hitsfromthebong
Veterano
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Empatizo totalmente con ustec, señor Words, a mí me ocurrió exactamente lo mismo una vez. Como todos los hermanos saben, mi viejo es un gualtrapa pero mi madre es una señora que se apellida "podridadepastez", como diría el gran Ibáñez. No toda mi vida he habitado en el Parque Amate, como también se sabe. Cuando era un crío vivía en un pisoplón de los Remedios e iba a un colegio de pago, el Claret. Yo era bastante bueno jugando al fúmbol y pertenecía a los infantiles de dicho centro. Un día jugábamos contra la Escuela Francesa, otro colegio de pijos que también se lo curraban bastante. De momento, ni mi viejo ni mi vieja vinieron a verme, mi madre tenía negocios que atender y mi viejo yo supuse que también estaba currando, pero muy al contrario estaba poniéndose cerdo a cubatas en una cafetería de enchaquetaos, de eso me enteré con los años, en una cena de nochebuena con mi vieja y con mi viejo postizo. Si me llego a enterar de niño me hubiese quedado planchao, muy triste, pero al enterarme con treinta y cuatro tacos me partí la polla mientras le maldecía con cariño.Bueno, a mi directamente no iban a verme al fútbol. Recuerdo una vez que nos tocó ir a jugar un poco más lejos, y fui a la puerta de nuestro cole donde estaban los del equipo con sus familiares y un padre se ofreció a llevarme. Pero al acabar el partido, allí estaba solo yo, todo dios se había ido con sus padres y me tuve que buscar la vida sin saber donde tenía la mano derecha. 10 u 11 años tenía.
El caso es que yo contaba con que me fuese a recoger él, y nunca apareció. Uno de los padres de los compis de equipo me preguntó si estaba solo como Manolo y le dije que sí con las lágrimas asomando por los sojos. Me llevaron a casa y me recibió la asistenta (antes llamada criada), que me consoló y me preparó una jugosa merienda a base de tostada con quinientos kilos de Nocilla encima y zumo de naranja recien exprimido. Años más tarde, cuando ya me apuñalaba la sardina y empezaba a ser un degenerao me acordaba mucho de aquella tarde y pensaba que me podía haber consolado haciéndome una mamada pedófila por ejemplo, la cabrona estaba tela de buena, tenía unos treinta tacos, era española, muy guapa de cara, simpática y servicial (valga la redundancia, porque era su trabajo serlo).
En aquella cena mi madre me contó que mi viejo, to morao de ginebra, la lió en la cafetería y se partió la cara con uno de los pijos que allí abrevaban. A la hora que debía estar recogiéndome estaba tirao en un portal de la calle Asunción, borracho como un hijo de puta y con la cara llena de una mezcla de sangre reseca de los dos, de las hostias que se dieron. Llegaron los topboxes, se lo llevaron a la topboxería, durmió esa noche en el calabozo y a la mañana siguiente apareció por casa cuando yo estaba en el colegio. Poco tiempo después se divorciearon.
Ya he dicho miles de veces que no sé cómo carajo se llegó a casar mi madre con semejante elemento, pero a ella nunca la trató mal, jamás. Si lo llega a haber hecho, yo mismo le hubiese metido un palizón hace ya años, pero no fue asín, y bueno, el resto ya lo saben ustedecs, por avatares de la vida es uno de mis mejores colegas y le quiero un huevo. A mi vieja también y podría vivir con ella en lugar de con él (puesto a vivir con uno de los dos, quiero decir), pero las vivencias con el Maki de mi padre han hecho que quiera vivir a su lado mejor que solo o con alguna guarra antes de que la casque de un vacilón gordo.
Y nada, ya se me ha vuelto a ir la olla y no recuerdo si el hilo iba de traumas infantiles, de ser un puto llorón o de qué, pero ya que llevo medio tocho escrito espero que se echen ustedecs un par de loles.