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"Un clavo saca otro clavo" no se refiere estrictamente a reemplazar a una persona por otra, a veces lo importante es reprogramar la secuencia que en nuestra memoria está ligada a quien quieres olvidar.Aunque matizaría.
No es de ella de quien me acuerdo, sino de la sensación que yo tenía cuando estaba con ella.
Cuando estábamos bien. Y eso es lo que, por un lado, echo de menos, y, por otro, no tengo claro de querer volver a tener; por miedo a que se esfume otra vez. No es a ella a la que extraño, sino a la complicidad que tenía o creía tener. La compenetración y el proyecto de vida juntos.
Es normal evitar las cosas que despiertan recuerdos, pero puede ser necesario racionalizarlas, hacerlas de nuevo, solos.
Pensar en proyectos de futuro es un buen ejemplo. Se hacía juntos y ahora cada vez que lo intentas ella está inevitablemente presente. Si lo evitas, sacrificas pensar en el futuro por culpa de alguien que ya no es parte de él. Eso no va a cambiar hasta que hagas planes por tu cuenta. Solo pero con optimismo, recreándote y disfrutando, porque recuperar la capacidad de planificar e ilusionarte sin muletas es un pilar esencial.
Cada hábito que abandonamos porque está asociado a alguien, es un recuerdo que preservamos intacto en la memoria. Destruir recuerdos sin traumas o daño cerebral severo es imposible, la mejor alternativa es aplastarlos con otros mejores. Hechos a base de momentos, de disfrutar de uno mismo, porque como hombres hemos nacido con ese sino, el de lamernos nuestras heridas, no poder contar con nadie para levantarnos tras caer. Pero nada hay más reconfortante que darse cuenta de lo capaces que somos de hacerlo.