Es decir, que para empezar el Gobierno vasco paga la mitad de lo que debería, pero esas cifras no incluyen ni el Fondo de Solidaridad Interterritorial, donde el País Vasco debería aportar 3.500 millones de euros, y no aporta ni un solo céntimo, ni el efecto económico de las empresas con sede social en el País Vasco pero con actividades en toda España.
Si incluimos el Fondo de Solidaridad, la situación deja de ser una estafa para convertirse en absolutamente indignante, se trata de un proceso de SOLIDARIDAD INVERTIDA, donde los andaluces y los extremeños, financian los sueldos de lujo de los funcionarios vascos o su sistema de sanidad, donde el gasto por persona es un 50% superior al sistemas nacional de salud.
Pero a todo este cúmulo de tropelías se añaden los impuestos pagados por las empresas con sede social en el País Vasco, y que derivan de los beneficios conseguidos no solo en el País Vasco sino en toda España. Cuando las empresas son medianas o pequeñas, es decir la inmensa mayoría, el dinero se lo quedan íntegramente las Diputaciones Forales, es decir el suyo y el nuestro, cuando son grandes empresa, caso del BBVA, Iberdrola o Eroski, en teoría pagarían por la cifra relativa de negocios en el País Vasco y fuera, en la práctica las Diputaciones Forales se llevan la parte del león, Por ejemplo, la compra de Scottish Power añade a las arcas forales 100 millones de euros año, y el resto de los españoles pasamos la mano por la pared.
Como no existen datos de esta última y más importante fuente de ingresos, la forma de ver lo que está pagando de menos el País Vasco es comparar su situación si tuviera que tributar en el régimen general y deducir los gastos adicionales, como sanidad y otros que no tendría que financiar. Y las cifras son las siguientes: teniendo en cuenta su participación en el PIB y su riqueza relativa, el País Vasco tendría que pagar 14500 millones euros en 2008, y deduciendo los gastos que entonces financiaría el Estado el neto sería unos 10500, lo que comparado con lo que el patético Solbes les ha pedido, 1.400 millones, significa que el País Vasco está pagando al resto de España 7,5 veces MENOS de lo que le correspondería si tuviera el mismo régimen fiscal que Andalucía, Galicia o Extremadura. Y eso sin tener en cuenta que el 82% de los productos producidos en el País Vasco y el 80% de los beneficios de sus empresas se obtienen en el resto del territorio español al que desprecian, persiguen y del que se quieren independizar.
Por esta razón, en términos económicos, es infinitamente mejor que se independicen, es decir, que se convoquen referendums de independencia provincia a provincia, porque sería inaceptable que los guipuzcoanos puedan imponer su punto de vista a los vizcaínos o a los alaveses y viceversa, y el que se quiera marchar que se marche, pero el que se quede lo será en régimen general, no especial. Y quien decida separarse que se separe, pero eso sí, que se lleven todos sus productos y todas su empresas, pues lógicamente no se les permitiría vender ni un colín en España, ni tampoco operar, y por supuesto vetaríamos también su ingreso en la UE, algo que además si un Presidente de España cobarde y traidor no lo hiciera, lo haría Francia por nosotros, y que vayan a vender sus productos y a instalar sus empresas al Beluchistan.