Opino todo lo contrario de lo que he visto en el hilo. Los gordos no están en absoluto discriminados más que por sus complejos, igual que los feos o los gilipollas que piensan que todo el mundo gira a su alrededor.
Yo no he estado gordo nunca, al contrario, escuchimizado muchas veces, pues no paro nunca y como poco y mal. A veces solo un café recien levantado y un bocata para la cena.
Pero, entrando de lleno en el tema del hilo. Prefiero mil veces que me atienda un gordo o gorda o fea y gorda en cualquier comercio, a una tía joven de 20 añitos. No voy pensando en que quiero echar un polvo y los gordos, con una pequeña muestra de simpatía te atienden eficientemente. En mi farmacia de referencia, hay varias chicas que atienden, nunca me dirijo a la guapa, jamás. Porque parece que te está perdonando la vida, cuando le estás comprando. Lo mismo en otros negocios. Un camarero gordo, si está bien aseado y no va como un cerdo, me indica que el lugar es un buen sitio para comer, porque a los gordos les gusta la comida. Una tía de 40 kilos no sabe más que comer lonchas de pavo con filadelfia, como sumum de la gastronomía.
Un gordo, por mucho que digas, levanta un poco la voz y todos saben que de la hostia que te mete, no te levantas. En fin, todo está en tu cabeza, no en tu peso. Eso sí, aseado y elegante, sino, pues como cuando se acerca un pies negros.