a ver, los edificios que fuiste visitando, alomejor, eran auténticos, al final te metieron aquí para que te solazases:
Esto es lo que está reconstruído.
El Holocausto bajo la lupa
Jürgen Graf
28. Origen de la mentira de Auschwitz
En el diario New York Times del 27.8.43 se decía de Auschwitz lo siguiente: En el campamento Oswiecim (Auschwitz), las condiciones devida son extremadamente duras. Según estimaciones perecieron allí 58.000 personas. Lo asombroso es que la cifra indicada era más bien demasiado baja, y la referencia a las duras condiciones de trabajo era más que correcta.Sin embargo y por las razones ya antes mencionadas, era[73]cosa imposible que los aliados no supieran durante dos años lo que pasaba en el KZ alemán más grande. Sólo en el penúltimo año de guerra se plasmó la leyenda en forma concreta.
En su libro "The Hoax of the Twentieth Century", Arthur Butz describió en forma magistral cómo comenzó la propaganda sobre Auschwitz enla primavera de 1944 con informes sobre el gaseo de 400.000 judíos húngaros en Birkenau, y cómo se «probó» más tarde aquel asesinato masivo mediante documentos falsificados. El hecho de que los inventores de la mentira de las cámaras de gas hayan colocado a Auschwitz en el centro de su propaganda, era lógico. Era el campo más importante de todos. Registraba periódicamente -a raiz de las epidemias de tifus exantemático- porcentajes elevados de defunciones y estaba dotado de crematorios. Además, a Birkenau le incumbía el papel de campo de tránsito para los judíos que eran reasentados en el este. Era un inmenso complejo de KZ, con altas tasas de mortalidad y con un enorme consumo de un veneno conteniendo ácido cianhidrico (el Zyklon B también era provisto a los aproximadamente 40 campos satélites). Miles de deportados judíos que llegaban a Birkenau, y que poco tiempo después desaparecían, aparentemente sin dejar rastros, además la selección separando aptos y no aptos para trabajar...todo esto, en conjunto, daba condiciones previas tan ideales que los mitólogos del holocausto no podrían haber deseado nada mejor.
El 27 de enero de 1945 fue liberado Auschwitz. Ya el 2 de febrero apareció en el diario Pravda un largo informe sobre las atrocidades bestiales allí consumadas, en el cual se decia entre otros: Las cámaras de gas de instalación fija, en la parte oriental del campamento, habían sido modificadas, hasta se les había agregado torrecillas y ornamentos arquitectónicos, haciéndolos parecer garajes inofensivos... Ellos (los alemanes) nivelaron las así llamadas «viejas tumbas» ubicadas en la parte oriental del campamento, hicieron desaparecer las huellas del sistema de cintas transportadoras, donde cientos de personas habían sido electrocutadas en forma simultánea...(citado según el N° 31 de la colección Historische Tatsachen [«Hechos históricos»].
Robert Faurisson fue el primero a quien le llamó la atención el mencionado articulo del Pravda). Ningún historiador afirmó jamás que hayan existido cámaras de gas en la parte este del campamento (o sea en Monowitz), y delsistema de cintas transportadoras para la ejecución de seres humanoscon corriente eléctrica nunca más se escuchó hablar. ¡El artículo del Pravda no decía ni una palabra de las cámaras de gas de Birkenau, enla parte oeste del complejo de Auschwitz! Esto demuestra que en aquella época, el fraude aún no estaba suficientemente coordinado, los soviéticos sabían de las potencias occidentales que tenían que hallar en Auschwitz las pruebas de un asesinato en masa, millonario, pero sus aliados no les habían suministrado los detalles.
Después de laliberación, el campamento fue completamente cerrado; al principio, sólo se admitió el ingreso a unos pocos observadores occidentales escogidos. La razón de esto se fundaba en que los comunistas polacos y soviéticos necesitaban cierto tiempo para instalar su museo del horror. Lo que de allí resultó corresponde más o menos al estándar que caracteriza el éxito del comunismo, sin parangón en la historia mundial: Cámaras de gas que jamás podrían haber funcionado; fésas para incineración de sólo 60 cm. de profundidad y que, no obstante,están permanentemente inundadas por el elevado nivel de la capa freática; enormes cantidades de cabello femenino que es, en sutotalidad, de un mismo color, y donde se trata ostensiblemente de cáñamo.
Al terminar la guerra, los británicos buscaron febrilmente a Rudolf Höss, quien se convertiría luego en el testigo principal del mas grandecrimen de todos los tiempos. Pero Höss desapareció viviendo bajo elnombre de Franz Lang en una granja en el campo en el estado de Schleswig-Holstein. Finalmente, en marzo de 1946 lo halló unapatrulla inglesa. En su libro Legions of Death (Arrow Books Limited,1983, p. 235 y sgs.) el escritor inglés Rupert Butler relata cómo se obtuvo la confesión de Höss. Butler se basa en la declaración del sargento judeo-británico Bernard Clarke, quien estuvo a cargo de la detención y del interrogatorio del primer comandante de Auschwitz: Höss gritó de espanto al ver los uniformes británicos. Clarke vociféró: «¿Cómo se llama Ud.?» Cada vez que la respuesta era «Franz Lang», el puño de Clarke se estrellaba en la cara de su prisionero. Al cuarto impacto, Höss se plegó y confesó quién era... El preso fue bajado a tirones del camastro superior, y se le arrancó el pijama. Luego fue tironeado, atado a una de las mesas del matadero, y a Clarke le pareció que los azotes y los gritos no iban a cesar nunca... Tiraron una manta sobre Höss y lo arrastraron al automóvil de Clarke, donde el sargento le hizo bajar un gran trago de whisky. Al intentar dormir Höss, Clarke le metió su bastón bajo los párpados y ordenó en alemán:«¡Cerdo, mantén abiertos tus ojos de marrano!...» Hicieron falta tres dias hasta que pudo hacer una declaración coherente.
Ya hace casi medio siglo que el pueblo alemán está bajo la monstruosa acusación de haber condenado a muerte a los judíos en forma colectiva y, en tanto fue posible apoderarse de ellos, haberlos aniquilado mediante asesinato masivo a sangre fría. La base para esta acusaciónes una confesión forzada bajo tortura. Los mozos de verdugo, empero, sufrieron algunos deslices desagradables. Inventaron un campo de exterminio «Wolzek», o permitieron que Höss lo inventara, y obligaron a Höss a confesar que ya visitó en junio de 1941 el campo de Treblinka, que fue instalado sólo 13 meses más tarde. Luego de su confesión testimonial en Nuremberg, Höss fue extraditado a Polonia. En la prisión de Cracovia redactó su autobiografia, que a grandes rasgos podría ser cierta, y sus notas sobre el exterminio de judíos en Auschwitz. Ahora bien, lo que jamás se sabrá es si los inauditos excesos que Höss relatá en su descripción del proceso de gaseo e incineración son producto de la fantasia de sus guardianes, o si describió imposibilidades técnicas en sabia prevención de que serían descubiertas en el futuro.
Si bien Auschwitz ya había sido indicado en Nuremberg como el centro de exterminio de judíos, hasta cerca de 1960 se hablaba más bien de Dachau y sus cámaras de gas. Pero a la larga no se pudo mantener la mentira de las cámaras de gas situadas en territorio del antiguo Reich alemán, ya que las pruebas en contra eran aplastantes. Fue por ese motivo que las camarillas de falsificación de la historia decidieron trasladar las cámaras de gas detrás de la cortina de hierro, e intensificaron masivamente la propaganda sobre Auschwitz en sustitución de las cámaras de gas perdidas de Dachau, Buchenwald etc. Hasta el año 1990, el museo de Auschwitz afirmaba que en su campo habían sido asesinados 4 millones de seres humanos. Sin dar razones y de golpe redujo luego esta cifra a «algo más de un millon», admitiendo de esta manera haber mentido durante casi medio siglo. Por supuesto que para esta nueva cifra existen tan pocas pruebas como para la anterior; solamente se sustituyó un disparate por otro, ahora algo menos grosero.
Historia El Holocausto Bajo La Lupa