Si haces jugadas sin pensar, razón de más para que sea interesante el asunto de explicar tus propias partidas.
La primera vez harás Cg5 sin motivo, te harán h6, volverás a f3 y te diremos "¿entonces para qué ha ido el caballo a g5?"; la segunda harás Cg5 sin motivo, te harán h6 y, como sabrás que después tendrás que explicarnos la maniobra, lo estrellarás contra f7 para perderlo y te diremos "¿crees que valía la pena sacrificar un caballo por un peón y quitarle el enroque al negro?"; la tercera vez no harás Cg5 porque sabrás que no hay nada más allá. Ya estarás buscando motivos para hacer tus jugadas.
Y así.