Europa europa, de Agnieszka Holland (1990)
Narra la historia de un judío que por razones de supervivencia llega a alistarse en las juventudes nazis. A partir de ahí la película no deja de ser una sucesión de casualidades en donde puede verse una gran burla a la llamada “raza aria”.
A destacar la escena en la que el joven judío sucumbe a la tentación de una madura y cachonda alemana que lo confunde con un “hijo de Hitler”.
La caida de los dioses, de Luchino Visconti (1969)
Polémica aproximación de Visconti al imperio Nazi. Película excesiva en todos sus aspectos hasta el punto de ser un pelín chapucera. Se destaca por la escena de la orgía de los miembros de la SA. Lo demás es bastante prescindible.
No es, ni mucho menos, su mejor obra.
Roma, ciudad abierta, de Roberto Rossellini (1945)
Tres años antes de rodar
Alemania, año cero, donde narraba la supervivencia de un niño en un Berlín destruido en plena posguerra, Rossellini se acercaba a los nazis en su época de máximo esplendor desde la perspectiva de la resistencia italiana.
No deja de ser un clásico del mejor cine italiano.
Cabaret, de Bob Fosse (1972)
Hay dos escenas en Cabaret que muestran el nacimiento y posterior triunfo del nazimo en la Alemania de los años 30.
En la primera podemos ver al propietario del cabaret sacando a patadas a un joven nazi cuando el partido nacionalsocialista intenta abrirse camino.
En la segunda son los nazis los que sacan a patadas al propietario para seguidamente instalarse como meros espectadores del cabaret, en donde los números musicales toman otra dirección mas incisiva.
A destacar la interpretación de Joel Grey que se inmortalizaría como el mejor maestro de ceremonias, y una banda sonora repleta de canciones que ya son un clásico ( Willkommen, Mein Herr, Money, money, Cabaret...), y por supuesto “Tomorrow belongs to me“, interpretada en el flim por un miembro de las juventudes nazis.