Nada, mis padres no saben ni lo que he estudiado ni tan siquiera de qué trabajo. Así que imagina lo que les importaba lo del fútbol.
Si que una vez vino mi madre, y vino para liarla parda, la historia es tan lamentable y jodida que creo que aún no la he superado. Adelanto que gracias a esa visita, me estuvieron dos años tocando los cojones en el colegio. Vamos, lo que hoy se llama "mobbing".
Resulta que en el segundo año, me metieron en otro equipo. Eran todos amigos y allí llegaba yo, el nuevo, el raro, el subnormal que encima no es que fuera un Quini de la pelota. En esto que en un partido va la estrella del equipo, como todas las estrellas, el más subnormal, y no sé porqué me meto en medio de una jugada intentando ayudar y se choca conmigo. Yo esperaba un pase y vamos, ni pase ni mierdas, nos chocamos. Me llamó de todo y el entrenador, supongo que tendría un master en motivación, me sacó del campo y al banquillo.
Al acabar el partido, vino este, la estrella, y me llamó de todo, hijo puta, subnormal, montón de mierda, que me iba a reventar... y junto a él se juntaron el resto de los del equipo. Le había jodido una jugada clara, y claro, tenía que pagar. Me fui llorando y bueno, se vinieron arriba. Me persiguieron un rato llamándome de todo y riéndose de mi mientras lloraba como una puta niñata.
Llego a casa sin decir nada, y me meto en mi cuarto, entra mi madre y me pregunta qué te pasa, y maldita la puta hora en la que le dije lo que había pasado. Me coge por el brazo, enfadada, y nos vamos al campo de fútbol, y allí delante de todos, el horror. Gritos, insultos, el entrenador aparta del equipo a la estrella, y yo no vuelvo a jugar. Al llegar a casa mi madre me echa bronca aduciendo que siempre la dejo en ridículo. Al llegar mi padre lo mismo: que este niño parece maricón.
Decir que todos éramos del mismo puto colegio de mierda, y la que me cayó en los meses posteriores no se lo deseo a nadie.