Le he dado un 8 a Dolls. Y no le he dado un 10 simplemente porque es una película tremendamente deprimente. Es jodidamente perfecta, de arriba a abajo, es una demostración superlativa de la sabiduría, la sensibilidad, la sutileza, el inagotable talento estético y en general del brutal dominio y comprensión que Kitano tiene de todos los elementos que le rodean y con los que vive y crea. Pero es demasiado terrible como para ser considerada una de mis películas favoritas. Si estuviera amargado, al borde del suicidio o algo pues sí, entonces sería mi película de cabecera sin ninguna duda.
Dice Kitano: "tengo la impresión que hay dos tipos de directores: los que están próximos a Kurosawa, que gustan de pintar personajes y situaciones muy fuertes y los que como Ozu, mediante variaciones mínimas incluso invisibles describen las vibraciones de la vida cotidiana. Y yo evidentemente estoy más cerca de los primeros." Y también dice que Dolls es su película más violenta, con lo cual estoy completamente de acuerdo (me falta alguna por ver). Y lo de que el amor está tan íntimamente ligado en la peli a la muerte y blao. Luego también he leído en FA que Dolls es una metáfora sobre la dependencia, lo cual me ha resultado no por obvio (aunque no lo había pensado) menos interesante. Toda relación de dependencia, a partir de cierto grado, se convierte en destructiva a algún nivel. Creo que no era la intención de Kitano comunicar eso, pero no deja de tener su chicha esa lectura.
Y en base a eso que dice de las situaciones y personajes fuertes, pues Dolls puede ser una especie de sublimación de la pulsión de muerte de Kitano o algo así. O bien puede ser algo puramente estilístico: "Voy a tensar esta cuerda, a ver qué sensaciones me produce y por qué caminos emocionales, narrativos y estéticos me lleva". O bien puede que el director esté realmente muy jodido por dentro, y a pesar de toda esa belleza que es capaz de concebir y plasmar, a un nivel un poco más allá de lo extraordinario, con semejante poder, no es humanamente capaz de escapar de sus propios traumas, miedos o la mierda que sea.
Ya digo que Takeshi puede hablar de que en la cultura japo medieval estas historias trágicas eran populares, pero vamos, que es él quien ha buscado ese tono. A mí este hombre me parece una criatura inmensamente triste y delicada, a pesar de la fiereza que también demuestra. Y un prodigio de cineasta, sin ninguna duda.
Tal vez postee más impresiones, porque esta película me ha parecido una soberana maravilla y me ha movido bastante.