Si uno hace balance de satisfacción vital por etapas, puede encontrarse que las épocas más felices son las que permiten permanecer ajeno a la valoración y necesidad de esos lamentables seres.
Hace años me parecía mala suerte haber estudiado en un instituto exclusivamente masculino. Ahora comprendo la suerte que tuve hasta los18, en donde se me valoraba exclusivamente por mis virtudes y defectos y no por criterios antojadizos de peinados, ropa, moto, etc (los tatuajes eran entonces cosa de yonkis).
A partir del inicio de la cuarentena, cuando renuncié a cualquier intento de ligue y apliqué normas draconianas para evitar la compañía de las mujeres autóctonas, volví a recuperar una paz interior que dura hasta hoy.
¿Qué pasó en ese interín de 2 décadas? Un notable éxito de ligoteo nocturno, gracias a una depurada técnica de caza y la desinhibición del alcohol. Putas, muchas putas, para calmar ansias con periodicidad bisemanal. Infinidad de viajes para descubrir que en otros casinos se juega con normas que no siempre favorecen a la casa. Ahora ya no cazo de noche, ni contrato putas, ni hago turismo sexual, y quizás por caída de libido soy más feliz que una perdiz. Sé que si necesitase sexo o compañía en un momento dado, en unas lejanas islas orientales encontraría una buena chica con solo chasquear los dedos. De hecho tal vez ya la he encontrado.
No se pescan truchas en un albañal, no se encuentra oro en un vertedero, no existen loterías afortunadas que inviertan situaciones. Las mujeres españolas son, en general, un saco de mierda con patas. Basar en ellas cualquier ilusión, esperanza o proyecto es una triste quimera, una luz venenosa que mata a las polillas que se acercan demasiado. No vivimos en los años 50, donde solo podías escoger entre unas pocas vecinas de tu pueblo y el de al lado o irte al barrio de putas de la capital de provincia. El Covid pasará, volveremos a estar tan globalizados como antes. Hay un amplio mundo y muchos recursos. Dejadlas con sus tatuados de gimnasio, que reciban sus hostiones y se conviertan en ridículas viudas de alfa. Pregunten a
@Kramer99 si pierde un segundo de espacio mental con ellas,