Walter
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Por alusiones, me veo en la obligación de compartir con vosotros, y de una vez por todas, el verdadero TRUCO para abrir piernas de hembras humanas. recalco este ultimo extremo porque este truco no sé si valdría con animales, que a saber los ustos que hay por aqui.
Partiremos de la base, demostrable matemáticamente, que este secreto FUNCIONA. En efecto, hamijos, es lo que etáis pensando: la TURRA.
Desde tiempos inmemoriables, la hembra humana es la encargada de seleccionar al macho que ha de fecundarla. Hay varias corrientes de pensamientos sobre este aspecto. Allá en tiempos de las cavernas, se cree que elegían a los más fuertes, por ser los que le preocurarian con mayor facilidad el elimennto y la seguridad para su futura descendencia. Otras opiniones afirman que cabe la posibilidad de que las hembras se sintieran atraida por los más inteligentes, los que fabricaban mejores armas o los que mejor se adaptaban al medio, de tal modo que la fuerza física quedaba un poco de lado. Otros en cambio opinan que el ser humano hoy dias es un ser por naturaleza egoista, marrullero y con tendencia al engaño precisamente porque la evolución ha premiado con los caliqueños a los hombres que presentaban estas caracteristicas, y que conseguian yacer con las hembras con subterfugios, ardides y artimañas que superaban con creces las virtudes de los otros hombres. En efecto; la TURRA existe desde que el hombre es hombre, y ha sido el motor que ha aliemntado la evolcuión de la especie humana. Si sólo se hubieran apareado los más guapos o mas fuertes, hoy en dia todos los humanos seríamos guapos y fuertes, y sólo hay ver a ese en el que todos estáis pensando para comprobar que esto no es así.
Una vez expuesto el origen de la turra, vayamos al meollo de la cuestión; matemáticamente la turra obedece a una funcion de proporcionalidad inversa, donde la variable X representa la intensidad de la turra, y la Y la resistencia que opone la hembra a dicha resistencia. La fórmula sería f(y)=1/x Gráficamente tenemos:
Observamos aqui que la resistencia de la hembra es inversamente proporcional al nivel de turra, de tal modo disminuye cuando aumentamos la turra y aumente cuando disminuimos ésta. En el límite, cuando llevamos la turra hasta niveles insospechadamente infinitos, la resistencia sería cero. Es decir, que a medida que turreamos, observaremos que la resietencia de la hembra mengua por momentos. Esto lo poderemos observar facilemente mediante un ejemplo; ubicamos la acción en el convite de una boda, lugar por otra parte estratégico para una buena turra, puesto que podremos indentificar de un simple vistazo las hembras disponibles, pues a las solteras las suelen encasquetar separadas de las parejas. Con suerte, y si uno es soltero como yo, puede que en tu misma mesa te encuentres con una hembra aceptable fisicamente, y que además no tiene escapatoria porque, hamijo, el convite hay que comerselo entero antes de levantarte de la mesa. Hya que empezar siempre por analizarla; cómo viste, como huele, como son sus manos. Todos estos detalles nos haran tener una primera idea. Es entonces cuando hay que ir obteniendo información poco a poco, sin prisas que la noche es muy larga. A que se dedica, que aficiones, tiene, si ha viajado, si es bética o palangana. En fin, todo lo que nos pueda valer para ir perfilando la TURRA con la que lanzaremos nuestra ofensiva final. Recuerdo en una boda que me tocó una hermosa dama, pero con pinta de perroflauta, a pesar del elegante vestido que llevaba. Al rato de sentarnos, me confirmó mi primera impresión cuando empezó a darme la brasa con fotos de sus viajes de mochilera por medio mundo, en las que se le veia con rastas, con churretes, y con una ropa que la verdad, no le pegaba ni con cola. Como vi que le iba ese rollo, rápidamente contraataqué contándole que en mi ultimo viaje habia estado en Zanzíbar. Lógicamente, no teno ni reputísima idea ni de donde esta, y siquiera si es un pais o no. Pero como empecé a turrarle hablandole de la gastronomia y de las costumbres locales y vi que tenia menos ideo que yo aún de ese pais dejado de la mano de Dios, pues ahi segui con la turra. A lo que voy es que la turra debe tener fondo, es decir, debe sustentarse en información veraz, pero no verificable por la hembra. No te puedes inventar que has estado en la India, por ejemplo, porque seguramente una muejr así haya estado y entonces ya metemos la pata. Además del fondo, la turra necesita de una forma, de una ejecución. No cualqueir vale para turrear, puesto que en el fondo estamos actuando, y no todo el mundo vale para actuar. hay que creérse el papel. Tienes que estar covnencido de lo que estas turreando, sino, enseguida detectaran el ardid. Y esto, queridos hamijos, como todo en la vida, se puede entrenar. Míticos son aquellos dos tunantes que le vendieron la Giralda a un cateto terratenient. Como lo hicieron? con una buena turra. Como lograron engañar Henry Gondorff y Johnny Hooker al mafioso Doyle Lonnegan en la mitica pelicula El Golpe?, Efectivamente hamijos, con una buena TURRA.
Este tema daría para una enciclopedia, la verdad. Así que si alguien tiene alguna técnica turrense, o alguna vez ha echado un caliqueño gracias a simpaticas artimañas, que no dude en compartir. Ahora vendran los puristas del flirteos a llamarme baboso y blao, blao, pero recordad hamijos; la TURRA FUNCIONA, que es de lo que se trata, de mojar el churro, hombre ya.
Partiremos de la base, demostrable matemáticamente, que este secreto FUNCIONA. En efecto, hamijos, es lo que etáis pensando: la TURRA.
Desde tiempos inmemoriables, la hembra humana es la encargada de seleccionar al macho que ha de fecundarla. Hay varias corrientes de pensamientos sobre este aspecto. Allá en tiempos de las cavernas, se cree que elegían a los más fuertes, por ser los que le preocurarian con mayor facilidad el elimennto y la seguridad para su futura descendencia. Otras opiniones afirman que cabe la posibilidad de que las hembras se sintieran atraida por los más inteligentes, los que fabricaban mejores armas o los que mejor se adaptaban al medio, de tal modo que la fuerza física quedaba un poco de lado. Otros en cambio opinan que el ser humano hoy dias es un ser por naturaleza egoista, marrullero y con tendencia al engaño precisamente porque la evolución ha premiado con los caliqueños a los hombres que presentaban estas caracteristicas, y que conseguian yacer con las hembras con subterfugios, ardides y artimañas que superaban con creces las virtudes de los otros hombres. En efecto; la TURRA existe desde que el hombre es hombre, y ha sido el motor que ha aliemntado la evolcuión de la especie humana. Si sólo se hubieran apareado los más guapos o mas fuertes, hoy en dia todos los humanos seríamos guapos y fuertes, y sólo hay ver a ese en el que todos estáis pensando para comprobar que esto no es así.
Una vez expuesto el origen de la turra, vayamos al meollo de la cuestión; matemáticamente la turra obedece a una funcion de proporcionalidad inversa, donde la variable X representa la intensidad de la turra, y la Y la resistencia que opone la hembra a dicha resistencia. La fórmula sería f(y)=1/x Gráficamente tenemos:
Observamos aqui que la resistencia de la hembra es inversamente proporcional al nivel de turra, de tal modo disminuye cuando aumentamos la turra y aumente cuando disminuimos ésta. En el límite, cuando llevamos la turra hasta niveles insospechadamente infinitos, la resistencia sería cero. Es decir, que a medida que turreamos, observaremos que la resietencia de la hembra mengua por momentos. Esto lo poderemos observar facilemente mediante un ejemplo; ubicamos la acción en el convite de una boda, lugar por otra parte estratégico para una buena turra, puesto que podremos indentificar de un simple vistazo las hembras disponibles, pues a las solteras las suelen encasquetar separadas de las parejas. Con suerte, y si uno es soltero como yo, puede que en tu misma mesa te encuentres con una hembra aceptable fisicamente, y que además no tiene escapatoria porque, hamijo, el convite hay que comerselo entero antes de levantarte de la mesa. Hya que empezar siempre por analizarla; cómo viste, como huele, como son sus manos. Todos estos detalles nos haran tener una primera idea. Es entonces cuando hay que ir obteniendo información poco a poco, sin prisas que la noche es muy larga. A que se dedica, que aficiones, tiene, si ha viajado, si es bética o palangana. En fin, todo lo que nos pueda valer para ir perfilando la TURRA con la que lanzaremos nuestra ofensiva final. Recuerdo en una boda que me tocó una hermosa dama, pero con pinta de perroflauta, a pesar del elegante vestido que llevaba. Al rato de sentarnos, me confirmó mi primera impresión cuando empezó a darme la brasa con fotos de sus viajes de mochilera por medio mundo, en las que se le veia con rastas, con churretes, y con una ropa que la verdad, no le pegaba ni con cola. Como vi que le iba ese rollo, rápidamente contraataqué contándole que en mi ultimo viaje habia estado en Zanzíbar. Lógicamente, no teno ni reputísima idea ni de donde esta, y siquiera si es un pais o no. Pero como empecé a turrarle hablandole de la gastronomia y de las costumbres locales y vi que tenia menos ideo que yo aún de ese pais dejado de la mano de Dios, pues ahi segui con la turra. A lo que voy es que la turra debe tener fondo, es decir, debe sustentarse en información veraz, pero no verificable por la hembra. No te puedes inventar que has estado en la India, por ejemplo, porque seguramente una muejr así haya estado y entonces ya metemos la pata. Además del fondo, la turra necesita de una forma, de una ejecución. No cualqueir vale para turrear, puesto que en el fondo estamos actuando, y no todo el mundo vale para actuar. hay que creérse el papel. Tienes que estar covnencido de lo que estas turreando, sino, enseguida detectaran el ardid. Y esto, queridos hamijos, como todo en la vida, se puede entrenar. Míticos son aquellos dos tunantes que le vendieron la Giralda a un cateto terratenient. Como lo hicieron? con una buena turra. Como lograron engañar Henry Gondorff y Johnny Hooker al mafioso Doyle Lonnegan en la mitica pelicula El Golpe?, Efectivamente hamijos, con una buena TURRA.
Este tema daría para una enciclopedia, la verdad. Así que si alguien tiene alguna técnica turrense, o alguna vez ha echado un caliqueño gracias a simpaticas artimañas, que no dude en compartir. Ahora vendran los puristas del flirteos a llamarme baboso y blao, blao, pero recordad hamijos; la TURRA FUNCIONA, que es de lo que se trata, de mojar el churro, hombre ya.