A ver, yo no soy swinger de esas por varias razones. Una de ellas es porque soy bastante celosa, otra porque ese mundo me parece sórdido y con olor a humanidad por más que lo intenten disfrazar de glamour, otra porque me dan miedo las amalgamas de venéreas por más que asome la nariz por encima de la mascarilla si voy en bus o al médico; porque sé que a mi marido le dolería verme follar con otro, aunque nos pudiera resultar excitante la situación en caliente, y aunque a mí me podría encender ver a otra correrse con sus pollazos y probar con otra mujer, en frío vendrían las comparaciones, las inseguridades, el dolor... vamos, que no es para nosotros.
Pero el caso es que yo que sé, a todos nos gusta gustar, y aunque de esto hace ya bastante tiempo, un día estábamos en un pub y me dijo que si era capaz de ligarme al tío que él me dijera, pero sin llegar a enrollarme con él. Me gustó la idea de que él escogiera un hombre para mí, y así lo hicimos, escogió uno objetivamente atractivos aunque no era mucho mi tipo. Me tuve que acercar a él, un desconocido, y superando la vergüenza, pues eso, ligarmelo, tomarme algo con él... Y decirle que estaba con mi jefe y que no podía enrollarme con nadie delante de él, que me podrían despedir... Y bueno, pues eso hice, vencí mi miedo al rechazo y mi inseguridad, hablé de cuatro tonterías con él y me apunté su teléfono para llamarlo otro día. Me llevé un morreo que tampoco hice mucho por evitar y un resobeo de culo y me fui del local con mi marido, entonces novio, diciéndole al otro del bar que era mi jefe y que estaba en unas copas de empresa, y para casa.
El polvo juntos fue bastante supremo para los dos, me lo echó un poco con furia mientras me decía calientapollas y zorra, pero bueno, había obedecido lo que me había dicho, había seducido a quien él me había ordenado y no me lo había acabado follando en su casa cercana en un momento como insistía en hacer.
Él es bastante vergonzoso y no lo hicimos al revés, además a mí me daba celos que lo hiciera, así que en ese nivel de cerderío quedó la cosa presencialmente.
Luego nos hicimos un perfil en una página swinger, y nos intercambiamos unos vídeos follando y haciendo guarradas con otra pareja, pero no teníamos intención de quedar con ellos ni con nadie. Era un juego sin intención de ir a más.