Zaratustra69 rebuznó:
Ruben, el proposito sigue en pie pero sigo conociendo hombres. Aunque, por el momento, solo amistad.
Sí, fijo. Cuando le decías "preséntamelo que me interesa" era como amigo. Lo peor de todo es que creo que encima te lo crees. Está feo que nos intentes hacer comulgar con esas ruedas de molino, pero sobre todo, no comulgues tú la primera.
Capitan Manubrio rebuznó:
Haz el favor, que esto no es el messenyah.
Rastrer0 rebuznó:
Fecha:
24 de Febrero (San Sergio).
8 de Octubre (San Sergio).
De todos modos, tu prima es una zorra y encima caprichosa.
Hijo de puta, tú con dos días para celebrar tu santo y yo sin ninguno.
Correcto lo de la prima.
Zaratustra69 rebuznó:
Conversacion de hoy con mi prima:
- ¿Te lo vas a tirar?
- No... .- Me respondio con una sonrisota de oreja a oreja.
Añado a la verdad que ha dicho Rastrer0 el apelativo de "perro del hortelano".
Mira, Zarzaparrilla, tu prima es lo puto peor, y las formas que dices que hay que guardar las puedes reservar para bautizos, bodas y funerales. El resto del tiempo es tuyo, y tú deberías elegir con quién te juntas, y elegir bien. Está claro que según qué parientes te los tienes que comer te gusten o no, pero no es el caso de tu prima. Así que no extiendas la nómina de parientes a las que tienes que aguantar a tu prima, que seguro que ya con los que hay que aguantar sí o sí ya tienes bastante, y si no los tienes, no te los busques.
Yo es que me pongo enfermo con estas peleítas entre amigas por un tío. A una le gusta uno, llega la amiga, le adelanta por la derecha y se queda tan ancha. Estas situaciones suelen terminar con enfados entre ellas y el tío a verlas venir. Os lo diré yo, que me ha pasado, y bien que me jodió.
Esto es típicamente femenino. Sólo he conocido a un tío que funcionase así. Tía a la que le echabas el ojo, tía que decía el Manu "mmm me gusta a mí" y cogía y se iba a por ella, así, por toda la cara. Llegaba a entrarle a saco a las novias de los colegas sólo para ganar él. No he conocido tío más ahostiable en mi puta vida. Porque le perdimos a Dios gracias la pista, que ya teníamos pensado el fingir que una tía que era un puto cardo borriquero era la que le gustaba a uno de nosotros para que se la tuviera que comer y se le atragantara.