Victor I
Freak
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PROLOGO
Antes de terminar desesperados, confiando en la inútil eficacia de la frase que da título al hilo, son muchas las precauciones que podemos tomar para asegurar cierta clandestinidad en nuestras picaronas aventurillas. Sin duda no existe mejor infidelidad que la que no se comete, pero aceptando como imposible esa bella figura a la que adora el ideal romántico, y decididos y condenados a pecar por la belicosidad de nuestros genes y la efervescencia de nuestras hormonas, es obligado cumplir unas mínimas normas de seguridad que alienten la esperanza de conjugar la maravillosa vida de pareja con la insoslayable vida de guerrero sexual. En un mismo hombre conviven el macho y el marido, demosles a cada uno su espacio.
Dejemos a un lado las cuestiones morales. Hay otro hilo abierto donde debatir sobre el pecado y la carne. En este todos sabemos que el corazón, la cabeza y la polla son animales de distintas especies. La conexión entre los mismos nunca es directa ni fluida. Son miles los laberintos que los comunican, alambicadas las autopistas que los ponen en contacto. No coordinan sus acciones ni comparten sueños ni territorios. Aceptar la idiosincrasia de esta Trinidad humana acabaría con una gran parte de las neuropatias de nuestro tiempo. Alimentemos de poemas y arias a nuestro espíritu, de peluches cursis y atardeceres románticos a nuestro corazón y de lascivia y lujuria animal a nuestro incandescente sexo.
Doy por hecho que el infiel no esta orgulloso de serlo, que siente una leve e hiriente culpa, domésticada y reconocible, pero incontestablemente incómoda. Parto de la base de que el infiel tiene la suficiente inteligencia y honor de aferrarse a la firme convicción de convivir con este hecho de forma oscura y opacada. Siguiendo estos consejos la idílica y deseable cohabitación entre el intachable ciudadano y concupiscente perdido esta un poco más cerca.
CONSEJOS
1.La infideliad no ha existido nunca. Asume, interioriza, somatiza, hipnotizate con este hecho. NO HA PASADO NADA. No lo cuentes, no guardes fotos, ni números de movil, ni correos, ni notas. Absolutamente nada. Debes convencerte de que jamás sucedió, de que todo es una proyeccion mental, un juego, una fantasía inofensiva. Es una asunto entre tu mente y tú.
2. Por desgracia no somos los únicos guardanes del SECRETO. Está la "otra". Por eso es fundamental saber con quien se puede compartir una infidellidad y con quien no. Este punto es definitivo. Estais poniendo vuestra felicidad en sus manos. No existe la garantia absoluta pero si una serie de requisitos mínimos para acceder a cierto grado de seguridad. Descartad a las crías y a las locas. Nunca sabeis como van a reaccionar, nunca podreis estar convenientemente seguros de que nos asetearan a llamadas, de que no se plantarán en la puerta de vuestra casa alegando cualquier estupido delirio que surgió del inocente hecho de albergar vuestra polla en su sobrevalorado conejo. Lo ideal es buscaros a alguien que tenga tanto que perder como vosotros, asi os aseguráis de que no irá publicando a los cuatro vientos "eso" que NUNCA, NUNCA, NUNCA, sucedió. Esto es como si estuvierais en las duchas de una cárcel, es vital tener la retaguardia protegida.
3.Nunca mintais. Decid lo que sois y lo que buscais. Ni promesas ridículas ni cohartadas enrarecidas. Teneis pareja y quereis fornicio guarro y sin compromiso. No hay que dar más datos de los necesarios ni aparentar lo que no existe ni va a exitir. El ritual de la seducción es necesario y admisible, pero no el jugar a los novios.
4. El lugar es fundamental. Cuanto más lejos de vuestro entorno habitual mejor. Buscaros otra ciudad, otra provincia, otra comunidad autónoma si podeis. Buscad un espacio con el que no exista ningún vínculo y esté libre de vigilancia o estrepitosas coincidencias. Siempre en un hotel o en su casa, nunca en vuestro coche o en vuestra casa. Esto último es un suicidio. Salvo que dispongais de una semana para limpiar las pistas y lavar las sábanas tres veces, jamas la lleveis a un lugar donde exista una mínima posibilidad de coincidir con la titular. La inofensiva piedrecita de un pendiente o una horquilla desprendida con sigilo puede condenaros eternamente.
5. El momento debe ser el adecuado. Las prisas son criminalmente suicidas, las mejores aliadas de los errores y los deslices. Nada de un polvete apresurado y vuelta a casa como si no hubiera pasado nada. ¿Estas seguro de que no te ha manchado la camisa con el maquillaje, de que no hay un moratón que no estaba cuando saliste de casa hace dos horas? Son miles los imprevistos que pueden surgir, algunos necesitan horas, tal vez dias para poder ser solucionados. Reduce los riesgos al máximo, no seas sonso y no vuelvas oliendo a perfume. ¿Y si al salir de el hotel el coche no arranca? ¿Como vas a explicar el retraso? ¿Como vas explicar el parte del seguro, donde aparece una calle en la que tu no tendrias que estar?
6. Pagad siempre al contado. Nada de tarjetas, nada de pistas infantiles que os delaten . La habitación del hotel que la alquile ella con su nombre y con sus datos. El dinero es lo de menos, arreglaros como queráis, pero el DNI que lo ponga ella. Si desgraciadamente ocurre algún desperfecto que sea a su buzón al que llegue la carta de daños y perjuicios. Vosotros, por supuesto, NUNCA, NUNCA, NUNCA estuvisteis alli.
7. No repitas más de dos o tres veces con la misma. El ser humano es estúpido y crea afectos y necesidades a lúminica velocidad. Los sentimientos no están invitados a esta fiesta. No les des oportunidad de que se enteren de la que hay montada. Si al sexo se le añade algo más, habrás convertido lo emocinante y vívido en una catástrofe.
8. No te confies. Que te haya salido bien una vez no significa que seas invulnerable, que la suerte, imprescindible para estos trances de la vida, vaya a caminar de tu mano con apacible fidelidad. Recuerda que cada vez que lo haces es un paso que te acerca más al inevitable Destino de todo infiel: ser descubierto. ¿Cuanto tiempo quieres esperar a que esto suceda? No bajes la guardia, no relajes la concentración, convencete de que el peligro es constante y de que lo insospechado es lo cotidiano una vez que has cruzado la línea roja
Por supuesto que son muchos más los consejos que pueden dar sentido a este hilo. A vuestra disposicion queda para que los amplieis, para que compatais anécdotas, para que reflexioneis sobre el hecho, sobre las causas, sobre la convivencia con vuestro otro yo. No se trata de hacer una loa, no es un hilo para el proselitismo, sino para la constatación y el encuentro.