TITAN DESERT 2022.
Etapa 2. 101 km +550m. Que había que levantar el pie estaba claro. Después del petardazo del día 1, recuperé bien, pero pintaban bastos por varias cuestiones. Subida de las temperaturas, viento de 20-25 km/h y para aderezar la ensalada, etapa maratón. Para los que no sepáis qué es: dos etapas seguidas con la peculiaridad de que hay que ir en autosuficiencia, hay que llevar en la mochila o en la bici todo lo necesario para esos dos días, o sea, suplementación, ropa para el campamento, saco de dormir, colchoneta, cremas, cepillo dientes, condones o lo que cada uno considere necesario. Vamos que la mochila pesa un cojón y medio y las bicis van bien cargadas. El caso es que salimos, por supuesto más contenidos. La etapa en seguida se vuelve infernal, superamos los 40 grados apenas a la hora y media de empezar, que es las 8 de la mañana, y de ahí tengo un pico inmortalizado que os enseño, aunque no puedo decir cuánto tiempo estuvimos así, pero bastante:
Ver el archivos adjunto 111035
Yo el calor lo aguanto bastante bien, me afecta pero lo aguanto. Sin embargo la parienta muere en estos casos. La etapa es una masacre porque es una sucesión de 3-4 llanuras de esas que te machacan mental y físicamente, y tengo que ir tirando de mi señora que va hasta sollozando porque ni tiene ritmo ni tiene piernas ni nada. Imposible coger ningún grupo, primero porque no hay, en estos casos sólo vale tu propio ritmo, y en segundo porque cada 10 minutos cambia el viento y hay que variar la velocidad. Hacia el km 80 salta la sorpresa en las Gaunas, lo que en el perfil era un "piquito" es en realidad un puerto de 4 km, pero que se agradece la hostia porque al menos al subir y coronar corre viento fresco y podemos refrigerar y recuperar algo en la bajada, algo técnica que oye pues da algo de variedad. De ahí al final el horror, una llanura de unos 20 km casi en línea recta con viento en contra, un asadero de pollos humano. Por fortuna yo voy razonablemente bien y a base de palique y de un par de navegaciones buenas (recorto 3 km a la etapa esquivando unos bancos de arena y no tenemos que patear ni un metro, ni tan mal) llegamos al campamento, fritos perdidos. Yo a 4 km de llegar pego un chupetón al camelbak y aspiro la mitad aire, o sea, que se acabó el agua. Pero bueno, fueron apenas 20 minutos sin beber, y era buena señal, eso es que había bebido la de Dios durante la segunda parte de la etapa, ya que recargué en la EH2. En este campamento no hay haimas cerradas, sino abiertas donde coges tu rincón, colocar la colchoneta y tal y hala, a pegarle un lavado a la transmisión de la bici y a pasar el día. Lo único que te ofrece la organización es la cena y desayuno, pero ni hay mecánicos, ni fisios, ni hostias. Por fortuna nosotros cero problemas mecánicos.