Pero qué clase de tías te piden el teléfono, a ver. Descripción detallada de todos los casos.
Pues ésta, en concreto, estaba un poco loquer. Y muy borracha. La gente se sale a fumar. Y allí toooooodos me dan palique. Yo soy correcto porque, primero, me parece lo apropiado y, segundo, me aburro mucho. Las 4 horas son largas y, por más que me pongo conferencias, los minutos pasan como horas. Así que, si viene alguien, pues se habla.
El otro día llevaba bonia y un 3/4. No por nada, sino porque llevo años vistiendo así. Pues nada, que si era un Shelby y no sé qué. A ésta eso se ve que le cautivó y no paraba de decirme que qué ojos tan bonitos. En fin, en un momento dado me dice que trabaja en un centro de menores. Yo le digo que conozco a un amigo que también. Resulta que el amigo era su jefe. Y digo era porque la acaba de echar.
Pues nada, chapazo sobre mi colega y lo mal que le ha sentado que la echen.
No sé cómo, me suelta que vive con su novio ahí enfrente. Y, tampoco sé cómo, me sigue soltando que, si queremos hacer algo, tiene que ser en mi casa. Yo sonrío y me disculpo rechazando la invitación amablemente.
Al rato viene el tío, que, como he rechazado a la penca la otra, se piensa que soy gay. Que él si vive solo y que no hay que ir a mi casa. Me disculpo de nuevo, estoy cansado y sólo quiero dormir un rato.