Mi odio exacerbado hacia el cine Dogma viene marcado por dos terribles acontecimientos, que paso a relatar para ustedes, élite intelectual del país:
Cuando la película francesa "La cena de los idiotas" salió en el cine, yo fui a verla. Tenía 10 años.
Años después, cuando tuve adsl, la recordaba con cierto cariño y quise bajarla. No recordaba el nombre exacto y bajé una película llamada "Los idiotas".
Me puse a verla pero no me recordaba en nada a la peli que vi.
A los 20 minutos me sentía violado, horadado, ultrajado, timado, estafado y moralmente hundido. Ver esa peli con 15 años te marca, te desgasta el cerebro hasta el punto de que una paga del estado por tener un hijo deficiente, sería algo totalmente justo.
La segunda experiencia dañina se remonta a años después, estaba yo en 1º de Bachiller y tenía como optativa la asignatura Hª del Cine.
Llegamos a clase y teníamos todos un folio sobre la mesa con una serie de puntos, unas reglas, como de El club de la lucha se tratase: No puede haber música no diegética, no se pueden mostrar armas, debe ser rodado cámara en mano, todo en exteriores sin ningún tipo de atrezzo que no esté presente en el propio exterior...mierdas como rascacielos.
La película, supuestamente Dogma, incumplía muchas de esas normas siendo el director uno de los firmes creadores de semejante aberración de movimiento, y para colmo la protagonista era una trisómica del par 21 que pretende ser una artista multidisciplinar y no llega ni a sorbelefas, puto asco humano.
Bailando en la oscuridad está en mi memoria como algo infumable, inaguantable, odioso. Me pone de mal humor pensar en ella, y eso es algo que ninguna otra película, ni la grande entre las grandes; Congo, logra hacer.
Siempre será la película de mierda en la que baila una mongola a la que le roban en su propia casa. Que se joda, por puta.
Viva Michael Bay.