El ex-madridista percibirá en ese periodo de tiempo casi el mismo sueldo que cobrababa en el Real Madrid. Guarismos sorprendentes en una liga tan austera como la alemana, donde el equilibrio entre ingresos y gastos suele rozar lo espartano.
Sólo así se explica su buena posición económica actualmente. Los despilfarros no van con la mentalidad germana. ¿Dónde está el secreto de tamaño desembolso por Raúl? Gazprom tiene la respuesta.
El gigante energético ruso maneja los hilos del Schalke. En 2006, el monopolio firmó la esponsorización del equipo abonando 125 millones de euros hasta 2011.
La cantidad anual aumentaría considerablemente si el equipo se clasificaba para Champions. Así sucedió la pasada temporada. Las consecuencias del plus saltan a la vista: Raúl y Metzelder pueden dar buena cuenta de ello.
"Cuando Gazprom quiere fichar a un jugador, no hay nada que hacer", afirma desde Rusia el portavoz del Rubin Kazan, principal rival del Zenit, equipo propiedad de esta empresa tras la que los rumores colocan al mismísmo Vladimir Putin.
Según las malas lenguas, el ex canciller alemán y gran aficionado al fútbol Gerhard Schroeder pidió en 2006 al propio Putin, entonces presidente ruso, que echara una mano al Schalke, que estaba a punto de desaparecer.