La culpa obviamente es del buenrollismo y la absurda tolerancia regalada. Como no tienen cojones para echarlos, que es lo que habría que hacer, les ponen pisos, barriadas enteras para ellos, y hagan lo que hagan los tanos la sociedad pondrá el culo.
Yo he vivido siete años junto a un barrio gitano. Si en un centro comercial entra una familia gitana, ésta se dividirá en tres: una parte lanzándose langostinos entre ellos o llevándose las bandejas de comida para su casa en la cara del segurata, otra parte robando como si estuvieran en un cotillón con barra libre, y la otra tercera en la panadería pidiendo los restos de los pasteles y panes que salen defectuosos, o las sobras, o no sé qué pollas piden. Y tanto la panadera, como el segurata, como el pescadero, dándoselo todo con su culito apretado diarreoso... Ok, si la sociedad no se une para reventarlos a palos, es coherente temerles y no hay por qué convertirse en Chuck Norris, pero lo que no se puede hacer es brindarles una sonrisa, ni tampoco callarse. Si veinte gitanos se están chufleando en tu cara cada semana, como poco debes cagarte en la puta madre de todos los gitanos cada vez que salga el tema. Eso si tienes algo de dignidad. Pero en España no hay.
Yo he ido a pillar a las Tres Mil Viviendas varias veces, y ¿se puede ser más miserable y mierda, que vender el ascensor de tu propia casa, que además es regalada, para sacarte unos leuros, y que tu mujer, tu anciana madre y tus hijos suban las mochilas (bueno no, no van al colegio) o las bolsas de la compra (bueno tampoco, comen en el super directamente). De todas formas, aunque no carguen peso, es un séptimo u octavo piso. Son la gente más despreciable que hay sobre este planeta, y la gente debería hacer algo.
Edito para aclarar algo: lo que se lee o se comenta de que en ese barrio se ven los gitanos demacrados entrando en sus Porsche y BMWs, bidones de basura con fuego tipo Bronx, niñas saltando a la comba y a tres metros dos gitanos pegándose un pico mientras las niñas los miran, los edificios desmontados sin barandillas en las escaleras o sin ascensor, los burros en las casas, etc., puede sonar a exageración o a fantasía. Es totalmente así y peor. Yo lo he visto, he estado allí y yendo acompañado de gente muy metida no lo pasé agradable. La despedida del gitano fue: si algún día venís a pillar y alguien os molesta, le decís que vais a mi casa. Si aun así os sigue molestando, me avisáis y bajo con la pipa. Y por cómo era y por cómo lo dijo, estaba claro que no era ni un farol ni una vacilada.