Cenobita
Ex-gordo deforme asqueroso
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Se me ha presentado una de esas raras oportunidades de darle a alguien una dosis de su propia medicina. No he decidido todavía y he pensado que puede ser divertido dejar que el foro decida qué hago.
Recordaréis tal vez que durante la pandemia eramos tres en mi piso, yo y dos hembras. Las hembras eran una italiana feucha y una andaluza tetuda. Recordaréis tal vez que las hembras decidieron mudarse juntas y así lo hicieron, pero sus diferencias de carácter hicieron que la convivencia durase solo un par de meses, y la italiana volvió a nuestro piso, en el que sigue.
Durante aquella convivencia, me surgió la necesidad de volverme a empadronar (lo había postergado a pesar de llevar ya 3 años en el piso). No se si lo sabéis pero para empadronarse en Madrid hay que rellenar una planilla donde uno de tus convivientes puede firmar y poner su DNI/NIE para certificar que tú vives en la misma casa. No es imprescindible, pero puede ayudar si te toca un funcionario estricto.
El caso es que como en ese momento ya llevaba dos años conviviendo con la italiana, y nos llevábamos bien, le pedí que si me firmaba para asegurar que no había problemas en el proceso. Pero para mi sorpresa se negó. Como razones alegó que no le gustaba dar sus datos a nadie porque nunca se sabe dónde pueden acabar, etc. A mi me sentó mal porque teníamos (y tenemos) muy buena convivencia pero aquello denotaba falta de confianza. Aunque se puede interpretar que ella sea una persona celosa de su intimidad hasta límites irracionales. En cualquier caso, me busqué la vida y me empadroné. Y dejé correr el tema, aunque nunca se me ha olvidado el suceso.
Han pasado un par de años desde aquello. El caso es que ahora ella ha recibido una muy buena oferta de trabajo que mejoraría bastante sus ingresos y su vida en general. Pero sucede que, dada la naturaleza de los clientes de la empresa (clientes gubernamentales), le piden los datos de sus convivientes para hacer la típica comprobación de que nadie tiene antecendentes, ni es de un país terrorista, y cosas así. Y el caso es que es obligatorio (puede mentir, y por ejemplo no dar los datos de todos los que vivimos ahora en el piso, pero quién sabe las averiguaciones que harán, tal vez les interesa ver si miente o no). Y nos ha pedido nuestros datos a los que vivimos en el piso.
Entonces el dilema es obvio. ¿Hago justo lo mismo que hizo ella, es decir, dejarme llevar por miedos irracionales a brechas de privacidad misteriosas, y negarle un favor a una persona en la que, a tenor de una satisfactoria y dilatada convivencia, ya debería tener confianza? ¿O actúo cristianamente y le doy mis datos?
Ya le he dicho que no me gustaba mucho la idea (aludiendo a precauciones sobre mi privacidad, pero sin recordarle el suceso pasado), y que preguntase a sus futuros empleadores qué maneras de gestionar mis datos tendría yo, ya que para respetar la LOPD deberían de darme al menos un contacto para corregir, borrar o modificar mis datos. Pero sus empleadores le han contestado genéricamente sin aclararle nada, e incluso le han dicho literalmente que "no saben si, al ser los datos para que un organismo estatal haga sus comprobaciones, la gestión de los datos está sujeta a la LOPD". Yo supongo que, aunque no le he recordado lo que pasó, ella lo recuerda y sabe que la situación es simétrica, aunque siendo las mujeres como son, es posible que crea que no se merece que yo le haga lo mismo que ella me hizo a mi en idénticas circunstancias.
Discuss.
Recordaréis tal vez que durante la pandemia eramos tres en mi piso, yo y dos hembras. Las hembras eran una italiana feucha y una andaluza tetuda. Recordaréis tal vez que las hembras decidieron mudarse juntas y así lo hicieron, pero sus diferencias de carácter hicieron que la convivencia durase solo un par de meses, y la italiana volvió a nuestro piso, en el que sigue.
Durante aquella convivencia, me surgió la necesidad de volverme a empadronar (lo había postergado a pesar de llevar ya 3 años en el piso). No se si lo sabéis pero para empadronarse en Madrid hay que rellenar una planilla donde uno de tus convivientes puede firmar y poner su DNI/NIE para certificar que tú vives en la misma casa. No es imprescindible, pero puede ayudar si te toca un funcionario estricto.
El caso es que como en ese momento ya llevaba dos años conviviendo con la italiana, y nos llevábamos bien, le pedí que si me firmaba para asegurar que no había problemas en el proceso. Pero para mi sorpresa se negó. Como razones alegó que no le gustaba dar sus datos a nadie porque nunca se sabe dónde pueden acabar, etc. A mi me sentó mal porque teníamos (y tenemos) muy buena convivencia pero aquello denotaba falta de confianza. Aunque se puede interpretar que ella sea una persona celosa de su intimidad hasta límites irracionales. En cualquier caso, me busqué la vida y me empadroné. Y dejé correr el tema, aunque nunca se me ha olvidado el suceso.
Han pasado un par de años desde aquello. El caso es que ahora ella ha recibido una muy buena oferta de trabajo que mejoraría bastante sus ingresos y su vida en general. Pero sucede que, dada la naturaleza de los clientes de la empresa (clientes gubernamentales), le piden los datos de sus convivientes para hacer la típica comprobación de que nadie tiene antecendentes, ni es de un país terrorista, y cosas así. Y el caso es que es obligatorio (puede mentir, y por ejemplo no dar los datos de todos los que vivimos ahora en el piso, pero quién sabe las averiguaciones que harán, tal vez les interesa ver si miente o no). Y nos ha pedido nuestros datos a los que vivimos en el piso.
Entonces el dilema es obvio. ¿Hago justo lo mismo que hizo ella, es decir, dejarme llevar por miedos irracionales a brechas de privacidad misteriosas, y negarle un favor a una persona en la que, a tenor de una satisfactoria y dilatada convivencia, ya debería tener confianza? ¿O actúo cristianamente y le doy mis datos?
Ya le he dicho que no me gustaba mucho la idea (aludiendo a precauciones sobre mi privacidad, pero sin recordarle el suceso pasado), y que preguntase a sus futuros empleadores qué maneras de gestionar mis datos tendría yo, ya que para respetar la LOPD deberían de darme al menos un contacto para corregir, borrar o modificar mis datos. Pero sus empleadores le han contestado genéricamente sin aclararle nada, e incluso le han dicho literalmente que "no saben si, al ser los datos para que un organismo estatal haga sus comprobaciones, la gestión de los datos está sujeta a la LOPD". Yo supongo que, aunque no le he recordado lo que pasó, ella lo recuerda y sabe que la situación es simétrica, aunque siendo las mujeres como son, es posible que crea que no se merece que yo le haga lo mismo que ella me hizo a mi en idénticas circunstancias.
Discuss.