ilovegintonic rebuznó:
Y todo ello gracias a que en el espíritu que originó todo esto estaba un afán integrador que en principio está bien pero que en la práctica hay que acotar. Lo que no puedes es dejar que se te adhieran todos, lo que no puedes es dejar que te entren quienes acaban vampirizando todo y convirtiéndose en una metástasis que amenaza con matar, si no lo ha hecho ya, algo que en principio contaba con la simpatía de la gran mayoría de la gente.
Todo movimiento que aspira a modificar o mantener determinadas estructuras de poder necesita de tontos útiles. Llamémosles nancys, perroflautas, etarras, militares (sin acritud Black Adder) o MoSSos, en definitiva, perros lacayos para el trabajo sucio de un fin que realmente los rechaza. El hecho cierto es que son necesarios, y en este caso, los perroflautas representan la ultima ratio populum.
Es cierto que se corre un gran riesgo, y hay ejemplos históricos de ello, como cuando a la derecha alemana le salió mal su apuesta por los nancys para detener al comunismo. Pero nosotros contamos con estos ejemplos anteriores como ventaja. Es preocupante que la perroflautada esté quedando en las últimas semanas como imagen del movimiento, algo que los medios están encantados de incentivar. Por eso creo muy necesaria la convocatoria de la nueva manifestación.
Algo bueno han tenido. Los políticos, en su incompetencia absoluta, ya han amenazado con la porra como solución a la insatisfacción ante la perspectiva social que vivimos. Es un error provocado por una gran falta de visión. Cuanta más fuerza opongas al movimiento, más lo motivas a crecer, porque el hecho cierto es que nada ha cambiado a nivel económico, incluso se va a ir a peor.
En conclusión, creo necesario azuzar a los perroflautas, siempre y cuando movimientos como DRY se desmarque de ellos y sigan haciendo actos por su cuenta. La presión debe venir por todos los frentes posibles. Si no hay gente indignada es que no hay motivos para indignarse. Si se quiere llevar algo a cabo, no se puede caer en el buenismo zapateril del talante chupiguay. Hay que mancharse las manos. El mundo no es un lugar maravilloso de flores y paz, las cosas cuestan y a veces el precio es desagradable. Si se quiere hacer algo, hay que hacerlo bien.