Otro gol de Patapalo contra un equipo mediocre para seguir engordando la estadística en partidos intranscendentes que sólo sirven para perpetuarle en la titularidad, gracias al apoyo del sionismo internacional y la masoneria de la magia negra y las piramides de Marte, durante 300 años mas. El plan trazado por los templarios hace siglos sigue su curso tal y como habían previsto. Con el gol de ayer tiene renta para lo que queda de temporada y desvia la atención de las verdaderas intenciones de Garrul: extender la gripe A por todo el mundo, aniquilar a la raza humana y quedarse sólo con su mujer y sus hijos (a los cuales enchufaría en el Real Madrid para que le dejaran meter todos los goles) con Victor I y Koto de palmeros. ¡La vida es un asco y yo me quiero suicidar!






¡Hostia, coño, perdón! Que el gol fue de Benzema. Perdón, perdón, perdón. Golazo. Obra de arte. Irrepetible, magnífico, poesía en movimiento, antológico, la belleza aplicada al fútbol en uno de los encuentros más decisivos, impresionantes y glorisoso del Real Madrid. Los blancos tenían una cita con la Historia en el partido más esperado de los últimos 50 años. Jamas tuvo enfrente el Madrid un equipo tan poderoso, jamas fue tan intrincada la selva de piernas de la defensa rival, una maraña de serpientes venenosas, un campo minado imposible de atravesar. El partido fue agónico y lo que habia en juego era la propia supervivencia del planeta Tierra. Por suerte apareció Benzema, futura víctima del raulismo criminal, para conseguir uno de los goles más importantes de la historia.