Libros Charlas espirituales.

Enamoramientos y cables cruzados.

El sistema operativo da error, de pronto. El cerebro piensa mal, y se adapta a todos esos besos, y esas lágrimas. Estamos en presencia de un Troyano. Pero a caballo regalado no le mires el diente. Ese Pen-Drive era la Flor y Nata de todo el barrio. Se las arregló para desenchufarse, desde el puerto USB, antes de que nos diéramos cuenta... Windows amenaza con una lentitud impropia de sus promesas. Es una puta locura, porque hemos claudicado de esos proyectos, y de esa inteligencia, y de esa soledad. ¡Puta Locura! <<< Morena, sé que te mola mi motor, pero no me lo corrompas... >>>
 
La intrépida amazona.

Ella quería desafiar a los chacales. Ese término era el que empleaban, para intentar ofender a los hombres macho. Las amazonas se habían reunido, en una cabaña, y una de ellas confesó que se quería desmelenar, para desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas. Sus cómplices, Maese Cámara y Maese Sonoro, y la dueña de aquel tugurio, la Bruja Avería, querían volver locos a unos cuantos machitos, que se las daban de hombres-lobo. Pero María-Luisa Seco, una escritora que medía varios metros de estatura, levantó la choza y les advirtió de que no se pasasen de rosca: Porque, hoy por hoy, decía... " La psiquiatría y el psicoanálisis están de moda. " ¡Pues bien! La intrépida amazona puso las orejas gachas, y se consoló, ante la atónita mirada de muchas de su mismo aspecto y condición, y decidieron que era mejor coser y cantar. Porque mandar al manicomio a los hombres-macho-chacales-lobo era un acto de vandalismo. ¿Conclusión? Exactamente... Ellos, los machotes, habían aceptado, como concejales de su aldea, a Don Blanquisucio, a Garbancito y al Ratoncito Pérez. Porque más vale prevenir que curar...
 
Un antivirus de cuento de hadas.

Pues sí, la verdad es que me enamoro muy pocas veces. Porque siento como si hubiese, de repente, moros, en la costa. Me siento vulnerable, perseguido, al acecho... Intimidado, por esas corpulentas amazonas. ¿Mi antivirus? Es parecido a Frenadol, que frena los síntomas del resfriado. Simplemente, no miro a los ojos de la gente. Porque, según un proverbio chino, ésa es señal de mala educación. ¿Chacal, yo y malote, yo? Ya pasé por esa época. No y no: Ni hablar del peluquín. Hoy día, sí que puedo concebir la idea o noción de que, incluso las bacterias, son espíritus (muy pequeñitos; eso, sí) encarnados en esas especies del Pan y del Vino... Vamos: Que la vida es una transubstanciación, un milagro y es magia. Y que a mí, no me desangela ni me desbarata mi pensamiento una amazona del barrio. Que no. ¿Para qué? Acaso... Para reproducirme. Y, con Cucal-Aerosol, muero y desaparezco. Venga, hombre. Corrupción política... Todo eso germina en casa.
 
Menta salvaje.

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La otra parte contratante...

Sí, ella también tiene un motor, un sistema operativo, y yo soy su Pen-Drive. O sea, su Troyano. Entonces, para que no nos suicidemos, en esa costa, que está llena de moros, procuro que no se enamore de mí. Ni la miro. Sea quien sea. ¿Contraproducente? ¿El amor es fundamento de la gente? ¿La gente es caritativa? ¿Los africanos están hartos de banquetes? ¿Sí?
 
Porque todos somos "cualquiera".

En efecto. Todos somos don Blanquisucio, Garbancito, el Ratoncito Pérez, los Tres Reyes Magos, Papá Noel, la Bruja Avería, Maese Cámara, Maese Sonoro, María-Luisa Seco y los chacales de las amazonas, o los troyanos de los sistemas operativos. Entonces, no puedo entender que sea una oportunidad para subirme a ningún altar, el hecho de que una "cualquiera" me tome por las orejas, como si yo fuese el enanito Mudo, de Blancanieves. <<< Vamos, camarada, haz de mí otro Dumbo. Estírame la trompa. >>>
 
Las ventajas de un noviazgo...

Por experiencia propia, escarmenté, y ahora, puedo fluir, como todo un Torrente de agua. Pero el noviazgo es muy comprometido. Entonces, se parece a un contrato. De hecho, alcanzamos deudas e hipotecamos nuestras vidas. Alcanzamos esa respetable ciencia, merced a una religión personal, anterior: ¿Las chicas pueden hacer de mí un legionario? ¿Podré estar más fuerte que mi padre? Etc, etc. Eso es religión. Ciencia es... " Las chicas pueden hacer de ti un muchacho joven y barbilampiño, la mar de mono. " O, también: " Tu padre no peleará contra ti, porque el matrimonio le ampara, y matrimonio es el oficio de madre. " Ajustándote, entonces, tanto el cinturón de seguridad (valga el ejemplo de un automóvil), como el de los pantalones (de todo un poco, pero apretando, que es gerundio), vas entrando en razón y puede ser que te salve de un Manicomio. Es decir: Una buena novia te puede ayudar, mentalmente, psicológicamente, sensualmente, paradisíacamente, sexual y emocional y virginalmente. Acabando, entonces, como un mozo recio y virgen, en los aspectos de inocencia, nuevamente, aceptada. ¿Conclusión? Vive tu noviazgo, pero no muchos más.
 
¿Solo o con leche?

¿Te encuentras solo? ¿Estás chapado a la antigua? ¿Tu cafetera es de aluminio? ¿Necesitas un terrón de azúcar? ¡Compre azúcar moreno! " Tus ojo, bandido, robaron con cuento, la sangre y la vida de mi corassón: Tu ausensia, en mi noshe, provoca lamento, suspiro y shanto de oscura pasión. " (Por fin, soy un café con leche, feliz.) [Mantener lejos del alcance de los niños.] <<< Consulte a su médico o farmacéutico. También, disponible en Mónicas Naranjos. >>>
 
La mujer varonil, según Salomón.

Espero que ninguno de mis lectores esté echando de menos las conversaciones que son, netamente, espirituales. Hace falta querer saber mucho, para acometerlas. Y manejar bastante vocabulario. De modo que el proceso a seguir, mediúmnico, será de tarde en tarde. Y no empecinarse un médium, en hacer tanta labor, si es que llueve sobre mojado. La mujer varonil, según Salomón, es quien no se queja, normalmente, y está habituada a comprender por dónde van los tiros, con sólo una mirada, o con sólo una seña. Es varonil: Sabe qué es un varón. Sabe jugar a los deportes, o reír. Y reír es un oficio de reyes. O de reinas. La mujer varonil es, entonces, fuerte. Tanto es así, que puede exabruptar, llegado un punto, o, quizá, encontrar esas palabras mágicas, que aturdan al esposo. Y que le dejen, un poco, pensativo. Varonil, entonces, como un ángel de la guarda. O sea, que tiene un poco más de categoría que el novio. Aplicable, si de patrimonio hablamos, al dinero. A la riqueza. Porque patrimonio es el oficio de padre. Una mujer varonil, en ese sentido paternalista, es una mujer muy dotada, con su mansión, y su carro deportivo. Por ejemplo, Barbie, de Mattel. Manque el mismo Salomón recordase, en algunos libros (recogidos en la Biblia, como parte de un canon o Standard aprobado, siglo tras siglo, desde la aparición del Catolicismo, en el mundo), que más vale un hombre pobre y fuerte, que rico y débil. Mezclamos al hombre pobre y fuerte con la mujer varonil, en un sentido patrimonial, y encontramos el típico "braguetazo". La mujer varonil, entonces... No es nada del otro mundo. Typical Spanish, dude!
 
El quid de la cuestión.

Bueno, algo que es muy importante, a la hora de crecer y de ser felices, es el concepto multidisciplinar de la existencia. Vemos cómo todo es indeterminado. Todo es incontable. ¿Cuántas mesas hay, en España? ¿Cuántos planetas tienen arena, en sus desiertos? ¿Cuánta gente hay, en una galaxia de ochocientos mil millones de estrellas? Se sabe, pero no a ciencia cierta, que son infinitos, mires hacia donde mires. De igual modo, y a medida que nos desarrollamos como personas, descubrimos muchas aplicaciones de nuestros cuerpos. Pero en un rango bastante, bastante más pequeñito. O sea, somos limitados. Existimos, porque seguimos unas pautas. Todo lo que vibra y suena y respira o vive, o salta o pelea, o lucha o busca o se las apaña, es porque es bravo, valiente, inteligente, o, si no, guapo, hacendoso, mañoso, fortachón, o, tal vez, ingenioso, gracioso, saleroso, divertido; o, quizá, noble, cabal, aventurero, trepidante y montaraz. Entonces, parte de lo que quieres, ya lo tienes, contigo. Ya lo eres. Lo que te queda es un espinoso camino, claro, de Evolución, hacia... El quid de la cuestión. Una vez que descubres la piedra filosofal de la Alquimia, entonces, amigo... Y no se trata de una droga, o de... Infusiones. Pero tened en cuenta que Adán y Eva tenían ciencia "infusa". Me refiero al ejercicio físico, unido al Yoga. Claro está que esto es extravagante y maniático, perseverante, cabezón y, puede que... Iluso. ¿Evolucionar? ¿Hacia el quid de la cuestión? ¿Y hacernos imprescindibles? Pero si ningún hombre lo es... Oh, quieres que me haga un hombretón. Hmmm, y que dé un braguetazo, con una mujer varonil, que cultive naranjos, y se llame Mónica.
 
Proverbios extraños:

Ningún hombre es imprescindible, pero los chimpancés, no sé yo...
Dime con quién andas, y te diré quién, entre vosotros, es un chimpancé.
Quien a buen árbol se arrima, buena nuez le lanza una mona, vestida de seda. ¿Cuál es el árbol?

El nogal. ¡Bieeeen!

Aunque la mona se vista de seda, buena sombra le cobija.
Cuando el río suena, es porque Bach ha compuesto un preludio interesante.
Más vale pájaro en mano, que ciento follando.
Según juzgues, serás Juzgado de Guardia, con Harold T. Stone. Y, si no, Farmacia de Guardia, con Lourdes Cano.

Y, vosotros, ¿Quién decís que soy yo? "Maestro, tú eres nuestro chimpancé. Eres indispensable."
 
El fin de una época.

¡Bueno, sí! Ya, puedo descansar. Me he entrenado para ser un hombretón. Sea como fuere, (inclusive, si no he cuajado, aún) me rindo. Porque tengo 33 años, y ya está bien. He comprendido algunos misterios, anteriormente, insondables, para mí, al menos. ¿Qué es ser un hombre? Acaso consiste en la comprensión de que, a lo lejos, cualquier universo es una gotita de agua... Ser un hombre es pasarlo bien. Poder pasar buenos ratos. Mientras que un niño o un adolescente tienen la obligación de perpetuar sus estudios y sus indagaciones. Me toca trabajar, y sí: Muchos habéis pasado por eso. Muchos, en esos filtros. Muchos, purificándoos. Pero mis escritos no me consuelan, y... Sé que el ordenador siempre me gana, jugando al Ajedrez. Por otro lado, los poemas, he visto cómo son reiterativos. Mezclo ideas y pretendo que salga algo muy original. Pero la pretensión no es... Muy sabia. Intención es efecto, sí. Pero la sana intención es la cooperación con otros hombres, y mujeres. Y no destacar, no despuntar, como el gallo del gallinero. ¿Intención? Intención es efecto, pero seamos serios. No es cuestión de llevarse, siempre, uno, el gato al agua. ¡Trabajo, trabajo! Limones, calabacines y cebollas, ¡Allá voy! Me despido, y ha sido un placer buscar y recordar conceptos magnos.
 
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