Pero que absurdos sois, ganapanes. Buscáis y arañais justificaciones a vuestra desviación incluso aplicándosela a terceras personas.
Miren ustedes, es bien fácil el asunto: O se es, o no se es. Y si se és, helo.
O sea, si a un hombre le excita sexualmente otro hombre, aquí, en el Nepal y en Cracovia, a eso se le denomina MARICÓN.
Lógicamente cada cual lo tiene claro en su medida. La mía es el hecho de que, en los terabytes de porno que fluyeron por mis modems desde el siglo pasado en la época de los alt.binaries, jamás bajó una polla.
Jeje, sensibilidad dice, que coño tendrá que ver, ¿ya estamos apropiándonos de cosas? ¿Por decreto para ser apasionado y sensible hay que ser maricón? ¿Por ejemplo, que para que te guste la música hay que ser maricón? AMOS NO ME JODÁÍS.
El último poro del resquicio de la piel de cualquier diosa con una buena raja,
por ejemplo, pone más bruto que la polla más enhiesta del mundo manflorita.
Y ojo, que no es una cuestión personal. En mi caso, tanto Jesús Vazquez, como los Pet Shop Boys y tantos y tantos maricones reconocidos me caen de puta madre y no me importaría salir de juerga con ellos, pero TATE, que corra el aire, que una cosa es la persona y otra cómo guste tratar al cero.