Jiñólo?

Mi única anecdota hospitalaria vendría a explicar un poco el porqué soy forero. Tenía unos 12 años y estaba de vacaciones con la familia. En áquel sitio habían algunos que alquilaban caballos a la chavalada para que hicieran un poco el mongo por ahí. Un amigo y yo alquilamos un par de caballos. Yo, listo cual roboc, elijo el caballo blanco para ser el más chulo. El problema era que dicho caballo tenía fama de rebelde, pero poco me importó. Estuvimos dando vueltas y en efecto, el puto caballo hacía lo que le salía de los cojones.

Cuando se acabó la hora de alquiler, volvíamos al sitio y el puto caballo de repente empieza a correr como un loco de mierda y no hacía caso alguno a que tirase de las riendas. Y eso es lo último que recuerdo...

Me despierto dos días después en un hospital de mierda, universitario, en una planta llena de niños desahuciados. Al parecer me caí del caballo, tuve conmoción cerebral y había pasado esos dos días en coma. No recuerdo la caída, no recuerdo ningún sueño ni tampoco un túnel con mis abuelos del otro lado. De hecho mi cerebro se apagó antes de la caída.


Llevo por mis venas un caballo galopando
Corre por mi sangre una aguja lo va guiando
Caballo maldito,tú me estas matando,tengo que dejarte

Y cada vez vuelo más alto

Llevo por mis venas un caballo galopando
Corre por mi sangre una aguja lo va guiando
Caballo maldito, tú me estas matando,tengo que dejarte

Y cada vez vuelo más alto

Ya la vida viví
Hasta que un dia te conocí
Hoy ya no puedo engañarme
Mi sangre es veneno

Las puertas de la muerte yo vi


Peleaba por sobrevivir
Hoy ya no puedo luchar contra ti
Pues tú siempre me ganas


Crei que eras amigo mío
Que daño me estas haciendo caballo maldito caballo maldito caballo maldito

:lol:

En mi caso, la única, primera y última vez que trabajé de camarero, fue a la tierna edad de 33 añitos. Estaba en paro, y con algo de enchufe me metieron en un bar restaurante en plenas fiestas de Bilbao sin tener ni puta idea.

Resultado: justo al final del primer día, secando una copa de vino, y producto de la tensión, partí la copa en dos, seccionando el tendón flexor del pulgar con el tallo de la copa. Sangraba como un gorrino, pero el personal de hostelería, flemático y bovino, decía que no pasaba nada, que pusiese el dedo en alto y nada, pa casa.

Total, que seguí trabajando y trabajando hasta que terminasen las fiestas, aunque no podía doblar el pulgar. Creía que era producto del corte, pero que podría hacerlo cuando fuese cicatrizando. Jiji.

Cuando terminaron las fiestas y cobré mi salario en negro como Dios manda en ese gremio de moros y alcohólicos ecspertos en medicina, fui a mi clínica privada de confianza y me dijeron que cómo había esperado tanto, que se había ido retrayendo el tendón y que casi me quedo en modo Cachondo para el resto de mis días. Tal que así.

:cachondo:

Total, que me operaron buscando los dos extremos del tendón seccionado y me los cosieron de nuevo. No fue empresa fácil, porque como digo, se habían retraído bastante.

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Y ahora viene lo entretenido. Como había sido anestesia local, después de la operación empecé a sentir dolor. Empezaron con paracetamol líquido y no hacía nada. Subieron a ibuprofeno y tampoco hacía nada. Nolotil, y ni hostias.

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Ay, madre.

A todo esto, comenzaron unos retortijones gluglugluglú de esos que no hacen presagiar nada bueno. No me podía mover porque el brazo me dolía horrores. Los retortijones iban en aumento, tanto la frecuencia como el dolor. Se lo expliqué a las enfermeras, que me estaba poniendo realmente malo y me metieron un pinchazo en toda la tripa y se paró la broma ahí mismo. Level 1: passed.

Round 2. Fight!

En eso que empiezo a tener el dolor más fuerte que jamás haya tenido (puesto que en cirugías con anestesia general no te enteras ni antes ni durante ni después) y empiezo a sudar y a apretar los dientes y a rezarle a la Virgen de la Macarena como si fuese un soldado a punto de cascar en una jungla de de Vietnam. Pedí algo más fuerte y me metieron eso que tomaba Michael Jackson, de nombre Dolantina, que en los Yuesei se llama Demerol.

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Demelol pa los floreros. La saluc, la alegría, los putos monjes de Silos cantándome el Somewhere over the rainbow.
Dormí como un puto bendito y al día siguiente me mandaron a mi puta casa.

Tuve que alegar corte con copa de vino en mi casa, y no accidente laboral. Cosas de la economía sumergida.

Menos mal que no pasaba nada...
Hijos de puta.
 
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Hamijo Cimmerio, respondiendo a su pregunta sobre mi post, tengo que decirle que allí no detectaron nada. Al final me decían que si arena "fina" indetectable para las pruebas de imagen, que si una bacteria, que si algo que me sentó mal, en resumen, ni puta idea

El problema era que no cumplía para nada ninguno de los patrones o casos habituales para estas dolencias, mejor dicho mis rutinas y alimentación estaban en el polo opuesto a la gente que sufre estos episodios.
 
. Allí la enfermera empezó a toquetearme el pito para depilarme mi incipiente pelambrera de niño de 14 años, con un escote más que amplio y hermoso. El toqueteo acabó con mi pito tieso y diciéndole a la enfermera que lo podía soltar, que ya no iba a tocar en la zona depilada. Verídico por inocentón que era yo.

Suertudo, cuando me ingresaron de urgencia por mi apendix mis partes fueron depiladas por un enfermero delgaducho, cincuentón, de pecho peludo, cadena de oro y pelo teñido. Creo que disfrutó.

Tras un primer compañero de habitación que casi palma por peritonitis, vino un señor como sacado de otra época: calvo, estirado, de traje negro y cuello de lápiz, muy educado pero con mala leche y que no se fiaba de los médicos.

Yo le debí caer bien, callado que soy, y me ofrecía pastel de chocolate que e traía su mujer, con pinta de haber estado buena, de sonrisa perenne y visitas cortas. Por cierto, el tipo tenía sida de garganta y hablaba con uno de esos aparatos que emiten un sonido robótico puesto al cuello. Así me contaba que en una operación no se fiaba de los matasanos y negó la anestesia y pidió un espejo para supervisar la intervención. Me parece increible que se permita eso, pero costaba no creerle.

Imaginad mi cara cuando estaba yo a mis cosas y tras la cortina se oía esto.

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