Cartitas de (des)amor o el súmmum del ridículo

Compartamos escarnio público!

Domingo, sábado, los días parecen retroceder, unidos de la mano, la locura pasea a sus anchas con tu rostro por bandera. Por qué. Por qué me has abandonado, dejándome el halo de esperanza que me hace hablar sola, besando a la oscuridad, abrazando a la ansiedad, acunándola. Estoy regando la locura, golpeando la cabeza en un muro de alucinaciones, y tú estás al otro lado. Por qué. Por qué no me miras, por qué no puedo cerrar la puerta. Los días se clavan, me gritan tu nombre, me golpean.

No quiero decirte lo que ya sabes, lo que tan poco te concierne, lo que ni siquiera te importa. Será algo que me guarde en la noche, arropada, tal vez ahí te diga lo mucho que te quiero , te bese y no pueda maldigarme por sentir esto

Es bastante possibol que fuera tajadilla mientras escribía esto en un cuaderno, hará cosa de 2 meses o así. Sobra decir que el interfecto no tiene, ni tendrá, puta idea jamás. A no ser que el foro le gustara :lol:
Sólo he escrito payasadas de estas a dos tíos, a éste, y al americano. Y Cameron tampoco tuvo nunca constancia de nada.
 
Fragmento de una que escribí a una mujer que a pesar de la distancia la amo (se que pensarán que ando en carrera vana, tal vez tengan razón):

Desde hace mucho tiempo que te presentí en mis sueños, aún esquiva y grácil te dejas acariciar por el viento mientras alzas tus brazos queriendo abrazar al mundo, dejar que tu cabello sea peinado por el sutil juego del aire, cruzando despreocupada por esa verde senda tapizada de bellos girasoles, entonando con susurros una melodía que sale de tu pecho, solo tú sabes lo que cantas al viento.

gñe.

PD: me gustó lo escrito por Weiz
 
Me niego a creer que foreros de PL se dediquen a escribir semejantes patochadas en forma de cartas.

Si se trata del amor, y el medio de envío es una carta, estamos ante un ciberamor, o una pareja que ha decidido seguir siéndolo desde la lejanía, por lo que no hay amor.

Si estamos ante una persona cercana, lo único que indica tanto babosismo y poesía mal redactada es que no tenemos la valentía de soltárselo a la cara. Hipócritas que somos.

Sólo decimos te quiero por móvil, messengñé o cualquier medio de comunicación que no sea verbal y cara a cara.
 
ElcielodeHubeqa rebuznó:
Me niego a creer que foreros de PL se dediquen a escribir semejantes patochadas en forma de cartas.

Si se trata del amor, y el medio de envío es una carta, estamos ante un ciberamor, o una pareja que ha decidido seguir siéndolo desde la lejanía, por lo que no hay amor.

Si estamos ante una persona cercana, lo único que indica tanto babosismo y poesía mal redactada es que no tenemos la valentía de soltárselo a la cara. Hipócritas que somos.
Habla usted de los foreros de PL como si de una estirpe elevada se tratara, no creo que postear en este foro imprima carácter, aquí hay de todo.

He dicho te quiero en persona y también he escrito cartas de amor. TAmbién se puede decir te quiero con los ojos o con un regalo. En el fondo no son más que diversas formas de comunicarse. La expresión escrita, por ser más pausada, permite elaborar más el mensaje, decir algo más coherente y de forma más hermosa que en el cara a cara. A quien le gusta escribir también goza escribiendo sobre su amor.
 
ElcielodeHubeqa rebuznó:
Si estamos ante una persona cercana, lo único que indica tanto babosismo y poesía mal redactada es que no tenemos la valentía de soltárselo a la cara. Hipócritas que somos.
A veces la palabra escrita tiene más matices, es más precisa y es infinitamente más bella que el discurso oral.
Claro que si lo único que has leido en tu puta vida es el As o el Marca, entiendo que no sepas de qué te estoy hablando.
Una carta bien redactada, con su buena prosa, su ritmo, etc... permite jugar con las emociones y decir cosas que en vivo y en directo no se pueden.
No es cobardía, es otro medio de comunicación, con sus más y sus menos.
 
Que de forma escrita se pueden pensar mejor las cosas, redactarlas de una manera más provechosa, que se pueden dilucidar ideas que en el cara a cara no se harían es para mí, obvio. Ahora bien, un buen filósofo es el que sabe filosofar de tú a tú, de boca a boca, frente a frente, y no bajo una pantalla. Un poeta es aquel que sabe recitar sus escritos delante de algo o alguien, sin ponerse nervioso.

Describir lo que se siente, cuando es algo tan abstracto como el amor, nos lleva a hacerlo de forma escrita, o de alguna manera en la que la otra persona no se encuentre delante.

¿Cómo explicar cómo es dios si nunca se le ha visto? ¿cómo vais a explicar el amor sin saber lo que es?
 
Ante todo, comentar a vuestras mercedes que el que os escribe no es muy ducho en el arte de las cartas de amor. Bien, dicho esto, no creo en este tipo de escritos, por lo abiertamente cursis y empalagosos que son.

Y es que a una mujer que le quieres bajar las bragas no le puedes ir a decir te quiero, por que ellas no buscan cosas diferentes, ellas también follan amigos, lo que pasa es que como nosotros, siempre aspirarán a algo más que a un depravado, un ser sensible o simplemente un forero de PL. Buscan un tipo de morbo que solo les pueden dar los machos alfa, que casi siempre suelen ser unos perdedores.

Dicho esto, queridos amigos, si tuviera que escribir una carta de amor, empezaría parafraseando al gran Groucho Marx cuando decía, "no piense mal de mí señorita, mi interés es puramente sexual" y acabaría con la siguiente frase:

¿Follamos?

El resultado sería el mismo que si le escribieran una elaborada carta abriendole su alma, y su corazón. Negativo.

Siempre vuestro

S.
 
La historia de esta “carta de desamor” es curiosa.

Año 2000, pasando por una depre en toda regla, y para postre enamorado de una chica con novio (y muy feliz con él).

No sólo no llegué a dársela nunca, sino que tampoco llegué a escribirla. La redacté mentalmente y ahí quedó, en el recuerdo.

Este verano, tal día como aquel de hace ocho años, recordé súbitamente aquella noche, y gracias a una buena memoria reconstruí aquella carta, que en principio sólo quería compartir con unas pocas personas, pero me ha dado por ponerla en este hilo. Uno de los mejores que, para mi gusto, pululan por este subforo. A ver si hay más cartitas por ahí escondidas, que mola leerlas.


Pero que hermosa es esta noche de lágrimas.

Que afortunado de poder respirar este aire cargado y mirar ese cielo tan negro y vacío como yo mismo.

Que hermosa es esta noche, esta noche de lágrimas.

Me pregunto si es por ti, o por mí, o por las circunstancias, o por la jodida vida que me quiere tanto que no me deja marcharme de una vez.

Y claro que lo sabía, claro que era consciente que enamorarme de ti, de cualquiera, sería un error: por eso te he elegido, para que no pueda tocarte y así recorrer de nuevo el camino del solitario enamorado. Por eso te he elegido, para castigar a la naturaleza que me obliga a tener estos sentimientos cuando no debería sentir nada.

Amor y dolor y una capa de sufrimiento por encima, que rico que está cuando las risas de los amantes se oyen desde esta solitaria habitación donde se llora en silencio.

Que bueno el baño de amargura caliente y el secarse con el calor del desierto
en el que se acaba convirtiendo mi alma.

Pero que hermosa es, que hermosa esta noche de lágrimas.

Así me has dejado y claro, no te importa porque no debe importarte, mi dolor es cosa mía, así que me guardo esto para mí y para mi soledad, que seguro que a ella tampoco le importa quedarse una temporada a mi lado, mi fiel amiga.

¿Y qué hago ahora? ¿Duermo? Dormiré despierto entonces, ya que no puedo dormir para siempre. Porque no sé con qué voy a soñar excepto con la candidez de una sonrisa que nunca contemplo, con el abrazo que nunca te he dado y el beso que jamás he sentido.

Y no quiero soñar eso. Dormiré despierto entonces.

Creo que esta noche he llegado al cielo del martirio, y extrañamente casi me apetece quedarme aquí de visita durante este cálido y tranquilo verano.

¿Por qué?

Porque es tan hermosa, tan hermosa, esta noche de lágrimas,
que no puedo hacer otra cosa más que amarla.
 
La historia de esta “carta de desamor” es curiosa.

Año 2000, pasando por una depre en toda regla, y para postre enamorado de una chica con novio (y muy feliz con él).

No sólo no llegué a dársela nunca, sino que tampoco llegué a escribirla. La redacté mentalmente y ahí quedó, en el recuerdo.

Este verano, tal día como aquel de hace ocho años, recordé súbitamente aquella noche, y gracias a una buena memoria reconstruí aquella carta, que en principio sólo quería compartir con unas pocas personas, pero me ha dado por ponerla en este hilo. Uno de los mejores que, para mi gusto, pululan por este subforo. A ver si hay más cartitas por ahí escondidas, que mola leerlas.

Las cartas de amor o de desamor pasaron a la historia hace mucho tiempo. Las mujeres de hoy en día tienen otros gustos y otras sensibilidades. El problema de tu carta es que por ser demasiado sentimental parece poco sincera, convirtiéndose en pura sensiblería.
Muchos sentimientos no se pueden expresar mediante palabras y si lo haces quedan desvalorados.
Creo que es más efectivo decir un “te quiero” a escribir un “por ti recogería todas las estrellas de la noche y te haría un collar de luz”.


Yo no hubiera escrito tu carta. El sufrimiento más verdadero es aquél que se calla, y se llora en soledad. El contárselo a todo el mundo es como hacer que pierda la parte que tiene de especial, o eso opino.
 
Werther rebuznó:
Creo que es más efectivo decir un “te quiero” a escribir un “por ti recogería todas las estrellas de la noche y te haría un collar de luz”.

Hostiaputa Werther, que bonita esa frase. :)

Si tienes toda la razón del mundo, no te digo que no, de hecho ni la entregué ni la escribí en su día, pero al igual que te doy la razón, tampoco es menos cierto que a veces, sólo a veces, de la misma forma que apetece escuchar una canción y recordar las emociones que inspiraron en su momento, también apetece recordar los sentimientos plasmados en ese papel hace ya tantos años.

Es una forma de catarsis, un llorar del pensamiento para sentirse mejor después y volver a andar con pasos cortos hasta poder correr de nuevo.

Vamos, digo yo.

El ponerla aquí, más que nada, ha sido una mala excusa para resubir el hilo, que me molaba, y ahora cuando el final del verano haga presencia (que será pronto), sin duda habrá más de uno que se anime a darle más vidilla a este hilo.


¡No les jodas! ¡No me jodas! :lol: :lol: :lol:
 
El pensamiento no llora, lo hacen los ojos a causa de heridas en el interior. Da igual que sean antiguas o nuevas, en un momento dado siempre surge alguna lágrima emanada de cicatrices que no terminaron de sanar. Por eso creo que es imposible andar con pasos cortos y correr de nuevo. Nada nuevo ocurre ya desde el padecimiento de la primera decepción, de la primera herida.

Sigo pensando que lo mejor de nosotros mismos no debe ser mostrado a los demás, nadie lo comprendería.
 
me ha encantado la carta de ilovezorras, mas basta que un collar de melones pero sincera y apasionada. Creo que una carta asi conquistaria a un buen puñado de tias. Es decir un te quiero tanto que me sale amor por todos los poros y no se ni como expresarlo solo con palabras y ademas me vuelbe loquisimo follar con tigo
 
Las cartas de desamor están anticuadas, sólo aptas para románticos empedernidos, pero tienen una grandísima ventaja: no se mandan instantáneamente. Puedes llegar a casa borracho y deprimido y verter todas tus penurias sobre un papel, seguramente al día siguiente cuando te despiertes y lo leas lo verás como algo ridículo y a poco íntegro que seas no se la enviarás a nadie, lo mejor que se puede hacer es romperlas e irte a tomar unas cañas.

Lo que se estila hoy en día son los sms. Aparte de dar un toque jovial al asunto gracias a las ridículas abreviaturas que se escriben, como estés mamado, jodido por una tía y con el móvil en la mano, estás perdido. Además no sé por qué puto motivo, pero cuando estoy borracho me pienso que todas las tías que tengo en el móvil están deseando que en ese preciso momento les mande un mensaje para que acudan raudas a follarme, y luego al día siguiente pasa lo que pasa...Ahora que me ha dejado la zorra de mi exnovia voy a volver a los tiempos de salir de fiesta sin móvil, y además le doy un toque progre a mi persona.

Propongo que pongais algún sms de amor o guarreo que tengais perdido en vuestros teléfonos, seguro que hay muchos y muy vergonzosos.
 
Joan Margarit gana el premio Nacional de Poesía · ELPAÍS.com


NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR

Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.

NO LLENCIS LES CARTES D’AMOR

Elles no t’abandonaran.
Passarà el temps, s’esborrarà el desig
-aquesta fletxa d’ombra-
i els rostres sensuals, intel•ligents, bellíssims,
s’ocultaran en un mirall dins teu.
Cauran els anys i avorriràs els llibres.
Davallaràs encara,
i perdràs, fins i tot, la poesia.
El soroll fred de la ciutat als vidres
anirà esdevenint l’única música,
i les cartes d’amor que hauràs guardat
la teva última literatura.
 
siento la vida
siento la muerte
siento sincuenta
dosientos veinte

Gracias a este poema folle una noche.Os lo presto desinteresadamente.
 
Taleguero rebuznó:
siento la vida
siento la muerte
siento sincuenta
dosientos veinte

Joder. :lol::lol::lol:

Es BUENÍSIMO :137:137:137:137:137

A la siguiente se lo suelto. Serio. Grave. Hierático. A ver cómo se le queda el cuerpo.

Ay, que me meo de la risión. :137
 
ilovegintonic rebuznó:
Joder. :lol::lol::lol:

Es BUENÍSIMO :137:137:137:137:137

A la siguiente se lo suelto. Serio. Grave. Hierático. A ver cómo se le queda el cuerpo.

Ay, que me meo de la risión. :137

Gracias,veo que es usted una persona de refinadisima sensibilidad para la poesia.Calificaria el poema de quevediano,salvando las distancias.
 
El coqueteo epistolar entre Hemingway y la Dietrich

Ernest Hemingway y Marlene Dietrich se conocieron a bordo de un crucero en 1934. Desde entonces, mantuvieron una compleja relación de coquetería por carta, cuyo contenido no se ha hecho público hasta ahora, por petición expresa de la hija de la actriz alemana, María Riva.

En una carta fechada el 19 de junio de 1950, a las 4 de la mañana, el escritor y premio Nobel escribe:

"Te estás poniendo tan hermosa que tendrán que sacar fotografías de tu pasaporte de 9 pies de altura. ¿Qué es lo que realmente quieres hacer en tu vida? ¿Romper el corazón de todos por una moneda de diez centavos? Siempre podrías romper el mío por una de cinco centavos y yo pondría la moneda".

https://blogs.periodistadigital.com/24por7.php/2007/03/31/el_coqueteo_epistolar_entre_hemingway_y
 
Como terapia catártica, años después de éste pequeño amorío, publico aquí ésta epístola, la cual escribí con la firme intención de mandarla y es en sí misma prueba inequívoca de estupidez juvenil. La guardaba con cariño.

“Quiero terminar con todo esto de una vez. Por eso te escribo esta carta. No sé si alguna vez habrás escrito una carta de éstas características. Es duro desnudar el corazón. Pero tengo que hacerlo para poder seguir viviendo.

Te he querido desde el día en que te conocí. Tus ojos tristes, tu voz ligeramente nasal, tus cariñosas manos y tu educación eran meras circunstancias: una pasión tan grande nace y se perpetúa en el tiempo sin obedecer a ningún por qué. Pero desde el principio te encargaste de repetirme hasta la saciedad que no me querías, aún sin yo preguntarte, ni confesarme, ni pedirte nada jamás. Lo único que te contestaba es que yo tampoco sentía nada por ti, que esto sólo era un rollo pasajero sin ningún futuro. Entonces me fabriqué un escudo, una coraza de rabia y de silencio tan rígida que destruyó mi natural despreocupado. Yo, que nunca había tenido ningún problema en confesar alegremente todo lo que llevaba dentro. Simplemente no quería lanzarme a una piscina vacía. Y por estar contigo me valía cualquier cosa. Ni un asomo de manifestación de amor afloró nunca en mí. Ni siquiera cuando hacíamos el amor. Sí, el amor. Bueno, al menos yo lo hacía.

Puedes reírte, crecerte y considerar ridículo todo esto, porque lo es. Pero tenía que decirlo, liberarme de una vez. Decidí que tenía que ser así en el momento en el que la ansiedad empezó a inundarme. La idea fija de que me quisieras comenzó a convertirse en obsesión. Tenía pesadillas, la cabeza no paraba de dar vueltas haciendo conjeturas varias, fantasmas contra los que no podía luchar.

He pensado a veces que nuestra historia es como esas absurdas películas románticas en las que los dos protagonistas se quieren y no se lo dicen el uno al otro por miedo y se encargan de fabricar trucos ridículos para disimular su amor. Sólo eran vanas esperanzas. No me quieres, lo has demostrado. No hay más.

No todo ha sido negativo y no te tengo ningún rencor, puesto que has sido sincero desde el principio. Lo he pasado muy bien contigo, hubo momentos que fueron como un sueño, al menos para mí. También quería explicarte los motivos por los que no contesto a tus llamadas. La función se ha terminado.Te deseo todo lo mejor.”

Mi orgullo nunca me dejó mandar esta carta tan cursi a su destinatario. Toda ésta situación absurda se podía haber resuelto muy fácilmente, pero una especie de locura transitoria y subnormalidad profunda me lo impedían. Y por haber callado, por no haberme arrastrado al barro y patalear y rabiar como es debido, anduve zombie durante algún tiempo.

Más adelante, y después de revisar una vez más la filmografía completa de Paco Martínez Soria para superar el trago, aprendí la lección y aquellos sentimientos se perdieron en el tiempo “como lágrimas en la lluvia”.
 
También como catarsis, carta-mail de hace unos 8 años, en los inicios de una relación que acabaría como un puto higo. Los que aguantéis el ladrillo hasta el final, benditos seáis, en serio:

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"Tal como te dije, aquí tienes mi mail para tu uso y disfrute, pero estate segura de que, aparte de por cumplir mi palabra, lo hago también por gusto, el gusto de escribirte para que me leas justamente tú. Otras veces que te he escrito, reconozco y veo claro ahora que lo hice más por necesidad (la necesidad de reparar algún lazo que creí roto, de aclarar algún malentendido, de salvar alguna distancia inquietante que creí se instalaba entre nosotros); en cambio, ahora es por simple y puro placer, un placer tranquilo y gratificante.

El título de "Parte del Día" no es gratuito, claro. Es mi manera de cerrar el círculo, es el nexo de unión con los días de mi escapada turca, aquellos días que tan cerca te tenía, o creía tenerte o quería tenerte, qué más da en el fondo. Aquel mensaje en el que me decías que echaste de menos "mi Parte" fue una de mis más íntimas satisfacciones de todos nuestros muchos ires y venires desde aquella primera y acertadísima propuesta tuya de "inicio de comunicación".

¿Sabes? En mis fases más o menos creyentes, mi idea de Dios suele ser justamente bastante próxima a ésa: una fuerza inexplicable que nos regala esos instantes de felicidad inefable (recuerda: in-efabilis, que no se puede transmitir con el habla) y que hacen de la vida algo más que un trámite biológico. A veces, esos regalos sobrenaturales duran realmente solo un instante, acaso porque nuestra visión de lo divino tenga que ser así: nebulosa y fugitiva.... Pero es sorprendente la fuerza que a veces tiene la huella de esos instantes. De repente, cuando la creías borrada, notas de nuevo su calor y recuperas esa maravillosa sensación. Cuando se me ocurrió poner lo de "Parte" en el
título, me pasó justo eso: se me agolparon en la mente todas mis ciudades, pueblos, mares, horas, lagos, caminos turcos en los que, sin tenerte, te tenía de alguna manera.... y el instante en que leí tu "eché de menos tu Parte" (me acuerdo hasta de la calle de Kayserii donde sonó el timbre) se reprodujo idéntico. Un déjà-vu, creo que lo llaman, pero no es exactamente eso y tampoco es sólo eso. Qué difícil es de transmitir esto sin abrazos ni susurros, pero tenía que intentarlo.

Me gusta estar aquí escribiéndote. Dejé fuera el azul del día, un azul limpio y cristalino de viento norte, para sumirme en la penumbra del cibercafé y las radiaciones cancerígenas de la pantalla, pero el saberte al otro lado del "hilo" le da luz a la penumbra y convierte el cáncer en un benigno veneno (la inevitable cursilería del día .... o no, vaya .... ¿se sabe siempre dónde está la frontera? .... luego me contarás si te ha dado la risa).

Me gustó muchísimo tu sms de hoy. Te sentí muy cercana y muy amorosa de mí. Fue justo entonces que miré por la ventana (mi primera luz del día) y recuperé el azul de los días de mi habitación de infancia por las mañanas... días de pereza matadora y cole obligado, así es la vida también a veces. Nuestro clima mediterráneo, ya sabes, tiene una cara oscura de sequías, incendios, tierras cuarteadas, moscas y soles inclementes, pero a cambio, tiene también un azul que a veces hasta duele de tan intenso. Es un azul de viento, seco y crujiente, casi eléctrico, que acerca los perfiles de las montañas litorales y las pone casi al aalcance de la mano, también un poco como en mis días escolares. Hoy es también uno de lsos días y no sabes cómo me ha alegrado que estés también ahí conmigo, a través de tus palabras, lo mismo que en la tarde bulliciosa de Estambul (pidiéndome camisa), junto al lago de Egirdir (anunciándome tu espera), en la noche helada de Kayseri (griposa y echando de menos mi Parte) o en la puerta de embarque en Colonia (advirtiéndome que, de locuras en Turquía, mejor las justas).

Y es de eso - creo yo modestamente - de lo que está hecha la vida: de esos momentos inolvidables que fabrica una persona para otra (a veces siquiera sin saberlo). Una vida que comienza entre células microscópicas que se juntan por puro azar y que se convierte en algo tan maravilloso e inefable, pues mira, no te digo que no, pero igual vas a tener la razón y va a haber un Dios o un Algo que es quien maneja el cotarro. Estoy un poco tonto y enamorao, ya me perdonarás este acceso de deísmo, no se repetirá... o sí...."
 
La única que conservo, realmente un e-mail:

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no me he olvidado de ti desde el día del coche, y dudo que jamás lo haga (a no ser que me entre el Alzehimer o alguna demencia senil), porque empiezo a pensar que eres la mujer a la que he querido más en mi vida... Bueno, ya sé que esto suena a fuegos de artificio y mentiras enlatadas, pero mi estómago no me suele fallar en estas cosas y hoy me ha vuelto a avisar cuando te ha visto andando por la calle, pegada al móvil. Puede que sea un imbécil por mantener esa pequeña esperanza y puede que en nada la apagues como un soplido, pero creo que lo que hemos tenido merece que lo intente aunque sea por última vez.

De todo lo que dices que sientes hay algo que no comprendo...si no recuerdo mal, me dejaste una tarde de verano y después de meses de espera, donde a veces incluso no me respondías ni dabas ninguna esperanza a nada, decidí que no podía amar a un fantasma (no fue el tiempo que pasó, sino la sensación de que te habías desvinculado de mi vida) lo que hizo que intentara empezar una relación en la que no creí demasiado jamás. Cuando me dijiste que S. estaba intentando salir contigo, me pareció una idea genial, aunque siempre me atenazó el miedo de haberte dado alas para perderte para siempre (sabes que soy un poco fatalista, a veces) y me alegré bastante al saber que lo habíais dejado. Justo al curarme de la pierna, intenté que cenaramos de la famosa mariscada que hace tanto nos debemos (los dos) y me di cuenta de que en tu vida formaba parte de un segundo plano y me sentí un poco triste, porque para mí no lo has sido ni cuando deberías haberlo sido. Más tarde te has ido alejando más y más, y yo sigo buscándote en la calle, en mis sueños, en mis recuerdos, al despertar...

Como he dicho antes, ni siquiera sé si vas a leer este correo, pero al menos quiero tener un motivo para soñar o para llorar


Te quiero como a nada en el mundo
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<!--[endif]--><o:p></o:p>

X.
 
CARTAS AL DOLOR

Lo que van ustedes a leer a continuación es una carta – para los menores de veinte años hay un
Papel escrito, y ordinariamente cerrado, que una persona envía a otra para comunicarse con ella.
– enviada a mi ex novia; bueno, finalmente no la envíe porque pensé que no iba a entenderla en su totalidad; supuse que se iba a quedar con el típico “me has hecho mucho daño” o “eres una puta”.

Esta carta fue redactada cuando el que escribe estas líneas había disfrutado de dieciocho primaveras, y, como pueden suponer por el comentario del párrafo anterior, le acababan de romper el corazón – es lo que tiene amar por primera vez –.

En esa época tenía las típicas aficiones de un chaval “normal”: jugaba en el equipo de futbol de mi barrio, practicaba kickboxing – esto último no federado –, salía de fiesta y me drogaba/emborrachaba todo lo que podía o me dejaba – la novia –. Lo único diferente del típico cani de mierda era mi afición por la lectura – en aquellos años me quede prendado de la literatura “ambientada” en el siglo XVII –.

Bueno, iré al grano que me desvío. El contenido de la carta era el siguiente:

No me voy a callar: el silencio es la última alegría de los desgraciados y yo no soy uno de ellos.

Me has engañado en mi amor, me has humillado en mi orgullo, me has hecho fracasar en mi ambición, y en este momento me pierdes en mi fortuna, me hieres en mi libertad y me amenazas incluso en mi vida.

Y ahora estoy solo; con ojos ardientes y fijos mirando al finito mar, porque no nos engañemos; el mar es finito igual que lo es el amor. Del último me veo huérfano y del primero acompañado; escoltado como estoy por el ruido del oleaje que sube, brama, muge y viene a romperse, como una desesperación eterna e impotente, contra las rocas y la arena… igual que mi amor colisiona contra tu corazón.

Estos primeros días de soledad han sido terribles: algunas convulsiones de rabia que no he podido vencer han pagado a la irracionalidad la deuda de mi debilidad. Pero poco a poco me he sobrepuesto a los estallidos de mi cólera, y ahora me he replegado pensativo, meditando algo que no se puede valorar porque no hay verdad en la mentira.

Cuatro días han pasado desde que el hielo corrió por mis venas, ¡ya es luto suficiente por alguien que no lo merece!

¡Así lo haré! Una última paja en tu deshonor. No puedo. Pensar en ti debilita mis manos, las fuerzas y hasta mi voluntad… No importa, lo volveré a intentar una vez más.

Ten esto en cuenta. Antes de acostarme ya te habré analizado, examinado, evaluado desde todos los puntos de vista y dado mil vueltas a tus palabras, tus actos, tus señales y hasta tus silencios; y de este estudio profundo, hábil e inteligente resultarás tú, mirándote bien, en el más vulnerable de los dos.

Me equivoqué, deposité mi amor en un ángel creyendo que juntaba las manos, y en verdad era un diablo abriendo los brazos.

Esta es mi carta y, ahora, todo eso está olvidado.
Espero que alguien más se una y aporte con cartas al desamor que le fueron enviadas o no las envió. Abran su corazón, no tengan miedo a ser ofendidos.
 
Escribes muy mal.

Tu ex-novia se descojonará de la risa si le envías eso. Y además comprobará que hizo bien en dejarte.
 
es verdad, tu carta produce dolor de meninges y hace llorar a Delibes.

Has de saber que los auténticos alphas no escriben cartas de amor, salen al día siguente del brazo de una pantera para restregárselo a la ex y eructan con profusión.

Con lo de "eres una puta" habrías quedado mejor, más valiente y coherente.
 
Lo bonito es cuando un día la ves, te cruzas con ella sigues adelante, ella te mira y ambos seguis sin pararos ni a miraros ni saludaros. Es cuando te das cuenta de lo relativa que es la vida, y de como personas que te importaron y llegastes a querer pasan ahora por tu vida sin pena ni gloria y dandote absolutamente igual.
 
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